Morel, Bartolomé
Especialidad | escultor |
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Cronología | XVI |
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Ubicación en el diccionario | Tomo 3, Página 192, Letra M, Grupo MO |
Morel (Bartolomé) escultor en bronce y maestro de artillería. Residió en Sevilla a mediados del siglo XVI; y consta de dos autos capitulares de aquella santa iglesia [ catedral ], celebrados, uno en 2 de febrero de 155 9, y otro en 23 de abril de 61, que se le encargó hiciese un modelo del monumento que se pone en aquel templo por la semana santa, conforme al que anteriormente había trazado Micer Antonio Florentín. Véase su artículo. En 62 concluyó el famoso candelero o tenebrarío para la propia catedral; y entonces acordó el cabildo, que dos capitulares se informasen sobre lo que se le debía pagar por su trabajo, y dijeron que se le diesen 250 ducados de demasías aprobadas: se convino en ello, y en hacer una funda para el tenebrario: de manera que importó todo 1050 ducados. Le ayudó Pedro Delgado a trabajar en el pie, y Juan Giralte hizo dos [ estatuas ]de las quince estatuas del triángulo. Tiene de alto esta gran pieza ocho varas y media: la parte superior es triangular, según costumbre, de madera bronceada con las estatuas de Jesucristo, los doce apóstoles [ san Pedro, san Andrés, Santiago el Mayor, san Juan, santo Tomás, san Mateo, san Simón, Santiago el Menor, san Felipe, san Bartolomé san Judas Tadeo, san Matías ], y otras dos. El vano del triángulo está adornado con follajes de buen gusto: hay en el medio un óvalo con la Virgen, y más abajo el busto de un rey. Sostienen este triángulo cuatro columnas de bronce (de cuya materia es todo el resto de la pieza) del órden compuesto, que descansan sobre cuatro cariátides: sigue hacia abajo otro compartimento, que comprende cabezas de leones y fajas colgantes, el que asienta sobre un zócalo adornado con harpías. Después de estar bien pensada y bien ejecutada, es airosa, bien proporcionada y acaso la primera pieza que haya en España de este género.
Como mereció la aprobación del cabildo y de todos los inteligentes, se pensó en el remate que se había de poner en la torre o giralda de la catedral, que acababa de elevarse por disposición del arzobispo don Fernando de Valdés: se encargó a Morel, quien trabajó desde el año de 1566 al de 68 una graciosa estatua también de bronce de cuatro varas y dos tercias de alto, con la que termina. Representa la fe con un lábaro grande en la mano derecha y una palma en la izquierda, vestida a la heróica con su capacete en la cabeza. Está sobre un gran globo también de bronce y taladrado por un perno a que la figura esta unida, el que descansa sobre un punto perpendicularmente, de manera, que sin embargo del enorme peso de 130 arrobas que tiene la estatua, el más suave viento que da en el lábaro la menea con suma facilidad, y sirve de veleta a toda la ciudad.
También ejecutó el facistol del coro, que aunque grande, es sencillo y de buen gusto de arquitectura. El atril de cuatro caras, sobre el que asientan los libros, rueda sobre un cuerpo redondo dórico, que tiene cuatro fachadas con columnas, y estatuas de bronce: en los claros del atril hay cuatro bajos relieves también de bronce, que representan unas figuras de mujer alegóricas a la música, medio desnudas (bien que por lo regular no se ven, porque están encima los libros), sentadas y de muy buenas formas; y por remate tiene un templete con una estatua de la Virgen en el centro y un crucifijo [ Cristo crucificado ] en lo alto con otras dos estatuitas también de la misma materia, siendo lo restante de fina madera. Estas elegantes piezas acreditan notablemente a su autor, y son parte del principal adorno de este gran templo.
Archivo de la Catedral de Sevilla, Manuscrito de Loaisa, Vida del Venerable Contreras por el Padre Aranda, Ponz.
(Tomo III, pp. 192-194)