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Ramírez, Cristóbal (iluminador s. XVI)

Ramírez, Cristóbal
normal
Especialidad Iluminador en miniatura
Nacimiento Valencia (Comunidad Valenciana)
Fallecimiento
Cronología XVI
Ciudad de trabajo El Escorial (Comunidad de Madrdid) Valencia (Comunidad Valenciana), (Aragón)
Ubicación en el diccionario Tomo 4, Página 142, Letra Letra R, Grupo Grupo RA


Ramírez (Cristóbal) iluminador de gran habilidad y natural de Valencia. Aunque fueron muchos los que trabajaron en los libros de coro para el real monasterio de San Lorenzo del Escorial, Ramírez fue el primero que estableció el orden y forma de los pergaminos y de la escritura. Se presentó a Felipe II con algunos libros para muestra de lo que hacía, y el rey le recibió en 21 de junio de 1566 por escritor de los de coro que deseaba hacer para aquel monasterio, con el sueldo anual de 50 ducados, y la obligación de vivir en el Escorial.

Como los pergaminos que se mandaron trabajar en Valencia no hubiesen salido tan buenos como se esperaba mandó el rey en 26 de noviembre de 68, que se suspendiese la escritura que hacía Ramírez, hasta que viniesen los que se habían encargado a Alemania, y que entretanto se podía retirar a su patria, si quería, corriéndole el sueldo por entero, y que se le diese una gratificación de 50 ducados. Se retiró en efecto a Valencia, donde estuvo cuatro años, sin dejar de trabajar, haciendo ensayos y pruebas con las pieles de Aragón y Cataluña y escribiendo el libro Intonario en dos cuerpos, El oficio de difuntos en uno, y El breviario nuevo en cantoría, que presentó al rey en 572, por lo que mandó al prior del Escorial que le perdonase 100 ducados, que había quedado debiendo a la fábrica del monasterio: que Ramírez pasase a Aragón y a Valencia en busca de pergaminos, como los que había presentado de muestra; y que se escribiese a los virreyes de aquellos reinos para que le prestasen todo el auxilio necesario a fin de evacuar su encargo. Y en 4 de septiembre de aquel año decretó, que se le pagasen sus [ pergaminos ] devengados, aunque no había vivido en el Escorial, como lo preveía su nombramiento, pues no se los quería satisfacer el tesorero, y que se le continuasen en Valencia.

Con su buena diligencia se pudo formalizar una contrata en 7 de junio de 74 entre Damián Exarque, mercader y vecino de Valencia, y don Juan Aguillón, bayle general de aquella ciudad y reino, obligándose aquel a proveer de pergaminos a satisfacción de Ramírez por el precio de 10 reales castellanos cada uno, con las circunstancias de haber de ser de piel de cabrío, sin agujero alguno, raspados por la parte del pelo y de la carne, del tamaño de la muestra que presentó el mismo Ramírez, y con otras condiciones que aprobó el rey. Por muerte de Exarque siguió la contrata Jaime Beltrán, tambien mercader de Valencia; y no habiendo entregado mil quinientos pergaminos en cada un año, como se había obligado, sino setecientos en dos años, se pasó real cédula, fecha en San Lorenzo a 2 de agosto de 576 al referido bayle general, para que se le hiciese cumplir el asiento en todas sus artes, mandando que Ramírez volviese al Escorial a trabajar, respecto de haberse descuidado en hacerlo en Valencia, y que se buscara una persona inteligente en pergaminos, que quedase en su lugar para recibirlos. Pero como Ramírez no pudiese obedecer prontamente la real orden por falta de medios para ponerse en camino, mandó el rey por otra cédula de 3 de diciembre del mismo año dar le una gratificación de 400 ducados sobre el baylage de aquel reino, para que con ella pagase sus deudas y volviese al Escorial.

A pocos días de haber llegado a este real sitio se murió su madre, después su mujer y una criada que había traido de Valencia, y en agosto de aquel año de 577 falleció Cristóbal, dejando dos hijos huérfanos y enfermos y una hija soltera sin ningún recurso para mantenerse. Pero Felipe II ordenó en 23 de octubre del mismo año que el prior de San Lorenzo pusiese la hija en un convento para que eligiese estado, y que se le avisase del que hubiere elegido para darle la dote: que respecto de que Pero Ramírez, hijo mayor del difunto Cristóbal, tenia buena forma de letra, se pusiese bajo la enseñanza de algún buen maestro, para que siguiese el arte de su padre; y que Cristóbal, hijo menor y estudiante, continuase en el colegio del Escorial, a fin de que pudiese lograr sus buenos propósitos en la carrera de las letras.

Junta de Obras y Bosques.

(Tomo IV, pp.142-145)

Consulta <Ramírez, Cristóbal (iluminador s. XVI)> en el libroEditar

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