'''Observaciones:''' 8. 00 x 3.20 m. A instancias del Conde de Floridablanca, por Real orden de 20 de julio de 1781 se ordenó a Francisco Bayeu, Mariano Salvador Maella, Antonio González Velázquez, Francisco de Goya, Antonio Ferro, Andrés de la Calleja, y José del Castillo la ejecución de diversas obras para la decoración del Convento de San Francisco en Madrid. Correspondió a Bayeu el que habría de estar en el retablo mayor. La obra tuvo como gran defensora a la duquesa de Villahermosa, quien lo juzgó como “cosa soberbia”, aunque los pintores de la Real Cámara y el Príncipe de Asturias, el futuro Carlos IV, comentó que el cuadro no tenía “Claro oscuro, ni efecto ninguno, y muy menudo y sin ningún mérito”.
El lienzo se colocó ene el cetro del testero del presbiterio, con marco de madera tallado y dorado y contramarco de estuco de color gris y con un frontón triangular. Sobre éste, aparecía un pequeño grupo de de dos ángeles niños con una guirnalda, obra del escultor Manuel Abeda Pacheco, permaneciendo dicho lugar hasta 1882, que a consecuencia de unas obras fue desmontado, siendo sustituido por las pinturas de Alejandro Ferrant y Manuel Domínguez.
La obra medía originalmente 10 x 4.80 m, siendo mutilado hasta las medidas actuales, tras una restauración llevada acabo por Julián Jiménez García en 1882, fue trasladado a la subida del coro. En 1959 fue restaurado nuevamente por Victoriano Prado Galindo.
En la relación de las obras adquiridas por Leonardo Chopinot a los herederos de Francisco Bayeu en 1795 figura una obra que podría considerarse un boceto de esta obra.
'''Ref. Bibliográfica:''' Morales y Marín, José Luis, ''Francisco Bayeu'', Moncayo, 1995, pp. 108-109, nº cat 141.