Diferencia entre revisiones de «Cano, Alonso»

De Diccionario Interactivo Ceán Bermúdez
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'''Cano''' (Alonso) pintor, escultor y arquitecto. Nació en la ciudad de Granada el día 19 de marzo del año de 1601, y fue bautizado en la parroquia de San Ildefonso: fueron sus padres Miguel Cano, ensamblador y arquitecto de retablos, natural de la villa de Almodóvar del Campo, y doña María de Almansa, de la de Villarobledo, pueblos de la Mancha. Su padre le enseñó la arquitectura y habiendo trasladado este su casa y familia a Sevilla, por consejo del pintor Juan del Castillo, cuando estuvo en Granada, aprendió Alonso la escultura con su paisano Juan Martínez Montañés, que también se había establecido en aquella capital, y la pintura con Francisco Pacheco y después con el citado Castillo. Mas el estilo de sencillez en las actitudes, de grandiosidad en las formas, de verdad y buen gusto en el plegar de los paños, que adoptó en la escultura, hacen sospechar, que su verdadero maestro haya sido el estudio que pudo haber hecho en las [[asfunction:link_clave,974517|''<span class="underline">estatuas</span>'']] y [[asfunction:link_clave,182989|''<span class="underline">bustos griegos</span>'']] que había entonces en Sevilla en el palacio del duque de Alcalá, llamado casa de Pilatos, pues que ni el Montañés podía enseñarle tan buenas máximas, ni él podía haber inventado unas formas tan parecidas a las del antiguo.
 
'''Cano''' (Alonso) pintor, escultor y arquitecto. Nació en la ciudad de Granada el día 19 de marzo del año de 1601, y fue bautizado en la parroquia de San Ildefonso: fueron sus padres Miguel Cano, ensamblador y arquitecto de retablos, natural de la villa de Almodóvar del Campo, y doña María de Almansa, de la de Villarobledo, pueblos de la Mancha. Su padre le enseñó la arquitectura y habiendo trasladado este su casa y familia a Sevilla, por consejo del pintor Juan del Castillo, cuando estuvo en Granada, aprendió Alonso la escultura con su paisano Juan Martínez Montañés, que también se había establecido en aquella capital, y la pintura con Francisco Pacheco y después con el citado Castillo. Mas el estilo de sencillez en las actitudes, de grandiosidad en las formas, de verdad y buen gusto en el plegar de los paños, que adoptó en la escultura, hacen sospechar, que su verdadero maestro haya sido el estudio que pudo haber hecho en las [[asfunction:link_clave,974517|''<span class="underline">estatuas</span>'']] y [[asfunction:link_clave,182989|''<span class="underline">bustos griegos</span>'']] que había entonces en Sevilla en el palacio del duque de Alcalá, llamado casa de Pilatos, pues que ni el Montañés podía enseñarle tan buenas máximas, ni él podía haber inventado unas formas tan parecidas a las del antiguo.

Revisión del 19:09 27 abr 2020

Cano, Alonso
Alonso cano.JPG
Born19 de febrero de 1601
Died3 de septiembre de 1667
NationalityEspañol
Known forpintor, escultor, arquitecto

Cano (Alonso) pintor, escultor y arquitecto. Nació en la ciudad de Granada el día 19 de marzo del año de 1601, y fue bautizado en la parroquia de San Ildefonso: fueron sus padres Miguel Cano, ensamblador y arquitecto de retablos, natural de la villa de Almodóvar del Campo, y doña María de Almansa, de la de Villarobledo, pueblos de la Mancha. Su padre le enseñó la arquitectura y habiendo trasladado este su casa y familia a Sevilla, por consejo del pintor Juan del Castillo, cuando estuvo en Granada, aprendió Alonso la escultura con su paisano Juan Martínez Montañés, que también se había establecido en aquella capital, y la pintura con Francisco Pacheco y después con el citado Castillo. Mas el estilo de sencillez en las actitudes, de grandiosidad en las formas, de verdad y buen gusto en el plegar de los paños, que adoptó en la escultura, hacen sospechar, que su verdadero maestro haya sido el estudio que pudo haber hecho en las estatuas y bustos griegos que había entonces en Sevilla en el palacio del duque de Alcalá, llamado casa de Pilatos, pues que ni el Montañés podía enseñarle tan buenas máximas, ni él podía haber inventado unas formas tan parecidas a las del antiguo.

De este su primer tiempo [San Luis: San Francisco de Borja,] hay cinco retablos en Sevilla, tres [retablos] en el colegio de San Alberto, y dos [retablos] en el monasterio de Santa Paula, cuya arquitectura, estatuas y pinturas son de su mano, y exceden a las obras de los maestros de Cano. El año de 1628 se encargó al padre el retablo mayor de la parroquia de la villa de Lebrija; y en el siguiente se otorgó escritura, presente la traza que había ejecutado, con las correspondientes condiciones, ante Diego Martínez, siendo la primera, pagarle 3000 ducados en concluyéndole. En el de 630 se traspasó la obra a su lijo Alonso, acaso por la muerte del padre, y la dio concluida en el de 36, pagándole además de la cantidad contratada 250 ducados de demasías, según tasación del Montañés y de Jerónimo Velázquez, nombrados, el primero por Cano, y el segando por la fábrica, a cuyo efecto fueron de Sevilla a Lebrija. Palomino hace grandes justos elogios de la escultura de este retablo, particularmente de la estatua de la Virgen con el niño, colocada en el nicho principal; y Ponz añade que los lienzos [cuadros] que hay en él, están pintados por Cano, en lo que padeció equivocación, pues son de mano de Pablo Legot, como se demostrará en su artículo.

Por esta época pocos profesores le disputaban en Sevilla la primacía en las tres facultades, y su genio poco sufrido no le permitía concederla a ninguno. No sé si sobre este punto o sobre otro tuvo entonces un desafío con el pintor don Sebastián de Llano y Valdés, sujeto acreditado por su mérito y moderación; y siendo Cano más diestro en la espada, quedó su rival herido, por lo que hubo de salir huyendo de aquella ciudad y se vino a Madrid el año de 37.

Encontró abrigo en la amistad de su condiscípulo don Diego Velazquez, que había vuelto de Italia, y estaba en su mayor altura en la corte, quien le proporcionó la protección del conde duque de Olivares. Consiguió con ella el año de 39 ser destinado a la dirección de algúnas obras en los palacios reales, pero no la plaza de maestro mayor, como asegura Palomino, pues entonces la obtenía Juan Gómez de Mora: logró la estimación y aprecio del padre fray Juan Bautista Maíno: ser pintor del rey; y maestro de dibujo del príncipe don Baltasar. Por este tiempo fue guando pintó el monumento de semana santa para el convento de San Gil [convento Real de San Gil de la reforma de san Francisco junto al Palacio Real], el arco triunfal para la puerta de Guadalajara en la entrada de doña Mariana de Austria, segunda esposa del rey, y otras muchas obras al óleo, que están repartidas por el reino.

En 643 pasó Cano a Toledo a oponerse a la plaza de maestro mayor de aquella santa iglesia, que se confirió en 13 de agosto del mismo año a Felipe Lázaro de Goyti; y si es cierta la historia que se cuenta de haberse atribuido a Alonso la muerte de su mujer, por la que dicen fue preso en la cárcel de corte [en la plaza de la Provincia], y que sufrió el tormento sin haberla confesado, pertenece al intervalo que hay desde este último año al de 650, que residía en Madrid.

Pero se han hecho las mas activas diligencias por nuestra parte para descubrir el proceso de su causa, y no se ha podido hallar. Don Lázaro Díaz del Valle, que vivía en Madrid en su tiempo, nada dice de ella, aunque cuenta mil particularidades de su vida, que copió Palomino; solamente este escritor la describe con circunstancias inverosímiles, refiriéndose a lo que había oído en casa de los herederos de don Rafael Sanguineto después del año de 700.

El de 647, en que fue nombrado mayordomo de la hermandad de nuestra Señora de los Dolores, establecida en el colegio de santo Tomás de esta corte, se le condenó en l00 ducados de multa por no haber querido concurrir a la procesión de semana santa, a la que asistían los alguaciles de corte, plateros y pintores en cuerpo; y desde entonces se ha seguido pleito entre estos y los alguaciles sobre la propia asistencia: tengo en mi poder representaciones originales de Matías de Torres, de José Donoso, y aun de Lucas Jordán [Luca Girdano] en 695, que la resistían por no concurrir con los alguaciles.

En 650 volvió Cano a Toledo al reconocimiento de la obra del Ochavo de aquella catedral, y dio sobre ella su parecer. No hay duda de que estuvo en Valencia y en la cartuja de PortaCoeli, como lo manifiestan sus obras en ambas partes, y que restituido a Madrid pensó en volver a Granada, y hacerse eclesiástico para vivir y trabajar con algún descanso. Diré lo que pasó para conseguirlo, con referencia á los papeles del archivo de aquella catedral, de los que conservo un certificado.

Habiendo vacado en ella una ración de músico de voz, pudo Cano persuadir al cabildo la utilidad que resultaría a la iglesia si se cambiasen sus funciones en las de las bellas artes, de que había mas necesidad para el adorno y decoro del templo, pues eran sobrados los músicos para el canto, y que confiriéndosela, se lograba tener un arquitecto, escultor y pintor, que se emplearía en lo que se le mandase. El cabildo que tenia. noticias del mérito y fama de Cano, conoció las ventajas, y lo representó a Felipe IV. S. M. en vista de las razones de necesidad y conveniencia, vino en condescender a la instancia por real orden de 11 de septiembre de 651, con la condición de que Cano se ordenase in sacris dentro de un año.

Se le dio la colación y posesión en 20 de febrero de 52, se le puso su obrador en el primer piso de la torre de la catedral, suministrándole el cabildo lo necesario para las obras que hubiese de trabajar, y dispensándole la asistencia al coro, excepto los días festivos. Pasado el año sin haberse ordenado, se le concedió prórroga por más tiempo; y finalizada sin haber dado prueba algúna de querer hacerse subdiácono, el cabildo ocurrió al rey para que se diese la ración por vacante. S. M. teniendo presente lo que Cano también le había representado, mandó por otra real cédula de 29 de agosto de 56, que no ordenándose en las próximas témporas, se diese la prebenda por vacante, y se fijasen los edictos.

Pero como también hubiesen pasado las témporas sin haber sido ordenado, el cabildo dio cabal cumplimiento a lo mandado por S. M. y Cano ocurrió al provisor, quejándose del despojo que se le había hecho de su prebenda, pidiendo testimonio de los autos capitulares en que se había tratado este negocio, el que en efecto se le dio. Vino con él a la corte a deducir sus instancias, y habiendo el obispo de Salamanca conferídole una capellanía, le ordenó de subdiácono a título de ella; y en este estado el rey mandó por cédula de 14 de abril de 58 que se le restituyese su ración con los frutos caídos, lo que así se ejecutó; y la disfrutó tranquilamente hasta la muerte.

Sucedió esta el día 5 de octubre de 1667, después de haber otorgado testamento ante Pedro de Urrea, y fue enterrado en el panteón de los prebendados de la catedral. Palomino por equivocación, o por error de imprenta, la alarga hasta el año de 76, pero yo escribo con la partida de entierro a la vista.

Alonso Cano ha sido uno de los mejores artistas que tuvo España sin haber salido de ella. Ninguno le ha igualado en la exactitud de ojo: nadie mas dibujante que él sin faltar a la grandiosidad del antiguo, ni a la naturaleza; ni hubo quien le excediese en las tintas, ni en la sencillez de la composición. Plegó los paños con suma gracia e inteligencia dando razón de las partes principales del desnudo; y tuvo tal exactitud en las extremidades, como son manos y pies, que le distingue de los demás profesores. A pesar de la belleza de sus lienzos, son aun más apreciables sus esculturas, que ejecutaba con más facilidad y dominio: así lo confesaba él mismo a sus discípulos, cuando después de haber estado pintando toda la mañana, pedía un mazo y formón para descansar desbastando un leño. La arquitectura de sus retablos corresponde al gusto de su tiempo, en que ya se usaban las cartelas y otros adornos pesados.

De pocos artistas ha habido tantos diseños como de éste, porque de ninguno hubo tantos motivos para ello [retablo de San Andrés de Madrd,]. Jamás ejecutó obra alguna en las tres bellas artes, que antes no trazase; y cuando no se hallaba con dinero, socorría a los que le pedían limosna con algún dibujo, que formaba en el instante, con proporción a la inteligencia, gusto y deseo del que le podía comprar, a cuya casa dirigía al pobre, que hallaba pronto y suficiente socorro. También hacia diseños para las obras que se encargaban a sus discípulos, y se divertía muchas veces en dibujar sin destino determinado, que concluía con suma gracia y limpieza. La mayor parte son [dibujos] de pluma sobre papel blanco, ayudados con tinta parda, no son los menos apreciables los más abreviados, porque manifiestan mejor su gran saber, su tino y talento. Muchos de estos han salido del reino, por lo que se han hecho raros. Conservo alguno; pero don Pedro González Sepúlveda, grabador general de las reales casas de moneda, posee una gran parte de ellos.

En todo fue Cano original hasta en la rareza y extravagancias de su genio duro y fuerte, aunque dotado de un corazón tierno y caritativo. Fue muy propio de su carácter la aversión a los penitenciados por el santo Tribunal: lo fue el pasaje que le sucedió con el oidor de Granada, que por pagarle con vilipendio un san Antonio que le había encargado, le hizo pedazos en su presencia: el no haber querido concluir el coro de la catedral de Málaga, por la misma razón, atribuyéndolo a desprecio de su mérito; y el no querer mirar el crucifijo que le presentaba el sacerdote cuando le estaba auxiliando para morir, por estar mal ejecutado, pidiendo una cruz con la que falleció abrazado; mas desmentía estos accidentes con el afecto e interés que tomaba en la enseñanza de sus discípulos, ayudándoles en las dificultades, y muchas veces concluyéndoles sus obras. Los más adelantados en la pintura fueron: Alonso de Mesa, Miguel Jerónimo Cieza, don Sebastián de Herrera Barnuevo, Pedro Atanasio Bocanegra, Ambrosio Martínez, Sebastián Gómez y don Juan Niño de Guevara; y en la escultura Pedro de Mena y José de Mora.

Sus obras públicas y principales están repartidas en los templos del reino; y aunque sean muchas no puedo privar a los inteligentes y aficionados de señalarlas, porque todas son muy apreciables.

SEVILLA.

CATEDRAL.

-Un bellísimo cuadro que representa a la Virgen de medio cuerpo con el niño desnudo en los brazos, en un altar inmediato a la puerta que va al patio de los Naranjos (1).

SAN ANDRÉS, PARROQUIA.

-Una estatua de la Concepción [Inmaculada] en el remate del retablo mayor.

SAN JUAN DE LA PALMA

-Otra de San Juan Evangelista en el colateral del lado del evangelio.

SAN MARTÍN

-Los lienzos que representan a Cristo muerto, su resurrección y ascensión, san Esteban y san Lorenzo en el retablo de una capilla del lado de la epístola.

SANTA LUCÍA

-Una excelente estatua de la Concepción [Inamculada] en lo alto del retablo mayor.

UNIVERSIDAD LITERARIA.

-Dos cuadros de san Juan Bautista y de san Juan Evangelista en el retablo principal de esta iglesia, que lo fue de la casa profesa de los jesuitas.

MONTE SIÓN.

-Un lienzo en el basamento del retablo colateral del lado del evangelio, que representa el purgatorio(2).

MERCENARIOS DESCALZOS

-El cuadro que representa a santa Ana y a la Virgen en su capilla.

COLEGIO DE SAN ALBERTO.

-La pintura, escultura y arquitectura de tres retablos: en el primero hay una calle de la Amargura pintada con santos a los lados: en el segundo una magnífica estatua de santa Teresa, encima y a los lados varios pasajes de su vida [santa Teresa] pintados con un estilo más fuerte y empastado que el que después siguió; y en el tercero otra estatua de santa Ana, sentada dando lección a su hija santísima, y diferentes santos en los intercolumnios.

MONJAS DE LA CONCEPCIÓN, JUNTO A SAN JUAN DE LA PALMA.

-La estatua de piedra de la [Inmaculada] Concepción en la portada de la iglesia.

MONJAS DE SANTA ANA.

-Otra en madera de San Juan Evangelista en su retablo.

MONJAS DE SANTA PAULA.

-Los dos retablos colaterales: en el del lado de la epístola está la estatua de san Juan Bautista, en lo alto un medio relieve del bautismo de Cristo, y en el medio dos graciosos mancebos, que sostienen en una palangana la cabeza del precursor y otras figuras: en el del lado del evangelio la estatua sentada de san Juan Evangelista, más arriba una medalla del martirio de la tina de aceite con varios angelitos, y en los intercolumnios ocho pinturas relativas a la vida [san Juan Evangelista] del santo.

SANTA MARÍA DE LAS CUEVAS

CARTUJA.

-Once cuadros, cuyas figuras son un poco más pequeñas que el tamaño del natural, en esta forma. Ocho apaisados en el refectorio: a saber: Adán y Eva arrojados del paraíso: Adán trabajando la tierra y Eva criando a sus hijos: David con la cabeza de Goliat: san Rafael y Tobías: el sacrificio de Abrahán: la muerte dé Abel: Jesucristo y la Samaritana; y José huyendo de la mujer de Putifar. En la sacristía una bella copia de Rafael de Urbino, que representa a la Virgen con el niño y san Juanito [san Juan Bautista niño]: un crucifijo [Cristo crucificado] en el oratorio bajo de la celda prioral; y un excelente cuadro en la capilla del Cristo, que representa a la Virgen con el niño sentada en un trono de nubes, y en primer término a san Pedro apóstol y a santa Clara arrodillados (3).

LEBRIJA.

PARROQUIA.

-Las estatuas de la Virgen con el niño en el nicho principal del retablo mayor, el crucifijo [Cristo crucificado] en el ático, y las de san Pedro y san Pablo a los dos extremos.

CARTUJA DE JEREZ.

-Dos excelentes cuadros en la sacristía, que figuran a san Pedro y a san Francisco, a quien un ángel presenta la redoma de agua.

CÓRDOBA.

CATEDRAL.

-Otros dos de la [Inmaculada] Concepción y anunciación de [la Virgen] nuestra Señora en la sacristía.

SAN FRANCISCO.

-Un excelente Eccehomo en la capilla de los Cañetes.

MADRID.

PALACIO NUEVO [PALACIO REAL].

-El célebre cuadro de Jesucristo muerto y sostenido por un ángel, y un san Benito de medio cuerpo.

SAN ISIDRO EL REAL [COLEGIATA DE SAN ISDRO El REAL, ANTIGUO COLEGIO IMPERIAL E IGLESIA DE SAN FRANCISCO JAVIER DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS, EN LA CALLE TOLEDO]

-La Virgen con el niño y un san Ignacio en dos lienzos, colocados en la entrada a la capilla del Buen consejo. En la de la Concepción el cuadro que está en el ático del retablo, y representa la coronación de [la Virgen] nuestra Señora, y unos santos en el zócalo. Una [Inmaculada] Concepción en la sacristía, que pintó Cano para el anterior retablo, y en su lugar hay una estatua de este misterio [Concepción], ejecutada por su discípulo José de Mora.

SANTA MARÍA, PARROQUIA [EN LA CALLE DE LA ALMUDENA]

-El cuadro colocado en el altar mayor, que representa a san Isidro sacando el niño de un pozo.

SAN MIGUEL PARROQUIA, [EN LA PLAZUELA DE SAN MIGUEL]

-En un poste de esta iglesia había antes del incendio acaecido el año de 1790 un lienzo de santa Catalina.

SANTIAGO [PARROQUIA, EN LA PLAZUELA DE SANTIAGO]

-Un san Francisco a quien el ángel presenta una redoma, en el retablo colateral del lado de la epístola, y un Buen pastor en la puerta del sagrario. El ángel de la redoma ya no está en este retablo.

SAN GINÉS [PARROQUIA, EN LA CALLE DE BORDADORES]

En el colateral del lado de la epístola de la capilla del Cristo el famoso lienzo que representa al Señor [Cristo] desnudo y sentado sobre una peña en el monte calvario, mientras unos sayones taladran la cruz en primer término, y en segundo la Virgen, san Juan y la Magdalena [Cristo de la Humildad]. Antes de la reparación de esta iglesia había en un poste un san José y la anunciación de nuestra Señora [Virgen] también de mano de Cano.

SAN MARTÍN [MONASTERIO DE SAN MARTÍN DE PADRES BENEDICTINOS, SE CONTABILIZA COMO PARROQUIA, EN LA PLAZUELA DE LAS DESCALZAS]

-El cuadro del crucifijo [Cristo crucificado], que se trasladó de la escalera a una, capilla de esta iglesia.

MONSERRAT [CONVENTO DE MONSERRAT DE PADRES BENEDICTINOS EN LA CALLE DE SAN BERNARDO]

-El célebre crucifijo [Cristo crucificado] de escultura del tamaño del natural, en una capilla del lado de la epístola.

CARMEN DESCALZO [CONVENTO DE SAN HERMENEGILDO DE CARMELITAS DESCALZOS EN LA CALLE DE ALCALÁ]

-Un cuadro pequeño de un Cristo a la columna en la primera pieza del camarín, y otro de un crucifijo [Cristo crucificado] en la tercera. No sé si los padres los han vendido, como lo han hecho con una Magdalena de la misma mano.

REAL ACADEMIA DE SAN FERNANDO [EN LA CALLE DE ALCALÁ]

-Una Virgen de la piedad con [Cristo] el Señor difunto en la sala de juntas.

ESCORIAL.

CASINO DEL REY.

-Otra santa María Magdalena y algunos otros cuadros [Noli me tangere, ] de su mano.

TOLEDO.

CAPUCHINOS

-Nuestra Señora [Virgen] con el niño y san Bernardo en el remate del retablo del crucero del lado de la epístola.

ALCALÁ DE HENARES.

SAN DIEGO.

Un san Francisco en la capilla de san Diego. Principió Cano el san Antonio que está en frente, y le concluyó Bartolomé Román, quien pintó los demás cuadros.

GETAFE.

PARROQUIA.

-Las pinturas del retablo mayor, que representan pasajes de la vida santa María Magdalena, y las de los colaterales, relativas al niño Dios y a la virgen de la Paz[San Miguel, San José con Niño, La Anunciación, Ecce Homo, un Santo Domingo y un San Agustín, ].

CUENCA.

SAN FELIPE NERI.

-El nacimiento del [Cristo] Señor y el misterio de la Trinidad en la sacristía con figuras del tamaño del natural.

CARTUJA DEL PAULAR.

-Una pintura de san Miguel en su capilla, frente a la ventana.

ÁVILA.

CARMELITAS DESCALZAS.

-Un lienzo en el presbiterio al lado del evangelio, que representa al Señor [Cristo] a la columna, y es una de sus mejores obras.

VALENCIA.

SAN JUAN DE LA RIBERA.

-El cuadro principal del retablo mayor, que representa el bautismo de Cristo, y otro encima de la beatísima Trinidad.

SAN FRANCISCO

-Otro de san Vicente predicando, colocado en una capilla del lado de la epístola.

EL SOCÓS.

-Un crucifijo en madera del tamaño del natural en un altar.

CARTUJA DE PORTA-COELI.

-En la sacristía los siete cuadros siguientes: el niño Dios entre serafines: san Juan Bautista: san Juan Evangelista: un Cristo [Señor] a la columna: un retrato de un venerable carmelita; y otro de una mujer llamada Inés Moncada, que se retiró a vivir en aquel desierto; y en la celda prioral otro lienzo con un crucifijo [Cristo crucificado].

GRANADA.

CATEDRAL

-Siete cuadros grandes en el presbiterio, que representan: la concepción, natividad y presentación de [la Virgen] nuestra Señora en el lado del evangelio: la anunciación como titular en el medio; y en el de la epístola la visitación, la purificación y la asunción; y dos cabezas de escultura, mayores que el tamaño del natural, que representan a nuestros primeros padres [Adán y Eva]. Cuatro cuadros con figuras de medio cuerpo en el altar colateral de Jesús nazareno: representan la calle de la Amargura, san Agustín, un Jesús y una María. El Padre Eterno sosteniendo a su hijo santísimo difunto en la capilla de la Trinidad: un cuadro de la Concepción en el oratorio de la sacristía: en la sacristía una estatua de este misterio: [concepción] otra más chica de la virgen del Rosario, que hizo para el remate del facistol del coro; y un busto de san Pablo.

PALACIO ARZOBISPAL.

-Un excelente cuadro de la virgen de Rosario con el Niño en los brazos, de cuerpo entero y del tamaño del natural.

EL ANGEL, MONJAS FRANCISCAS.

-Dos cuadros en el altar mayor, que representan de medio cuerpo a san Agustín y santa Ana, y otros dos a Jesús y María: un niño dormido en un ángulo de la capilla mayor; y en el opuesto la Magdalena en el desierto. Ocho cuadros grandes, que figuran los principales misterios de la vida de la Virgen, repartidos por la iglesia: dos semicírculos sobre dos puertas en que están pintados san Pedro en la prisión y san Juan en el desierto: en el testero de la sacristía un lienzo grande con las figuras del Señor [Cristo] y de su Madre sentadas en actitud de hablarse y un ángel detrás:en la misma pieza otro lienzo con el ángel Custodio; y encima de la reja del coro otro cuadro con la Virgen en un rompimiento de gloria. Y la estatua de mármol del ángel de la Guarda, que está en la portada de la iglesia. Pedro de Mena ejecutó la escultura del retablo mayor por modelos de su maestro Cano.

SANTA CATALINA DE ZAFRA.

MONJAS DOMINICAS.

-Catorce lienzos con figuras de medio cuerpo, repartidos por la iglesia, y representan al Salvador, la Virgen y los doce Apóstoles [apostolado] [san Pedro, san Andrés, Santiago el Mayor, san Juan, santo Tomás, san Mateo, san Simón, Santiago el Menor, san Felipe, san Bartolomé san Judas Tadeo, san Matías], cuyas cabezas parecen de Pablo Veronés.

AGUSTINOS CALZADOS.

-Un Eccehomo de pintura en lo alto del retablo de la capilla de la soledad: los lienzos del claustro están pintados por don Juan Niño de Guevara por dibujos de Cano su maestro.

CARMEN CALZADO.

-San Jerónimo y la Magdalena apaisados en la sacristía.

CARTUJA.

-Otra Magdalena de más de medio cuerpo en la capilla de los Apóstoles.

SAN FRANCISCO.

-Una Virgen con el niño en brazos en la celda provincial.

SAN DIEGO.

-Los lienzos del retablo mayor, que representan la beatísima Trinidad, san Buenaventura y san Pedro de Alcántara, y otros cuatro santos de medio cuerpo: otro de la Virgen del Regalo en un ángulo de la capilla mayor: una Concepción y un san Francisco en los retablos colaterales; y encima de la puerta de la sacristía otro san Francisco recostado, oyendo el instrumento que tañe un ángel: en el ante coro otra Concepción con ángeles, reputada por su mejor obra.

MURCIA.

SAN NICOLÁS.

-Una estatua de san Antonio de tres cuartas de alto en una urna colocada en el altar del crucero al lado del evangelio: en la peana hay un letrero con caracteres de bronce, que dice: A devoción del ilustrísimo señor don Alonso de San Martín, abad de Alcalá la real, el racionero Alonso Cano faciebat en Granada.

MÁLAGA.

CATEDRAL.

-Un gran cuadro de la virgen del Rosario en trono de gloria y varios santos y santas adorándola, en una capilla.

SANTO DOMINGO.

-El retrato de don fray Antonio Henríquez, obispo de esta ciudad, colocado en el presbiterio.

LA ENCARNACIÓN.

-La estatua de la [Inmaculada] Concepción sobre la puerta principal.

(1) Aunque esta Virgen sea la primera pintura que se señala, pudo haber sido la última que haya hecho Cano, pues pintó en Málaga para don Andrés Cascantes, racionero músico de esta santa iglesia [catedral] de Sevilla, quien mandó colocarla en el sitio que se venera.

(2) No son de mano de Cano las pinturas del retblo mayor de esta iglesia, como dice Palomino, siono de su maestro Juan del Castillo; pero se le atribuye con algún fundamento su arquitectura [Traza] y escultura.

(3 -nota 1 p.218-) No se pintaron estos lienzos [cuadros] para el monasterio, pues los compró la comunidad no ha pocos años.

Archivo de la Catedral de Granada, Archivo de las Iglesias de Lebrija y de Otras Inclusa la Catedral de Toledo, Díaz del Valle, Palomino, Ponz.

(Tomo I, pp.208-225)