López de Prado, Blas de
| Especialidad | pintor |
|---|---|
| Cronología | XVI-XVII |
| Ciudad de trabajo | Marruecos (África), Madrid, Sevilla (Andalucía) |
| Ubicación en el diccionario | Tomo 4, Página 116, Letra Letra P, Grupo Grupo PR |
Prado (Blas de) pintor. Nacido en Toledo, y se cree que haya sido discípulo de Francisco de Comentes, pintor de aquella catedral. Don Antonio Palomino asegura con otros escritores, que Felipe II le envió a Marruecos, porque aquel soberano le había pedido un hábil profesor para que le pintase algunas obras: que el africano le trató con mucho agasajo: que le hizo muchas honras y regalos por haber retratado con acierto una hija suya: que después de haber estado allá mucho tiempo volvió a España muy rico con el traje y los usos de aquel país, pues comía recostado sobre cojines y que falleció en Madrid por los años de 1597 a los setenta de edad con poca diferencia.
Pero los papeles y los libros de la santa iglesia [ catedral ] de Toledo dicen que el cabildo encargó a Blas de Prado reparar el cuadro de la Asunción que está en la sala capitular de invierno y que lo ejecutó el año de 1586: que se le nombró pintor segundo de la catedral en 27 de julio de 590, siendo el primero Luis de Velasco: que pintó en 91 los escudos de armas y los letreros de los retratos de los arzobispos que están en la misma sala capitular; y que se le pagó su salario hasta el tercio de fin de abril de 593 por estar fuera del reino, que sería cuando fue a Marruecos; y si es cierto que estuvo allá mucho tiempo, no pudo haber fallecido hasta entrado el siglo XVII.
Palomino le atribuye el cuadro de la Virgen con el Niño, san Antonio, san Blas y un caballero armado, y otros dos de san Cosmey san Damián a los lados, que están en un ángulo del claustro de la propia santa iglesia; don Antonio Ponz añade, que también es de su mano la Encarnación colocada sobre la puerta de la iglesia en el mismo claustro: mas los citados papeles del archivo afirman que los pintó Luis de Velasco el año de 1584 de orden del cardenal Quiroga.
Finalmente, Palomino le atribuye también las dos tablas del bautismo de Cristo y del martirio de la tina de san Juan Evangelista que están en la capilla llamada del Obispo [ Capilla del obispo de Plasencia en la Costanilla de San Andrés ], contigua a la parroquia de San Andrés [ en la plazuela de San Isidro ] de Madrid y la colgaduraque se pone en esta misma capilla por la semana santa, pintada al aguazo con misterios de la pasión; pero consta de los libros de, su archivo que la pintó Juan de Villoldo el año de 548, como se dirá en su artículo.
El mérito y habilidad de Prado están comprobados en los cuadros que pintó el año de 591 con Luis de Carvajal para el retablo mayor de los mínimos de Toledo: en el principal de la capilla de san Blas de la catedral, que representa al santo [ san Blas ] vestido de pontifical con otros santos al rededor y a los evangelistas [ Mateo, Marcos, Lucas y Juan ] en los intercolumnios, y en los de los colaterales, que figuran a san Antonio abad y la presentación en el templo: en una sacra [ sagrada ] familia que se venera en una capilla que hay a la entrada de la iglesia del monasterio de Guadalupe: en Madrid en un descendimiento de la cruz que esta en la parroquia de san Pedro [ en la calle del Nuncio ]: en una Virgen con el Niño y san Juan en la iglesia de las monjas de San Pascual [ convento de San pascual de monjas de San Francisco en el Prado ]; y en una santa Catalina de medio cuerpo en el camarín de los carmelitas descalzos [ convento de San Hermenegildo de padres carmelitas descalzos en la calle de Alcalá ].
Todas estas obras publican la corrección de su dibujo, la grandiosidad de sus formas y la sencillez en sus composiciones. Poseo un, dibujo de su mano con lápiz rojo que tiene estas circunstancias y figura a san Francisco. Pintó frutas [ bodegones ] con mucho gusto y verdad por el natural, como dice Pacheco, que las vería cuando Prado pasó por Sevilla para ir a Marruecos.
Archivo de la Catedral de Toledo, Archivo de la Capilla del Obispo de Plasencia,Butrón, Carducho, Díaz del Valle, Palomino, Ponz.
(Tomo IV, pp. 116-118)