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En este obra, el santo, todavía no ha sido atado al árbol. La luz divina que cae sobre él permite al artista centrarse en la representación de la expresión de su rostro y en el modelado de su cuerpo.
De primer origen desconocido, la obra figura en la colección de Isabel de Farseo Farnesio en el palacio de San Ildefonso en 1746 nº 1.118 atribuido a Vicente Carducho; en 1766 continúa en San Ildefonso, en la Casa de la Alhajas, sin atribución; en 1794 se encontraba en el Palacio de Aranjuez, en la Pieza de dormir de los Reyes, atribuido a Vicente Carducho; posteriormente pasó al Museo del Prado, que lo atribuyó a Bartolomé Carducho. En las “Adiciones ''Adiciones del catálogo 1920 '' p. 501 se volvió a atribuir a Vicente basándose en los inventarios reales; Longhi en 1927 lo atribuyó a Leonardo, lo mismo que Soria en 1950, siendo finalmente aceptado como de Leonardo en Catalogo del Prado de 1972 (“Adenda”, p. 879 nº 67), aunque desde 1945 se admitía la opinión de Longhi. Catálogos: 1854-58 nº 715; 1872-1907 nº 80; 1910-Actualidad [ P.000067 ].
'''Fuente Iconográfica:''' Museo del Prado: https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/el-martirio-de-san-sebastian/43684233-f5ef-42a6-a7e8-fe7496b4194d
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