Introducción (T.I, 35-60)
INTRODUCCION.
Aunque la pintura, la escultura y otras bellas artes, dimanadas del dibuxo, é imitadoras de la naturaleza, no sean de tanto interés en la república, como la agricultura y otras de primera necesidad , han merecido en todos tiempos ser protegidas por el gobierno , admiradas de los sabios, y celebradas de las personas de buen gusto. Sus profesores fueron siempre estimados en los paises cultos , y sus nombres pasáron á la posteridad en proporción del mérito de sus obras, como los de los filósofos , escritores , militares , y de otros ilustres varones.
Los de los artistas españoles y los de los extrangeros que trabajaron en el reyno ocupan nuestra atención y son el asunto de este diccionario. Querer buscarlos en una remota antigüedad sería afectación inútil , quando nada podríamos decir con acierto de los hispano-fenicios, celtas , griegos , ni aun de los romanos; porque de los primeros no ha quedado entre nosotros ningún vestigio ni memoria, pues la población que traxéron sus colonias se compuso por la mayor parte de gentes dadas al tráfico y artes necesarias, pensando muy poco en las de gusto y luxo.
Nada hay tampoco de pintura romana ; y aunque alguna vez se hallen trozos de su escultura entre las ruinas de la antigua Itálica y en otras partes , pertenecen á la historia artística de aquel gran pueblo , que tan elegantemente describió Plinio en los libros 34 y 35 de su sabia historia natural. ¿Y que esperaríamos de los godos , pueblo bárbaro y sin cultura , que destruyó mucho , trabajó poco , extinguió los modelos del arte y las semillas del gusto , y llegó en fin á aniquilar , ó por lo menos á empobrecer y apocar el espíritu , como prueban los pocos restos de su tiempo?
Menos diríamos de los árabes , á quienes vedada por el alcoran la representación de la figura humana , tipo de toda belleza artística y aun de toda la naturaleza viva ,se les quitó hasta la posibilidad de ser pintores y escultores , reducidos á la profesión de meros adornistas.
Demasiado hicieron nuestros restauradores y los que les sucedieron , envueltos en guerras y conquistas , con emprender estas artes sin otros modelos que los pocos y malos que hallarían de los godos en algunas partes septentrionales.
Prescindamos también de estos siglos de tanta lentitud en el estudio de la naturaleza , y de tan cortos conocimientos en las bellas artes , y busquemos los nombres de los profesores en el XIV. Entonces la escultura , que desde el siglo anterior se había enlazado con la arquitectura de aquellos tiempos, fué la primera en ostentar progresos. El maestro Jayme Castayls, vecino de Barcelona , executaba las estatuas de la fachada principal de la santa iglesia de Tarragona el año de 1376 : el maestro Anrique se distinguía el de 1380 en el sepulcro de D. Henrique II ; y Fernán González el de 99 en el de D. Pedro Tenorio , que ámbos están en la catedral de Toledo.
Pero se fomentaba mas esta profesión en el siglo XV. Miguel Ruíz , Alvar Martínez , y hasta unos veinte y tres artistas españoles , se esforzaban con emulación en la portada principal de esta santa iglesia el año de 14181 y se distinguían otros cinco acreditados el de 425 en los adornos de la torre y del crucero del relox , baxo la dirección de Alvar Gómez2, sin dexar de trabajar en el retablo mayor de alabastro de la catedral de Tarragona el de 26 Pedro Juan y Guillen de la Mota.
En el de 1453 Lorenzo de Mercadante vino de Bretaña á Sevilla , y executó el sepulcro del cardenal Cervantes , que es de las mejores obras de aquella santa iglesia. Dexó allí buenos discípulos , quales fuéron Nufro Sánchez , que construyó la mayor parte del coro en 480 , y Dancart ; que principió poco después el gran retablo mayor.
La de Toledo no dexó de insistir en su adorno durante aquel siglo. Ocho de los mejores entalladores del reyno emprendieron en 1459 la portada de los Leones baxo las órdenes del maestro mayor Anequín de Egas de Bruxélas , y del aparejador Alfonso Fernandez de Liena3 : en 62 Juan Alemán executó el Nicodemus , las Marías , y otras quatro estatuas en la misma fachada ; y con Fernando Chacón , Francisco de las Cuevas y Egas, hermano del maestro mayor , los querubines que están en los arcos del foro. Y la de Tarragona contrataba en 78 con Francisco Gomar sobre la execucion de la sillería de su coro.
Martin Sánchez era muy celebrado en Castilla por los años de 80. La cartuxa de Miraflores le encargó la sillería del coro de su iglesia ; y en 96 el retablo mayor á Diego de la Cruz y al maestro Gil , padre del célebre Silóe. Y quando finalizaba el siglo los maestros Nicolas y Andrés concluían el coro de santa María de Náxera.
La pintura seguía las mismas huellas y manera de dibuxar que la escultura quando Juan Alfon pintaba el año de 141 8 los retablos de la capilla antigua del Sagrario , y los de la de los Reyes-nuevos en la catedral de Toledo ; y por este tiempo vinieron á pintar en la corte de D. Juan el II, Dello desde Florencia , y el maestro Rogel desde Flándes.
Juan Sánchez de Castro florecia en Sevilla el de 1454 ; eraricoy muy acreditado, y formó escuela , que se propagó hasta el presente sin interrupción. Pasado el de 5 5 pintaba en Castilla con mejores formas y estilo el maestro Jorge Inglés , como lo demuestra el retablo mayor del hospital de Buytrago , y los retratos que contiene del marques de Santillana y de su familia.
Hacían mayores progresos Antonio del Rincón , pintor de los Reyes católicos , y Pedro Berruguete , que lo fué de Felipe el Hermoso , y padre del gran Alonso Berruguete , quando residían en Toledo el de 1483 , y adornaban aquella catedral con sus obras : en fines del siglo Juan de Borgoña se estableció con mucha aceptación en esta ciudad , donde trabajaban entonces Iñigo de Comóntes , Diego López, Alvar Pérez de Villoldo ; y Alonso Sánchez , y Luis de Medina que pintaron el paraninfo de la universidad de Alcalá, mientras otros muchos procuraban esmerarse en las catedrales de Castilla y Aragón.
Aun se conservan algunas de sus obras, que nos manifiestan la lentitud en los progresos del ingenio , quando se halla desnudo de otros conocimientos auxiliadores de las bellas artes. Cotejadas las primeras con las últimas obras de aquel siglo, se ve en estas que los contornos de las figuras son mas undulados , que tienen mas naturalidad las actitudes ; y aunque conservan aquellas la esvelteza de las columnas góticas, indican algún estudio en la anatomía. Si se principiaba entónces á plegar los paños á la manera alemana, no se entendía el contraste ni la armonía de los grupos en la composición , y mucho menos la degradación en la perspectiva. Tampoco se hallaba el modo de manifestar los sentimientos del ánimo , sino con los rótulos que salían de la boca de las figuras ; y por consiguiente los profesores del siglo XV quedáron muy lejos de atinar con la verdad.
No estaban en aquella época mas adelantados los de las otras partes de la Europa , á reserva de los italianos , que con los preceptos que recibieron de unos pocos venidos de Dalmacia , y con las estatuas griegas y romanas , que hallaban en las excavaciones, fueron los primeros que sacudieron la barbárie y restablecieron las buenas formas.
Tardaron poco tiempo los españoles en imitarlos , porque la reunión de las dos coronas de Castilla y Aragón , rica esta y mas ilustrada con el comercio de los catalanes y aragoneses en el Mediterráneo: la conquista de Granada con toda la pompa , gusto y espíritu de los árabes españoles : el descubrimiento del Nuevo-mundo, fuente de inmensa riqueza , y grande estímulo al valor , y particularmente al ingenio , propenso á fundar , edificar , adornar y embellecer : el espíritu de acción, comercio , industria , artes , estudio y general ilustración que se derramó en la nación ; y sobre todo las guerras y el comercio con Italia , con cuyo objeto una porción de España estudió sin querer los usos y costumbres de aquel pais , sus bellas letras , sus bellas artes , su buen gusto , su espíritu de crítica y refinamiento, fueron las causas de difundirse en el reyno sus observaciones , sus ideas y sus adelantamientos en las artes.
Apenas era entrado el siglo XVI quando corrieron á Italia nuestros profesores á estudiar en las escuelas del buen gusto, que entonces establecian los restauradores Leonardo Vinci , Miguel Angel Buonarota, Rafael Sancio de Urbino , Ticiano Vecelio y Antonio Alegri de Coregio.
Se adelantáron los escultores : Alonso Berruguete , Diego de Silóe , y Vergara el viejo saliéron de Castilla : Damián Forment , Juan Morlanes , y Estéban Obray, de Aragón : Pedro de Valdelvira y Xamete , de la Mancha : Pedro Delgado , de Sevilla : Machuca , de Granada : Tudelilla y Ancheta , de Navarra: Gaspar Becerra , de Jaén : Diego de Ayala , de Murcia : Pedro Blay , de Cataluña ; y al fin del siglo Juan Muñoz y Tomas Sanchiz, de Valencia.
No se apresuraron menos los pintores:. fueron de Castilla Correa , Líaño , Luis de Velasco , y el mudo Navarrete : Pedro de Raxis , de Granada : de Sevilla Luis de Várgas y Pedro de Villégas , gran amigo de Arias Montano : de Extremadura Pedro de Rubiales : de Córdoba el erudito Pablo de Céspedes : de Valencia Vicente Joánes , Francisco Ribalta , y Cristobal de Zariñena : Pablo Esquarte , de Aragón : Teodosio Mingot , de Cataluña ; y de la Mancha Hernand Yañez, y los tres hermanos Juan , Francisco y Estéfano Perola.
Bien pudieran bastar estos artistas para restablecer las bellas artes en el reyno con sus obras y enseñanza , quando volvieron de Italia , hallándole ilustrado en ciencias, literatura , poesía y buen gusto ; pero el poder , la dominación , la riqueza y el luxo buscaron otros extrangeros para adornar los templos y palacios , bien que muchos vinieron sin ser llamados en busca del oro y perlas de nuestras Indias. De los escultores vinieron Meser Domenico Florentin á executar los sepulcros del príncipe D. Juan en Avila , y del cardenal Cisnéros en Alcalá de Henares : á Burgos Felipe de Vigarni , ó de Borgoña , y su hermano Gregorio , que adornaron con Berruguete el coro de la catedral de Toledo: á Granada Pedro Torrigiano , émulo de Buonarota , tan famoso como desgraciado : Gabriel Yoli á Aragón : Cornielis de Holanda y Juan de Juni á Castilla ; y á Toledo Diego Copin de Holanda y Juan Antonio Portiguiani y otros muchos. Cárlos V y Felipe II traxéron á León Leoni , á su hijo Pompeyo y á su nieto Miguel , á Jácome Trezo y su sobrino , á Juan Bautista Bonanome y su hijo Nicolás , á Antonio Sormano y á Blas de Urbino , y á otros que trabajáron en el Escorial.
Fué todavía mayor el número de los pintores. Julio y Alexandro hermanos , Pedro Campaña, Antonio Frutet, César Arbasía y Mateo Pérez Alexio residieron en varias ciudades de Andalucía: Isaac Hclle y el Greco en Toledo : Rolan Mois y Lupicino en Aragón ; y Antonio Rici y otros en Madrid. Cárlos V traxo al Ticiano , y Felipe II llamó á Antonio Moro , Sofonisba Anguisciola , Rómulo Cincinato , Antonio Pupiler , Patricio Caxesi , el Bergamasco , sus dos hijos Gránelo y Fabricio, Lúcas Cambiaso , su hijo y su discípulo Lázaro Tabaron , Federico Zücaro, que traxo consigo á Bartolomé Carducho y á su hermano Vicente , joven , que no floreció hasta el siglo XVII ; y finalmente á Peregrino Tibaldi con sus discípulos. Algunos , y no pocos , se casáron y estableciéron acá , y formáron escuelas, que produxéron buenos y adelantados artistas.
Con tan gran número de hábiles profesores , muchos escogidos en Italia , llegáron las bellas artes en España á cierto grado de perfección, que á reserva de aquel pais , en ningún otro 'de Europa estuviéron tan adelantadas.
La arquitectura fué causa á principios del siglo de que las dos hermanas no hiciesen progresos mas rápidos. Después de haber dexado la usanza gótica , adoptó otra manera cargada y mezquina , á la que no ha mucho tiempo se dio el nombre de plateresca , creyendo que solo los plateros la habían usado ó inventado. Como este género de arquitectura exigiese en sus columnas abalaustradas y en los demás miembros mucho adorno de figuras humanas , bichas y otros monstruos , la escultura , aunque instruida en las buenas formas de la escuela florentina , se quedaba no obstante apocada y mezquina por la necesidad ó manía de acomodarse á estos adornos. Por otra parte , se dividian los retablos , portadas y sepulcros en muchos y pequeños cuerpos , de lo que resultaba ser también menudos los baxos relieves , confusos y de poco efecto.
Berruguete tuvo necesidad de acomodarse á este sistema , que duró hasta la venida de Becerra y aun después , quien hizo estatuas de mayor tamaño , con mejor gusto , mas espíritu y mas grandiosas formas; y aunque usó de la arquitectura greco-romana , no pudo alguna vez dexar de subdividir también sus obras en muchos cuerpos , sacrificando su buen gusto y talento á la devoción del pueblo , ó al capricho del siglo.
Torrigiano , que era superior en inteligencia , execucion y gusto á Berruguete y Becerra , y acaso al mismo Buonarota , no trabajó en España mas que una medalla para la catedral de Granada , y la célebre estatua del S. Gerónimo penitente para el monasterio de Buenavista junto á Sevilla, por lo que tuvo pocos imitadores. Pero las obras de los Leonis, Trezo, Monegro y de otros grandes maestros eleváron la escultura á la mayor perfección.
Los pintores seguian las mismas máximas y y quando en lugar de baxos relieves tenían que pintar historias en los retablos, lo hacian con timidez y abatimiento en el estilo. Por esto se quejaba el P. Sigüenza en su descripción del Escorial , quando decia: “Ha sido común vicio de los pintores de España afectar mucha dulzura en sus obras, y aballarlas , como ellos dicen , y ponerlas como debaxo de una niebla ó de velo : cobardía sin duda en el arte , no siéndolo en la nación."
Aunque este era el estilo general en el reyno , estaba acompañado de una suma corrección en el dibuxo , de nobleza de caracteres, de actitudes decorosas y sencillas , de grandiosidad de formas , de buena distribución en los grupos , y de verdad y filosofía en la expresión. Y si el colorido no era la mejor parte de las tablas de aquel tiempo , como dimanado de la escuela florentina , el mudo Navarrete. Otros , que aprendiéron en la veneciana y romana , introduxéron en adelante la frescura , la brillantez y la fuerza del claro-obscuro ; y nuestros profesores adoptáron la brabura de estilo que les era natural.
Todo era entonces buen gusto : todo se pintaba. No habia palacio real , ni de los grandes , dentro ni fuera de la corte , que no se adornase con caprichosos grotescos, con magníficos frescos , con quadros y retratos , y con elegantes bustos ó delicados estucos4.
Entonces se perfeccionó el decoro y adorno de las catedrales y demás templos del reyno. Se acabaron de pintar sus magníficas vidrieras5: se bordaron sus grandes ternos de imaginería6: se executáron en bronce y hierro las rejas de los présbitetíos , coros y capillas7: entonces los iluminadores ó miniaturistas8 se ocuparon en hermosear los libros del canto eclesiástico con dignidad y decoro. ¿Pues que diremos de los plateros9, de sus custodias , de sus cruces , portapaces , y de otras alhajas, que eran en aquel tiempo el honor de las artes , y un testimonio del fervor de la piedad ' y de la devoción ? Hasta los grabados en hueco y dulce llegáron al término de su perfección : aquel con las apreciables medallas de Leoni , Trezo y de Clemente Birago, que grabó en un diamante el retrato del príncipe D. Cárlos ; y este con las raras estampas de Pedro Perret , que mereció ser tallador de Felipe II. Todas las artes brillaron en aquella edad ; y si perteneciese á nuestro asunto hablar de la arquitectura, ¿quanto podria decirse de sus progresos y de sus profesores en el siglo XVI?
No habia aun concluido quando florecian en Italia Luis , Agustin y Anibal Caraci , pintores de singular espíritu y talento, fundadores de la escuela boloñesa y maestros de otros grandes genios , como fueron el Guido , Albáno , Dominiquino, Lanfranco y el Güercino , que sostuvieron la pintura , decaida algún tanto del esplendor á que la habian elevado sus restauradores. Pero estos boloñeses, sin embargo de haber estudiado sus obras y las del antiguo, tomaron otro estilo mas fácil y acaso mas conforme á la naturaleza , y aunque sin la sencillez ática y sin la gracia de Rafael ni del Coregio , pintáron con mas fuerza de claro-obscuro , y con un colorido mas halagüeño. Todos intentáron imitarlos, y no lográndolo en las partes difíciles y mas esenciales , se contentáron con las mas fáciles y quedando en la clase de unos meros naturalistas , de que provino la decadencia general de la pintura en toda Europa.
Entre los flamencos hubo algunos profesores que estudiáron en Italia ; pero habiéndose dedicado en su pais á pintar quadros pequeños , frutas , flores , marinas, bambochadas y países, cayéron también en naturalistas , y así ellos como los otros introduxéron en España por la dominación y el comercio su manera y nuestra decadencia en el siglo XVII.
Pero antes que acá se adoptase , se acabó de pintar al fresco el palacio del Pardo en el año de 1613 por artistas10 que conservaban las máximas del siglo anterior, y que aun duraban quando llegó á Madrid el desgraciado príncipe de Gáles el dia 17 de marzo de 1623 con el designio de casarse con la infanta doña María , y que por no haberlo conseguido , se retiró á Londres muy disgustado en 9 de septiembre del mismo año. Entonces estaban las bellas artes en la corte en gran estimación. Los principales personages11 tenian escogidas colecciones; y cuenta Vincencio Carducho haberse hallado en una tertulia de estos magnates aficionados , en que se trataba con mucho conocimiento de pinturas, dibuxos , modelos y estatuas , de copias y de originales , que compraban y cambiaban con inteligencia y entusiasmo. Pero el príncipe de Gáles , que los conocia muy bien , les sacó no pocos y buenos quadros, comprando otros en las almonedas del conde de Villamediana y del escultor Pompeyo Leoni ; y Felipe IV le regaló algunos de gran mérito. Esta fué la primera época de la extracción de pinturas del reyno, y poco después comenzó su decadencia, fomentada por los débiles imitadores de los boloñeses y de los flamencos , cuya manera se iba extendiendo en la corte y en las provincias.
Con todo sostuvieron la pintura algunos profesores de mérito , que le habian adquirido , ya con el genio , ya con el estudio, y ya con uno y otro. Tales fueron en Andalucía el licenciado Juan de las Roelas, que imitó la escuela veneciana : Francisco de Herrera el viejo , que manejaba los pinceles con grande atrevimiento : Francisco turbaran , que siguió el gusto de Carabagio : D. Diego Velazquez , de quien hablaré adelante : Pedro de Moya , imitador de su maestro Wan-Dick : Antonio del Castillo ; y el gracioso Murillo , quien por haber copiado los lienzos de Wan-Dick , del Spagnoleto y de Velazquez, formó con su gran genio un nuevo y encantador estilo , el mas conforme á la naturaleza.
La sostuvieron también en Valencia Francisco Ribalta y su hijo , los Zariñenas y el buen Jacinto Gerónimo de Espinosa, segundo Dominiquino : Pedro Orrente vagó por España , imitando como ninguno á los Basanes ; y residió en Toledo Luis Tristan , el mejor discípulo del Greco.
Aunque estaba en Madrid la mayor concurrencia de pintores , fueron pocos los que se pudieron llamar buenos. Alonso Cano , que aprendió en Sevilla , dibuxaba como los antiguos , y pintaba como los venecianos. A Vincencio Carducho, aunque decayó algún tanto de los buenos principios que le dictó su hermano, le acreditan los cincuenta y seis lienzos que pintó en el Paular. Angelo Nardi fué el último pintor correcto que vino de Italia en aquella época; pero quien superó á todos los de su edad fué el célebre Velazquez , profesor original é inimitable en sus tintas , en su vagueza , en el ayre interpuesto , y en imitar la naturaleza por un camino hasta entonces desconocido.
¡Que pocos mas podremos contar á quienes se pueda atribuir la conservación de su arte ! Porque aunque se quiera nombrar á alguno entre los discípulos de estos, como son Carreño y Pareja , Cerezo , Pereda , Cabezalero , y otros de las provincias , no llegaron á poseer en el grado que sus maestros las perfecciones del arte. Sin embargo , no puedo dexar de exceptuar á Claudio Coello , sacrificado , mas que por la ignorancia de su tiempo , por la facilidad de Lucas Jordán. Este italiano tan ingenioso como precipitado, mas ambicioso de riqueza que de reputación , y que decia querer el dinero para en la tierra , y la gloria para en el cielo , cerró el siglo con el desaliento de nuestros ingenios y la ruina de nuestras artes.
La escultura corrió la misma suerte , y tuvo también sus sostenedores: Monegro siguió trabajando en el XVII : hay buenas estatuas en Sevilla de Juan Martínez Montañés y de Pedro Roldan ; y del sencillo Cano las hay en esta ciudad , en Madrid y en Granada : Gregorio Hernández se distinguió en Castilla : Moure en Galicia : Luis Fernandez de la Vega en Asturias : Pereyra en Madrid : Muñoz en Valencia : pocos en Aragón ; y el ultimo fué Pedro de Mena en Granada.
La guerra de sucesión acabó de borrar las pocas buenas ideas que habian quedado de las bellas artes. Palomino y García Hidalgo trabajáron por conservarlas ; pero ni ellos ni sus discípulos pudiéron conseguirlo. Entonces fué quando los adornos de la arquitectura llegáron al sumo punto de ignorancia , de arbitrariedad y de depravación. Las cornucopias y los papeles estampados substituyeron á los buenos y antiguos quadros que salían en abundancia del reyno. Se acabó entonces de desterrar la sencillez , el decoro y el buen gusto de los templos , de los palacios , de las salas y de los gabinetes, y las bellas artes cayeron precipitadamente en el abatimiento , y por decirlo de una vez , en el mayor desprecio.
Para levantarlas traxo Felipe V los mejores profesores que había en Italia y Francia12, y las estatuas de la famosa colección de la reyna Cristina. Estableció una junta preparatoria para formar una academia pública en Madrid , y envió jóvenes á estudiar á Roma. Fernando el VI erigió la academia con el título de su nombre , y la dotó competentemente : siguió, como su padre , enviando pensionados á Italia , y traxo de allá buenos artistas13.
Cárlos III mejoró la casa de la academia para que los alumnos estudiasen con mas desahogo y decencia : la llenó de los mas famosos y mas costosos modelos del antiguo ; y en fin traxo á España el pintor filósofo, el gran Mengs, que ilustró el reyno con su enseñanza , y adornó el palacio real con sus obras inmortales.
Su augusto hijo el Sr. D. Cárlos IV, nuestro soberano , con su inteligencia y afición distingue y premia á los artistas : sostiene y aumenta los privilegios de la academia de S. Fernando, los de la de S. Luis, que erigió en Zaragoza , y los de las dos de S. Cárlos , que su padre habia establecido en Valencia y México.
Hay escuelas de diseño en muchas capitales del reyno : en todas partes se habla el idioma de las artes; y empiezan á ser entre nosotros distinguidas j bien premiadas. Si el mérito de los maestros y discípulos de las academias y de tantas escuelas publicas corresponde al zelo , esmero y protección del gobierno , lo dirán sus obras en los siglos venideros , en los que la imparcial crítica hará justicia á los que se des-, velen y tengan genio para transmitir sus nombres á la posteridad.
Notas
1. Eran los veinte y uno restantes Alfonso Fernandez de Sahagun , García Martínez , Juan Alfonso , hijo del maestro Ferran Alfonso , Alvar González , aparejador de la cantera de Olihuelas, Cristóbal Rodríguez , Pedro Gutiérrez , Antón López , Juan Fernandez , Alfonso Díaz , Alfonso Rodríguez , Juan y Pedro Rodríguez , Diego Fernandez , Martín , Juan y Ferrand Sánchez , Francisco Díaz , Alvar Rodríguez , Juan Ruíz y Ferrand García.
2. Que era aparejador , y los adornistas Pedro Gutiérrez Nieto , Alonso Gómez , Juan Ruiz, García Martínez y Diego Rodríguez.
3. Eran los ocho entalladores Fernando García , Pedro Gúas , Fernando Chacón , Lorenzo Bonifacio , Ruy Sánchez , Alonso de Lima y Francisco de las Arenas.
4. Se pintaron y adornaron en aquel siglo la Alahambra y palacio de Carlos V en Granada por Machuca , Julio y Alexandro y por Berruguete : el alcázar de Toledo por este mismo , y por otros famosos escultores , que residian en aquella metrópoli : el de Madrid por Becerra , el Bergamasco y otros españoles é italianos : el monasterio del Escorial por tan ilustres como conocidos artistas: los palacios de Alba y de la Abadía con bustos de los Leonis , y frescos de Fabricio Castello: el de Ubeda por los Valdelviras , Julio y Alexandro : el del Viso por Arbasía y los Perolas : el de Guadalaxara por Cincinato ; y en fin mil acreditados profesores trabajaron en los de Sevilla , Lerma, Plasencia y Valladolid.
5. Fuéronlo las de la santa iglesia de Toledo por Vasco de Troya , Alexo Ximenez , Gonzalo de Córdoba , Juan de la Cuesta y los Vergaras: las de Burgos (donde había escuela de este arte) por Juan de Valdivielso y Juan de Santillana , que también pintáron con Alberto y Nicolás de Holanda y Valentín Ruiz las de la catedral de Ávila: las famosas de Sevilla por Juan , hijo de Jacobo , Cristóbal Alemán , Juan Vivan , Bernaldino de Gelandia , Juan Jaqués , Juan Bernal , Pedro Fernandez , Arnao de Vergara y Arnao de Flándes , hermanos , Carlos Bruxes y Vicente Menandro ; y las de la de Málaga por Octavio Valerio.
6. Pedro de Burgos, Marcos de Covarrúbias, Juan de Talavera , Hernando de la Rica y Alonso Hernández bordaron el del cardenal Cisnéros, y otros muy preciosos que se conservan en la catedral de Toledo : Ochandiano , Camina v Simón de Aspe los de la de Burgos : Juan Gómez y otros los de la de Sevilla. Se erigió en el Escorial una fábrica con este objeto , dirigida por fray Lorenzo de Monserrate , religioso de aquel monasterio , y después de su muerte por Diego de Rutiner , en la que se bordaron los célebres ternos de S. Juan Bautista y de Difuntos , dibuxados por Peregrino Tibaldi , y otros de gran precio.
7. Trabajaron las de la catedral de Toledo Fernando Bravo, Francisco de Villalpando , Domingo de Céspedes , Ruy Díaz del Corral y Francisco de Silva : Juan Tomas Cela la del coro del Pilar de Zaragoza : Juan Bautista Celma las de Santiago , Plasencia y Burgos. Lució también su habilidad en la de Falencia Cristóbal Andino : su padre Pedro Andino hizo las de la de Sevilla con Diego Idrovo , fray Francisco de Salamanca, Antonio de Falencia , Juan Delgado y Sancho Muñoz : este y el maestro Bartolomé las de la de Jaén ; y fray Juan de Avila las del monasterio de Guadalupe.
8. Alonso Vázquez , Bernardino de Canderroa y otros profesores pintaron los siete tomos del misal del cardenal Cisnéros y que está en su iglesia de Toledo : los libros de coro de esta catedral son de mano de Francisco Buitrago , Diego de Arroyo , de quien hace mención Palomino , Pedro de Obregon , Juan de Salazar , y de Juan Martínez de los Corrales : los de la de Sevilla están pintados por Luis Sánchez , Bernardo y Diego de Orta , Andrés Pérez , y por el agustiniano fray Diego del Salto : fray Martin de Palencia benedictino iluminó con inteligencia en su monasterio de S.Milian de la Cogulla , y Felipe II dispuso que residiese en S. Martin de Madrid , para que de mas cerca trabajase en los libros del coro del Escorial. Le ayudaron en esta gran obra fray Andrés de León y fray Julián de la Fuente del Saz , religiosos de este real monasterio , Juan Bautista Scorza , Juan Bautista Castello , y otros españoles y extranjeros.
9. No hay necesidad de recordar las obras que executó Henrique de Arfe á lo gótico , ni las que trabajaron su hijo Antonio y su nieto Juan de Arfe y Villafañe para las principales iglesias del reyno , porque todos las conocen ; ni las que hiciéron los Becerriles Alonso , Francisco y Cristóbal en el obispado de Cuenca por lo mismo. Pero sí dirémos, que Juan de Orna trabajó para la catedral de Burgos: Baltasar Alvarez y Juan de Benavente para la de Falencia: Alonso Dueñas en Salamanca : Lésmes Fernandez del Moral , Juan Alvarez , Juan Dominguez , Diego Abedo de Villandrando , Hanz Belfa , y otros muchos , en Madrid : Francisco Reynalte en Alcalá de Henares : Pedro González en Ubeda : Francisco Merino en Toledo , que vale por todos los buenos que trabajaron en aquella santa iglesia ; y Francisco de Alfaro por los que se exercitáron en la de Sevilla.
10. Patricio y Eugenio Caxés , Francisco López , Juan de Soto , Bartolomé y Víncencío Carducho, Luís Carvajal , Julio César Semín , Fabrício Castello , Pedro de Guzman el cojo y Gerónimo de Mora.
11. El "almirante de Castilla , el marques de Leganés , el conde de Benavente , el príncipe de Schilace , el marques de la Torre y el conde de Monterrey. También entraban en el número de los aficionados el marques de Villanueva del Fresno, D. Gerónimo de Villafuerte y Zapata , guarda-joyas del rey y buen dibuxante , D. Rodrigo de Tapia , D. Suero de Quiñones , alférez mayor de León , D. Francisco de Miralles , el contador Gerónimo de Alviz , el licenciado Francisco Manuel, Francisco Antonio Calamaza , Mateo Montañés, D. Gerónimo Fures y Muñiz, Rutilio Gaxí , y otros.
12. Pintores Miguel Angel Hovasse , D. Juan Ranc , D. Andrés Procacíni , D. Santiago Bonavia , D. Luis Wanló , y D. Gaspar Vanviteli. Escultores : D Juan Tierri , D. Renato Fremin, D. Jacobo Bousseau , D. Pedro Pitué , y D. Antonio y D. Huberto Dumandre , D. Nicolás Carisana , y D. Juan Domingo Olivieri.
13 Pintores : D. Corrado Giacuinto , D. Josef Flipart, que grabó excelentes láminas, y D. Santiago Amiconi, Escultores ; D. Roberto y D. Pedro Michel.
(Tomo I, pp. XXXV-LX)