Pupilier, Antonio
| Especialidad | Pintor |
|---|---|
| Nacimiento | Flandes |
| Fallecimiento | Flandes |
| Cronología | XVI |
| Ciudad de trabajo | Madrid |
| Ubicación en el diccionario | Tomo 4, Página 136, Letra Letra P, Grupo Grupo PU |
Pupiler (Antonio) pintor flamenco, sin duda de gran mérito, pues Felipe II le recibió por su pintor, estando en Bruselas, el día 12 de junio de 1556 por una célula del tenor siguiente: “EL REY.= Domingo de Ortega mi tesorero.= Sabed que yo he mandado recibir para mi servicio por el tiempo que fuese mi voluntad a Antonio pupilier, el cual con un oficial que ha de ayudarle, dándole los colores y barniz, y los otros materiales que le fuesen necesarios para pintar, y posada y cama ordinariamente, y carruaje de camino, ha de hacer de su oficio lo que por nos sea mandado. Y teniendo consideración a lo que él y su oficial se ocuparen en lo susodicho y en lo que habrán menester para su gasto, le mandamos dar por el trabajo de todas las obras que hiciesen, y por su salario en cada año 350 escudos de a 36 placas cada uno para él y para dicho oficial. Por ende yo vos mando, etc”.
Vino a España con este soberano, quien mandó en 11 de octubre de 561 a Francisco de Murguía, mayordomo y pagador de obras del Alcázar de Madrid y casa del Pardo, pagase a Pupiler su salario y gajes a razón de 350 escudos anuales, desde 1.º de septiembre de aquel año. Representó Antonio que no se podía mantener con aquel salario por la carestía de los tiempos; y por cédula fecha en Madrid 7 de julio de 562 mandó el rey que se le pagasen los 350 escudos a razón de 900 maravedíes cada uno. Y consta por otra de 11 de junio de 566 que Pupilier pintaba entonces en el Pardo.
Felipe II le dio licencia en 10 de mayo de 67 para volver a Flandes por nueve meses a copiar un retablo en Lovaina con el mismo sueldo que si permaneciese en Madrid, y se le dio orden a Jerónimo Curiel, criado del rey en aquellos países, para que le comprase los colores y demás cosas que necesitase para la obra. Se ignora si volvió a España, ni se conocen aquí sus tablas, que habrán perecido en el incendio del Prado.
Junta de Obras y Bosques.
(Tomo IV, pp.136-137)