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{{Obra:header}} ''Estandarte'' '''Observaciones:''' Las congregaciones, cofradías o hermandades adscritas a una corporación religiosa tienen su sede en una determinada capilla, iglesia o parroquia. El estandarte simboliza la imagen identificativa de cada corporación. En el siglo XVII se utilizaba el escudo, la insignia o la imagen del patrón de estas corporaciones como encabezamiento de las procesiones. A veces, la realización de un estandarte se encargaba a pintores relacionados con alguna cofradía. En este caso se conoce la relación de la parroquia de san Millán, que se levantaba en la actual calle de San Millán con la calle de Toledo, y Ruiz González, que vivió en la calle de Juanelo. Se conocen al menos tres pinturas de Ruiz González relacionadas con esta parroquia, probablemente desaparecidas junto al estandarte debido al incendio que destruyó por completo la iglesia en 1720. La primera referencia de estas obras es de Palomino: “y también un estandarte muy caprichoso de la congregación de San Millán y otro de la Venerable Orden Tercera d San Francisco”. Ponz no recoge este dato; Ceán sí y partir de éste el resto de autores pero sin aportar ningún dato más. El templo fue fundado en 1591 como un anejo dependiente de la parroquia de San Justo, cuya parroquialidad se había extendido notablemente hasta alcanzar el límite sur de la ciudad. Según cuentan las crónicas, el anejo se estableció sobre un antigua ermita dedicada a San Millán Abad, y que situada en la calle Toledo dependía del Hospital de la Latina. El templo fue reedificado en 1612 a expensas de la Parroquia de San Justo, y posteriormente se le agregó la Capilla mayor, financiada por la Congregación del Santo Cristo de las Injurias, y que según Álvarez y Baena costó 14.500 ducados. En 1676, la misma congregación mandó construir el retablo mayor, en donde se colocó la famosa imagen del Santo Cristo de las Injurias, en cuyo interior se custodiaban las cenizas de un crucifijo que unos judíos quemaron en 1630. Esta imagen, era la preferida por el Tribunal de la Inquisición para presidir los Autos de Fe en Madrid. El 14 de marzo de 1720, todo el edificio fue reducido a cenizas por un terrible incendio, por lo que fue reconstruida de nueva planta siguiendo un proyecto de Teodoro Ardemans, colocándose de nuevo el Santísimo el 24 de septiembre de 1722. Tras convertirse en parroquia independiente en 1805, fue derribada en 1869 durante los años del sexenio revolucionario, trasladándose su parroquialidad a la iglesia del antiguo convento de San Cayetano. {{Obra:footer}}[[Category:Obras]]
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