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'''Observaciones:''' Firmado: “ANTONIO PEREDA F AÑO 1630”. El 27 de marzo de 1639 Antonio Pereda, que residía en Madrid, se obligaba a pintar un lienzo ''del Desposorio de Nuestra Señora… conforme al borrón que ahora se ha de enviar a la ciudad de Valladolid y viniere corregido de allí... a la iglesia nueva del convento de Capuchinos que se está haciendo en la dicha ciudad, a la puerta de la Pestilencia, junto al convento de Corpus Christi''. Se comprometió a entregarlo en un plazo de siete meses por 500 ducados que costeó el regidor Juan de Zamora (200 reales al empezar el cuadro, 100 cuando esté a la mitad, y los 200 finales cuando lo entregase en Valladolid a satisfacción.
Citado por Ponz y Ceán, Bosarte en 1804. vió el lienzo y lo describió ''de más de veinte y seis pies de alto, y forma el altar principal de la iglesia de los Capuchinos en el Campo Grande. Su asunto es los Desposorios de la Virgen. Las figuras de la parte superior del cuadro son el Padre Eterno en un trono de nubes con acompañamiento de ángeles; debajo el Espíritu Santo en un cerco o anillo de serafines; y en la parte inferior se figura un templo, en el que hay catorce figuras de tamaño natural y dos niños. El sacerdote une las manos de los esposos: a la virgen vienen acompañando varias doncellas, y a San Josef algunos varones con varas en las manos; pero no floridas como la del santo Esposo. En la primera grada del templo se lee en bien pintadas y abultadas letras la firma del autor: Antonio Pereda fecit, año de 1640. Creeré que sa esta su obra principal, así porque la hizo en su mejor tiempo, como por el empeño que dan a entender tomó en su composición y ejecución la hermosura y santidad de las cabezas, lo bien conducido de la historia, el tono y acorde general del cuadro y su bella tinta. No es de maravillar que en obsequio de su patria echase el resto''.
El general Eblé se lo llevó a París entre 1810 y 1811, su viuda en 1843 lo donó a la iglesia de Saint-Sulpice de París.