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{{Autor:header}}'''Fernández o Hernández''' (Alejo [ Alejandro ]) pintor. Pablo Céspedes hace mención de él en su discurso de ''De la comparación de la antigua y moderna pintura y escultura'', diciendo: "Alejo Hernández, que en Sevilla hizo [[muchas_obras__-_Fernández_o_Hernández,_Alejo__Alejandro|''muchas obras'']] y en Córdoba en el monasterio de San Jerónimo el [[retablo_grande_-_Fernández_o_Hernández,_Alejo_(Alejandro)|''retablo grande'']]y otros [[(retablos)_-_Fernández_o_Hernández,_Alejo_(Alejandro)|''[ retablos ]'']] pequeños. " Las pinturas del grande representan varios [[pasajes_de_la_vida_de_Cristo_-_Fernández_o_Hernández,_Alejo_(Alejandro)|''pasajes de la vida de Cristo'']] y del santo doctor [ [[san_Jerónimo_-_Fernández_o_Hernández,_Alejo_(Alejandro)|''san Jerónimo'']] ]: la del medio es una [[cena_del_Señor_(cristo)_-_Fernández_o_Hernández,_Alejo_(Alejandro)|''cena del Señor [ cristo ]'']] y está firmada. El mérito de estas tablas corresponde a lo mejor que se hacia en 511 tiempo en España, y como dice el misma Céspedes, la mayor habilidad de los pintores de entonces consistía en dorar y estofar.
De este género es lo que trabajó Alejo en el [[retablo_mayor_-_Fernández_o_Hernández,_Alejo_(Alejandro)|''retablo mayor'']]de la catedral de Sevilla, como queda dicho en el artículo de Dancart. En 1508 le mandó llamar el cabildo: fue desde Córdoba con su hermano Jorge Fernández Alemán, donde residían, y por los días que estuvieron en Sevilla tratando de lo que los dos habían de trabajar en el retablo mayor, se dieron diez ducados de oro a Alejo, y cinco a Jorge, y al maestrescuela que los tuvo en su casa otros diez ducados por el gasto que hicieron ellos, sus mozos y caballos. Alejo hizo una muestra, y quedó recibido para trabajar en el retablo, en el que siguió hasta el año de 525.