Diferencia entre revisiones de «Cano de Arévalo, Juan»
Línea 32: | Línea 32: | ||
− | '''Cano de Arévalo''' (Juan) pintor. Nació en la villa de Valdemoro el año de 1656, y fue discípulo de Francisco Camilo en Madrid. Como se había acomodado a pintar figuras pequeñas, en las que hacía mayores progresos que en las grandes, se dedicó a pintar [[ | + | '''Cano de Arévalo''' (Juan) pintor. Nació en la villa de Valdemoro el año de 1656, y fue discípulo de Francisco Camilo en Madrid. Como se había acomodado a pintar figuras pequeñas, en las que hacía mayores progresos que en las grandes, se dedicó a pintar [[abanicos_-_Cano_de_Arévalo,_Juan|''abanicos'']], y para que tuviesen mejor y más pronto despacho, usó de una treta bien conocida entre los mercaderes: encerrase en su casa, y en un invierno pintó una gran partida, que suponiendo haberle venido de Francia en comisión, en pocos días quedó sin ninguno. Como le salió bien el ensayo, pensó con seriedad dedicarse plenamente a este ejercicio, en el que adquirió gran estimación y el título de pintor de la reina. |
Línea 40: | Línea 40: | ||
− | Quiso probarse en figuras grandes, y pintó al temple la [[ | + | Quiso probarse en figuras grandes, y pintó al temple la [[capilla_de_las_santas_formas_-_Cano_de_Arévalo,_Juan|''capilla de las santas formas'']] del colegio de los jesuitas de Alcalá: el [[presbiterio_y__colaterales_-_Cano_de_Arévalo,_Juan|''presbiterio y colaterales'']] de la parroquia de santa María de aquella ciudad; y la [[capilla_de_nuestra_señora_del_Rosario_-_Cano_de_Arévalo,_Juan|''capilla de nuestra señora del Rosario'']] de su patria: todo con bastante manejo, pero sin el acierto y gusto que tenía en pequeño y en sus [[abanicos_-_Cano_de_Arévalo,_Juan|''abanicos'']], que aún son estimados los pocos que se conservan. |
''Palomino.'' | ''Palomino.'' |
Revisión del 19:45 19 ene 2021
Especialidad | pintor |
---|---|
Fallecimiento | 1696 Madrid |
Cronología | XVII |
Ciudad de trabajo | [[Especial:Browse/:Madrid, Alcalá de Henares [Comunidad de Madrid]|Madrid, Alcalá de Henares [Comunidad de Madrid]]] La propiedad «Ciudad de trabajo» (como tipo de página) con el valor de entrada «Madrid, Alcalá de Henares [Comunidad de Madrid» contiene caracteres inválidos o está incompleto, por lo que puede causar resultados inesperados durante una consulta o proceso de anotación. |
Ubicación en el diccionario | Tomo 1, Página 225, Letra C, Grupo CA |
(Actualizado 11/8/2007) -----
Cano de Arévalo( Juan) pintor. Especialista en pintar abanicos, trabajó también al fresco y temple en diversas iglesias de Alcalá (de Henares) y Valdemoro ( ambas en la comunidad de Madrid).
Pérez Sánchez, Alfonso E, Pintura Barroca en España 1600-1750, Cátedra, Madrid, 2000, p. 335.
(Original antes de actualización de 11/8/2007) -----
Cano de Arévalo (Juan) pintor. Nació en la villa de Valdemoro el año de 1656, y fue discípulo de Francisco Camilo en Madrid. Como se había acomodado a pintar figuras pequeñas, en las que hacía mayores progresos que en las grandes, se dedicó a pintar abanicos, y para que tuviesen mejor y más pronto despacho, usó de una treta bien conocida entre los mercaderes: encerrase en su casa, y en un invierno pintó una gran partida, que suponiendo haberle venido de Francia en comisión, en pocos días quedó sin ninguno. Como le salió bien el ensayo, pensó con seriedad dedicarse plenamente a este ejercicio, en el que adquirió gran estimación y el título de pintor de la reina.
La afición y destreza que tenía en la esgrima le hacían perder mucho tiempo, que ocupa en compañía de los valientes: le llevaron a Andalucía a ostentar su habilidad y le ocasionaron la muerte de resultas de un desafío que tuvo en una fiesta de toros en Alcalá de Henares; y aunque salió victorioso de su enemigo, acudieron dos amigos de este, que estaban ocultos y asesinaron al esforzado Cano, que pudo llegar a Madrid a espirar en su cama el año de 96 a los cuarenta de edad.
Quiso probarse en figuras grandes, y pintó al temple la capilla de las santas formas del colegio de los jesuitas de Alcalá: el presbiterio y colaterales de la parroquia de santa María de aquella ciudad; y la capilla de nuestra señora del Rosario de su patria: todo con bastante manejo, pero sin el acierto y gusto que tenía en pequeño y en sus abanicos, que aún son estimados los pocos que se conservan.
Palomino.
(Tomo I, pp.225-226)