|nombre_completo=Juan Martínez MontañésGonzález, Juan |alias=|fecha_nacimiento=1568|lugar_nacimiento=Alcalá la Real [Granada(Jaén), Andalucía]|fecha_fallecimiento=1649|lugar_fallecimiento=Sevilla (Andalucía)|cronologia_siglo=XVII |cronologia_ano_desde= |cronologia_ano_hasta=|ciudad_trabajo=Madrid, Sevilla, Córdoba, Écija, Puerto de Santa María (Cádiz)|especialidad=escultor y arquitectoEscultor,Arquitecto|imagenref_bibliografica=*J. J. López-Guadalupe Muñoz, "Real Academia de la Historia D.B-e", en Juan Martínez Montañés González. Accesible en: https://dbe.rah.es/biografias/11927/juan-martinez-montanes-gonzalez (consultado en 08/10/2021)|tomo=3|pagina=84|letra=Letra M|grupo=Grupo MA}}{{Autor:header}}'''Martínez Montañés''' (Juan) escultor y arquitecto. Don Antonio Palomino dice que fue natural de Sevilla; pero el abad Gordillo su contemporáneo asegura, que nació en Alcalá la real, y esto conviene con lo que expone Pacheco, de que fue su maestro Pablo de Rojas, profesor de Granada, en cuya provincia está Alcalá. No es difícil adivinar el motivo que tendría Montañés cuando comenzó a trabajar por sí solo para trasladarse a Sevilla, pues superaba a Granada en comercio, población y otras ventajas, sostenedoras de las bellas artes.
La obra más antigua que se conoce en Sevilla de su mano, es el [[niño_Jesús_-_Martínez_Montañés,_Juan|''niño Jesús'']] de la hermandad del Santísimo en el sagrario de la catedral, que está firmado en la peana de plata el año de 1607. Síguele la cabeza y manos de la estatua de vestir de [[san_Ignacio_-_Martínez_Montañés,_Juan|''san Ignacio'']] en la casa profesa que fue de los jesuitas, que trabajó el año de 610 para la fiesta de su beatificación; y luego el [[retablo_-_Martínez_Montañés,_Juan|''retablo'']] y [[estatuas_-_Martínez_Montañés,_Juan|''estatuas'']] del monasterio de san Jerónimo en Santiponce, una legua distante de aquella ciudad, que concluyó en 612, ajustado en 3,500 ducados que le pagaron, y además 300 fanegas de trigo de gratificación, según consta de los papeles de aquel archivo.
Don Mateo Vázquez de Leca; arcediano de Carmona y canónigo de la santa iglesia [ catedral ] de Sevilla, donó en 24 de septiembre de 1614 a la Cartuja de santa María de las Cuevas el célebre [[crucifijo__Cristo_Crucificado_de_la_Cartuja__-_Martínez_Montañés,_Juan|''crucifijo [ Cristo Crucificado de la Cartuja ]'']] del tamaño del natural, que ejecutó nuestro Juan Martínez, con escritura pública otorgada ante Pedro de Espinosa, escribano del número de aquella ciudad, con la expresa condición de que jamás se sacase ni enajenase del convento por cuya estatua le pagó el arcediano 1,000 ducados de plata.
Ejecutó en los años de 617 y 18 los dos [[retablos_-_Martínez_Montañés,_Juan|''retablos'']]que están en el coro de los legos del mismo monasterio [ cartuja de Santa María ], con las estatuas de [[(la_Virgen)_nuestra_Señora_-_Martínez_Montañés,_Juan|''[ la Virgen ] nuestra Señora'']], de [[san_Juan_Bautista_-_Martínez_Montañés,_Juan|''san Juan Bautista'']] y de algunas [[virtudes_-_Martínez_Montañés,_Juan|''virtudes'']], pues las demás que contienen se añadieron en 698, y le pagaron los monjes 13,000 reales; y en 620 la de [[san_Bruno_-_Martínez_Montañés,_Juan|''san Bruno'']], que está en su capilla, que con el estofado costó 5,900, según consta de otra escritura otorgada ante Alonso de Colombres, en 30 de abril de 621.
Pero la obra que mas más acredita su mérito y el gran concepto que se tenia en la corte su habilidad, es la que resulta del pedimento original, firmado de su mano y presentado en el tribunal de la contratación de Indias en 19 de septiembre de 1648, que existe con los autos a que está agregado, en el archivo general de Indias, y dice así; ''“Juan Martínez Montañés, escultor y arquitecto, me presento ante V. S. y digo: que por mandado de V. S. se me ha notificado que alegue de mi derecho en razón de que se me de licencia para nombrar una nao de visita en esta flota de Tierra-Firme, en virtud del privilegio que S. M. me concedió por sus reales cédulas, que tengo presentadas ante V. S. y afirmándome en lo que tengo dicho en mi pedimento, digo: que por carta de S. M. fui llamado para hacer un'' [[retrato_de_su_real_persona_(Felipe_IV)_-_Martínez_Montañés,_Juan|''retrato de su real persona [ Felipe IV ]'']] ''para enviar al gran duque de Florencia, que lo envió a pedir, porque estaba haciendo un'' [[caballo_(escultura_ecuestre)_-_Martínez_Montañés,_Juan|''caballo [ escultura ecuestre ]'']]'', y que para que viniese a su real persona convenía se le enviase el dicho retrato; y para este fin dejé mí casa y ocupación, y asistí en su real corte más de siete meses, con que se consiguió el intento para que fui llamado, y lo hice tan a satisfacción de S. M. que luego se remitió a Florencia al gran duque; y en satisfacción y paga de este servicio hecho a su real persona me hizo merced de una visita de nao, que es la que tengo presentada, para que navegue de marchanta en una de las flotas de Tierra-Firme o Nueva-España; y por haber habido falta de naos, y dar lugar a que los demás tuviesen cabida, lo he retenido hasta el presente año, desde el de 1636, que fue en el que S. M, me dio la dicha cédula.''
''Por tanto a V. S. pido y suplico, que atento, a que esta es paga de mi trabajo y de servicio hecho a su real persona, y no á otros títulos, como son los demás, y que el día de hoy estoy viejo y necesitado, y con muchos hijos; y que habiendo dado lugar a los demás para que tuviesen cabimiento, no lo han hecho, y agora me pretenden quitar mi justicia, siendo como es paga de tan gran servicio, en que gasté mi caudal; y atento a lo alegado V. S. se servirá de mandar se me de licencia para que nombre nao, que estoy pronto a nombrarla. Pido justicia, etc. Juan Martínez Montañés”''.
El [[retrato_(de_Felipe_IV)_-_Martínez_Montañés,_Juan|''retrato [ de Felipe IV ]'']] de que habla este pedimento coincide con lo que dice don Antonio Ponz al folio 109 del tomo 6.° de su ''viage de España'', refiriendo la historia de la ejecución de la célebre [[estatua_ecuestre_de_Felipe_IV_-_Martínez_Montañés,_Juan|''estatua ecuestre de Felipe IV'']], que está en uno de los jardines del Buen Retiro, trabajada en Florencia por Pedro Tacca, y concluida el año de 1640. Y como exponga el citado escritor que este célebre estatuario hubiese pedido a la corte de Madrid un retrato de S. M. hecho por buen pintor en la actitud que el rey quería estuviese el caballo, y que en efecto se le envió uno [[(retrato_de_Felipe_IV)_-_Martínez_Montañés,_Juan|''[ retrato de Felipe IV ]'']] pintado por don Diego Velázquez de Silva, ¿por cuanto no pudo el mismo Velázquez haber inspirado a S. M. lo conveniente que sería para el mejor acierto de Tacca, remitirle también un [[modelo_de_escultura_-_Martínez_Montañés,_Juan|''modelo de escultura'']]? Y nada más natural que valerse para su ejecución del Montañés, a quien tanto había tratado en Sevilla por ser amigo de su suegro Pacheco, estando seguro del buen desempeño que daría de su encargo, como en efecto le dio, mereciendo la aprobación de S. M., que mandó enviarle a Florencia el año de 1636 con tiempo oportuno para que Tacca pudiese aprovecharse de él.
Este modelo llenó al Montañés de honor Y satisfacción, y fue muy celebrado en Sevilla y en la América, según una carta de su amigo Juan Bautista de Tapia, escrita en Méjico a 21 de julio de 1637 en la que le daba la enhorabuena, y le decía: ''“Por saber la ocupación en que S. M. le había puesto, y el buen aire con que salió de ella, muy propio de todo lo que es cargo de su cuidado”''.
En los mismos autos hay otra petición de su mujer doña Catalina de Salcedo y Sandóval, de don Ignacio, don Francisco y don Hermenegildo Martínez Montañés, clérigo de menores, sus hijos, y de dos hijas que no se nombran, fecha en 10 de enero de 1650, diciendo ser ya muerto nuestro profesor en el año anterior, e instando en la pretensión de la nao. De ella se infiere que el escultor Alfonso Martínez no ha sido hijo suyo, como algunos han pretendido, y que el Montañés no falleció el año de 1640, como afirmó Palomino. Por fin la viuda logró poner corriente su instancia, pues consta de otro legajo del propio archivo que en 1658 se le remitió de Portovelo una barra de plata, valor de mil pesos de a ocho, a cuenta de la licencia de toneladas que había vendido.
Pocos escultores españoles le han aventajado en la naturalidad de las actitudes, en el plegar de los paños y en la amabilidad de los semblantes; y pocas estatuas hay tan respetables, ni que tanto muevan a devoción, como la [[(estatua)_de_vestir_de_Jesús_Nazareno,_llamado_de_la_Pasión_-_Martínez_Montañés,_Juan|''[ estatua ] de vestir de Jesús Nazareno, llamado de la Pasión'']], que se venera en el convento de la Merced calzada de Sevilla. No extraño lo que cuenta Palomino, que cuando salió a la calle por la primera vez en la semana santa, el Montañés la buscaba en las boca-calles fuera de sí, absorto y admirado de que él la pudiese haber ejecutado. Yo sin ser su autor, confieso, que en los muchos años que he residido en Sevilla, hice lo mismo y no me satisfacía sino la veía dos o tres veces en la tarde de su procesión.
¿Pues que diré de la de [[santo_Domingo_-_Martínez_Montañés,_Juan|''santo Domingo'']], mayor que el natural, desnuda de medio cuerpo arriba y en actitud de penitencia , colocada en el retablo mayor del convento de Portaceli, extramuros de aquella ciudad? Hizo en ella ostentación del saber, o inteligencia que tenía en todas las partes del arte, manejadas con gusto y delicadeza, buscando el buen efecto y la verdad. Fue muy gracioso en los [[niños_-_Martínez_Montañés,_Juan|''niños'']], y son muy estimados, los originales, pues hay muchos [[vaciados_-_Martínez_Montañés,_Juan|''vaciados'']] en plomo y bronce.
Procuraba en las contratas de sus obras sacar el partido de que se pintasen y estofasen por su dirección, para que los oficiales no corrompiesen con el aparejo los contornos y sentimientos de las figuras. Sobre esto le suscitaron un pleito los pintores de Sevilla, y Francisco Pacheco escribió un papel muy erudito y picante en 16 de julio de 1622, censurando su conducta en esta parte, que atribuía a ambición, como perjudicial al gremio de la pintura. Resta decir sus obras públicas, que son las siguientes.