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Borgoña, Juan de

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Juan de Borgoña
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Especialidad pintor
Cronología XVI
Ciudad de trabajo [[Especial:Browse/:Toledo [Castilla la Mancha], Alcalá de Henares [Comunidad de Madrid]|Toledo [Castilla la Mancha], Alcalá de Henares [Comunidad de Madrid]]] La propiedad «Ciudad de trabajo» (como tipo de página) con el valor de entrada «Toledo [Castilla la Mancha], Alcalá de Henares [Comunidad de Madrid» contiene caracteres inválidos o está incompleto, por lo que puede causar resultados inesperados durante una consulta o proceso de anotación.
Ubicación en el diccionario Tomo 1, Página 163, Letra B, Grupo BO

Borgoña (Juan de ) pintor muy acreditado en Toledo. Pintó el año de 1495 la historia de la visitación de [ la Virgen ] nuestra Señora en el claustro de aquella santa iglesia [ catedral ]. Hay un asiento que dice, que en 1498 se pago a Juan de Borgoña y a otros profesores la pintura que hicieron en el claustro; y consta de otro, que en 4 de enero de 1499 percibieron Borgoña y Álvar Pérez de Villoldo por una parte 4,620 maravedíes, y por otra 2,120 por lo que trabajaron en la clausura, especialmente por la historia que pintaron para la escalera.


Trabajó también por este tiempo en el teatro de la universidad de Alcalá de Henares con Alonso Sánchez y Luis de Medina. Las pinturas del retablo mayor de la catedral de Toledo, que dice Ponz haber sido hechas por Juan de Borgoña, Francisco de Amberes, Fernando del Rincón y otros profesores, y que ascendió su costo a un millón de maravedís, se debe entender por el estofado y encarnación de las figuras que Borgoña y Rincón ajustaron como principales después del año de 1502.


Desde el de 1508 hasta el de 510 trabajó Borgoña con Francisco de Amberes y con Villoldo las pinturas del retablo de la capilla mozárabe. Se le encargó en 508 la [ pintura ] de la sala capitular de invierno, y se le pagó el viaje que hizo a informar al cardenal Cisneros de lo que había de representar en ella: aprobado todo por el prelado, puso por obra las quince historias o compartimentos de la sagrada escritura, atribuidas Pedro Berruguete, y que acabó Borgoña el año de 511; y en 8 de noviembre del mismo se le paga ron 11,000 maravedíes por cada una.


Sospecho que después de haber tratado con el cardenal Cisnéros en Madrid, Alcalá, o en otra parte, haya dado la vuelta por Ávila, pues que se obligó en 23 de marzo de aquel mismo año de 508 a pintar cinco tableros que faltaban en el retablo mayor de aquella santa iglesia [ catedral ], dándole por cada uno 15,000 maravedíes, con la obligación de concluirlos para el día de Todos Santos del propio año, como también los restantes que habían pintado Pedro Berruguete y Santos Cruz, pagándole además por estos reparos 75,000 maravedíes, alzadamente, dice el asiento.


Restituido a Toledo nuestro Borgoña, pintó al fresco la conquista de Orán en la capilla mozárabe el año de 1514, que tasó Perro Gumiel, veedor de las obras del cardenal Cisneros. Empezó a pintar también al fresco la libreríade aquella santa iglesia [ catedral ] en 1516, y la acabó en 19; y en 22 de octubre del mismo año se le pagó el resto de 100,000 maravedíes en que tasaron su trabajo Antonio de Comontes y Juan de Villoldo.


Hizo algunas trazas con el maestre Copin en 1517 para la custodia de plata, que había de ejecutar Enrique de Arfe, y no consta si este las siguió, o si hizo la custodia por alguna de su invención, que parece lo más regular. No solamente pintó Borgoña al fresco los retratos de los arzobispos de Toledohasta el cardenal Cisneros inclusive, sino también al óleo los de los cardenales Croy y Fonseca: se le pagó aquel en 17 de abril de 1522, y este en 27 de junio de 15 26.


Además de estas y otras muchas obras que trabajó en Toledo y para otras partes, tasó muchas, ejecutadas por artistas de mérito para aquella catedral, que citaremos en sus respectivos artículos; y desde el año de 1533 en que tasó el retablo mayor de la capilla de los Reyes nuevos, no vuelve a parecer su nombre en los libros del archivo de la santa iglesia [ catedral ], por lo que se puede deducir haber fallecido aquel año o poco después.


Ningún pintor de aquella edad entendió mejor los partidos de los paños, ni dio más brillantez en el colorido á sus obras, a las que no excedían en esta parte las que se pintaban entonces en Florencia y Alemania.

Archivos de las Catedrales de Toledo y Ávila.

(Tomo I, pp.163-165)