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{{Autor:header}}'''Espinosa''' (Miguel de) escultor. Don Antonio Ponz le atribuye toda la escultura del famoso [[8R9DPY5GS57TT26|''claustro del monasterio de San Zoilo'']] en Carrión de los Condes; y aunque es cierto que ejecutó mucha parte de ella, lo es también que trabajaron en esta gran obra otros buenos profesores en distintos tiempos; por tanto convendrá explicar aquí cuanto hemos podido saber y averiguar en el asunto por los libros y papeles de aquel monasterio. ''Comenzóse este claustro á 7 de marzo de 1537 en esta esquina, y acabóse en ella á 27 de marzo de 1604 años:'' dice una inscripción grabada en la esquina oriental del mismo claustro, un poco mas arriba de la cornisa. Cada lienzo del claustro tiene de largo ciento veintiocho pies con cinco arcos de medio punto subido y con bóvedas de piedra labrada, divididas con fajas que cruzan, entre las que hay muchísimas medallas de [[8L25V8D7XZOC7U8|''héroes del viejo testamento'']], de otros [[QXN2000K58Q81M5|''del nuevo'']], y de [[Y47023VOYMMW26A|''santos de la religión de san Benito'']]. Adorna también estas bóvedas un sin número de [[S9813ZF2Y717RFY|''niños'']], [[L78UY042M6XCBKH|''animalillos'']], [[7MJ8776JW6QJRD6|''bichas'']] y [[1YY1Q5DRKT6J9KF|''otros juguetes caprichosos'']] y de buen gusto. Las [[2JRN1QW4OYB82GR|''pilastras'']] y [[87L98AA795UM5V7|''columnas'']] compuestas están llenas de adornos por el mismo gusto; y en lo exterior del claustro hay asimismo muchas medallas con figuras muy resaltadas y casi de cuerpo entero, que representan la serie de los [[2NY9Q6W9J8AI755|''profetas'']] y [[7MVV3O9ZNHKIV8X|''otros personajes'']]: entre ellas están los [[S4184F98FY9CFT8|''condes de Carrión'']] reedificadores y ampliadores de este monasterio don Gómez Díaz y su mujer la señora doña Teresa Muñoz y Ordóñez con los [[1S1T120OC072CI1|''escudos de armas de su casa'']]: todo bien distribuido y prolijamente trabajado. Trazó y dispuso esta obra Juan de Badajoz, natural y vecino de León, que no pudo asistir más que a la construcción del primer lienzo, que es el de oriente; pero un discípulo suyo muy sobresaliente, llamado Pedro de Castrillo, vecino de Carrión, que había sido aparejador, tuvo la superintendencia por Badajoz, y quedó por maestro principal, obligándose a continuar la obra con arreglo al modelo y a satisfacción de su maestro, lo que en efecto cumplió hasta donde alcanzó el caudal, pues por falta de medios siguieron los trabajos con lentitud. El año de 574 se hizo otra contrata con Juan de Celaya, maestro de obras de Palencia, quien con sus oficiales empezó a trabajar el día 19 de febrero del siguiente, continuando desde el lienzo de occidente hasta donde había llegado Castrillo, como dejaron escrito en un nicho de este mismo lienzo; y se dieron tan buena mano, que finalizaron el claustro bajo el año de 577, según otra inscripción que está en él. El claustro alto corrió por cuenta de Pedro de Torres y Juan de Bobadilla, vecinos de Palencia, así para la cantería como para las medallas, y se les juntó después en los últimas tramos Pedro Cícero, con quien acabaron felizmente toda la obra el año de 604, como dice la inscripción copiada arriba. Los principales escultores que trabajaron en el adorna del claustro bajo fueron, el primero Miguel de Espinosa, le sucedió Antonio Morante, que según papeles de aquel tiempo, parece ser el autor de la [[8H9ZN2A2P69295N|''efigie en piedra [ de Cristo ]'']] del Salvador con que termina la portada del claustro de la iglesia, y del Señor [[0PASFI267QWC430|''[ Cristo ] la columna'']] en la misma materia, que se venera en la capilla de los Condes, cosa muy celebrada de los inteligentes. Este Morante era vecino de San Cebrián, cerca de Zamora, y trabajó esta estatua el año de 57, mucho tiempo después de lo que ejecutó en el claustro. También trabajaron en él en 543 Juan Bello, vecino de Sahagún: Juan Mian, vecino de León en 44; y Bernardino Ortiz, vecino de Palencia en 81 , que reformo y perfeccionó las imágenes de [[KCNHHJL3G9N9907|''san Pablo'']] y [[8Y1UZ0A764P9H2L|''san Sebastián'']], porque no correspondían a las demás de la obra: todos profesores castellanos de gran mérito, que acreditan cuan bien habían estudiado su facultad, y cuan ilustrada estaba entonces Castilla la vieja, sin necesidad de buscar artistas en otras provincias. ''Archivo del Monasterio de San Zoilo.'' (Tomo II, pp. 42-45) {{Autor:footer}}{{Iframelibro}}[[Category:Autores]]
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