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Francisco Javier Santiago Palomares
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Especialidad dibujante y archivero
Fallecimiento 1796 Madrid
Cronología XVIII
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Ubicación en el diccionario Tomo 4, Página 345, Letra S, Grupo SA

Santiago palomares (don Francisco Javier) dignísimo de este lugar por su extraordinaria afición a las bellas artes, por su delicado gusto y conocimiento en diseñar a la pluma y [ diseñar ] con tinta de china, y por el acierto con que ha dibujado cuatro vistas de Toledo, varios retratos de ilustres españoles hallados en los archivos que han estado a su cuidado, países [ paisajes ], orlasy frontispicios para libros.


Nació en la ciudad de Tordo el día 1 de marzo de 1728, y fueron sus padres don Francisco de Santiago Palomares, agente general de la dignidad arzobispal de esta diócesis, y doña Josefa López Molero y Pedraza, ambos de familias nobles y distinguidas. Desde muy tierna edad mostró un genio amable, inclinación a la virtud, pasión y gusto al dibujo, a los libros y a los papeles antiguos. Su padre, que fue muy instruido en ciencias y antigüedades con escogida librería y numerosa colección de medallas, procuro dirigirle por el buen camino de la virtud y de la sabiduría, enseñándole las humanidades, el dibujo, el estudio de las antigüedades, y dedicándole a entender y escribir los caracteres antiguos, a cuanto abraza la paleografía y la diplomática. Llegó a hacer tales progresos, que a los dieciocho años de edad se le consideró capaz, de acompañar al padre Burriel en el reconocimiento del archivo de la santa iglesia de Toledo, y de otros; y el rey en premio de su buen desempeño le confirió una plaza de oficial de la contaduría general de rentas provinciales.


Desde entonces comenzó a trabajar sin intermisión en asuntos utilísimos al Estado, que no debemos dejar en silencio, aunque parezcan importunos para nuestro propósito


Dirigió y trabajó de real orden la copia de veintiún volúmenes de marca mayor, que contienen la colección de documentos que había en Roma en el archivo de España en tiempo e Felipe II, recogidos por el erudito Juan de Berzosa. Sacó diferentes copias con sumo aseo y corrección de cartas geográficas, que sirvieron para la demarcación de límites en América de los dominios de España y Portugal. Asistió como inteligente en caracteres antiguos al registro de varios archivos que de orden del rey hicieron algunos comisionados para comprobar el patronato de las catedrales del reino; y copió con exactitud un misal gótico del siglo IX, imitando sus carácter y las notas musicales que se usaba en la liturgia isidoriana rito mozárabe, cuyo ejemplar está en la librería de S. M. [ la Real biblioteca frente al anfiteatro de los Caños del Peral, en la plazuela de la Bibliteca ].


Le nombró en 762 para ayudar al ilustísimo Bayer en la foramción del índice de los manuscritos antiguos, griegos, hebreos, latinos y castellanos, que existen en la real biblioteca del Escorial, lo que desempeñó en dos años en cuanto gruesos volúmenes con variedad de letras, hermosura limpieza, que merecieron los elogios de todos los inteligentes y personas de buen gusto. También le nombró el rey en 764 para que ayudase al archivero de Estado don Benito Gayoso en la mudanza y coordinación de todos los papeles de aquel archivo desde el Buen Retiro al palacio nuevo [ Palacio Real ] de Madrid, desempeñando casi por si sólo tan delicada como embarazosa comisión, por la que fue premiado con una plaza de oficial en el mismo archivo.


Dirigió en 73 con el señor Santander, bibliotecario mayor, la gran obra de un juego completo de punzones y matrices de letras de todos los tamaños para imprimir. A ruego de este mismo bibliotecario sacó una copia exacta de un códice gótico, escrito el año de 962 por disposición de un obispo llamado Sisebuto, en el monasterio de San Millán de la Cogolla, que contiene algunos concilios generales toledanos, y varios opúsculos con muchas iluminaciones de figuras y adornos. La copia y el original [ códice gótico del año 962, por disposición de un obispo llamdo Sisebuto ] se conservan en la Real Biblioteca [ frente al anfiteatro de los Caños del Peral, en la plazuela de la Biblioteca ], y no se distinguen sino en estar este más viejo.


Habiendo sido nombrado individuo de la sociedad vascongada el año de 774, publicó el arte de escribir de Morante, ilustrándole y perfeccionándole, con cuya obra resucitó el buen gusto y forma de escribir en España; y en 76 dio a luz las cartillas latinas y castellanas y las conversaciones ortológicas, que son de gran utilidad para la enseñanza pública.


Trabajó con el ilustrísimo arzobispo de Silimbria, inquisidor general, en la formación de una diplomacia español, llegando hasta el siglo XI: obra de gran instrucción para nacionales y extranjeros. Y habiendo sido nombrado individuo de número de la Real Academia de la Historia en 781, escribió una paleografía completa, que se conserva con gran estimación en la misma academia.


A pesar de tantas y graves ocupaciones, no dejó de llenar cumplidamente su empleo de oficial del archivo de la secretaría de Estado, supliendo por más de ocho años las ausencias y enfermedades de los archiveros Gayoso y Salazar, por lo que fue nombrado oficial primero en 15 de febrero de 87, y archivero oficial de la misma secretaría en 94. Trabajó en horas extraordinarias de orden del rey [ Carlos IV ] los dos tomos en folio titulados: España divida en provincias, y el Diccionario de todos los pueblos del reyno; y siguió recogiendo documentos para otro tomo, que se había de llamar España eclesiástica, ó División de los arzobispados y obispados del reyno.


Finalmente escribió con gallardía y hermosura de letra, que es notorio, la mayor parte de los documentos que han ocurrido en la secretaría de Estado por espacio de treinta y cuatro años, como son cifras, credenciales y tratados matrimoniales y paces, incluidos los últimos con Inglaterra y Francia; y lleno d eméritos y servicios falleció en Madrid el día 13 de enero de 1796 con gran sentimiento de los buenos que sabían apreciar su mérito y servicios.


Escribió las inscripciones que se grabaron en bronce para la [ inscripción ] puerta de Alcala, [ inscripción ] puente de Vivero, [ inscripción ] cloaca de Madrid fuera de la puerta de Atocha, [ inscripción ] casa de los cinco gremios mayores, y de otras partes; y la [ inscripciones ] sepulcrales del señor Figueroa y [ la inscripción sepulcral ] de un inglés que están en la parroquia de San martín [ el monasterio de San Martín de padres benedictinos en la plazuela de las descalzas se solía contabilizar como parroquia ], [ la inscripción sepulcral ] del cardenal la Cerda, y [ la inscripción sepulcral ] del conde de Gausa en Santo Tomás [ convento de Santo Tomás de padres dominicos en la calle de Atocha ] y otras muchas [ inscripciones sepulcrales ].

Noticias de su familia.

(Tomo IV, pp345-350)