Pignatelli y Moncayo, Vicente

De Diccionario Interactivo Ceán Bermúdez
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Pignatelli y Moncayo, Vicente,
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Especialidad Pintor
Nacimiento 1728 Nápoles (Italia)
Fallecimiento 1770 Zaragoza [Aragón]
Cronología XVIII
Ciudad de trabajo Madrid
Ubicación en el diccionario Tomo 4, Página 96, Letra Letra P, Grupo Grupo PI
Referencia bibliográfica *"Real Academia de Bellas Artes de San Fernando", en Relación general de académicos. Accesible en: https://www.realacademiabellasartessanfernando.com/es/archivo-biblioteca/archivo/relacion-general-de-academicos (consultado en 22/09/2021)


Pignatelli (don fray Vicente) pintor. De cuantos aficionados han tenido las bellas artes ninguno ha habido que les haya servido con tanto amor y celo, y ninguno lo es más acreedor a nuestra memoria, bien que la merecía también por sus conocimientos y práctica en la pintura, pues la academia de San Fernando conserva con estimación un país [ paisaje ] pintado al óleo de su mano.

Desde muy joven manifestó su propensión a favorecerlas cuando se enseñaban en Zaragoza en una escuela que los mismos profesores habían establecido. Unido con otros caballeros de aquella ciudad prestó cuantos auxilios pudo para la conservación de aquellos estudios que vacilaban por falta de medios. Franqueoles su casa para su enseñanza, y representó al rey implorando su favor para erección de una academia. Fernando el VI vino en establecer una junta preparatoria para que sirviese de apoyo a la escuela, para que mismo tiempo tratase de los recursos que se podían tomar acerca de la asignación de la academia, y para que trabajase sus estatutos, de cuya junta fue nombrado primer consiliario, como alma de aquel congreso.

Con el motivo de venir a Madrid a servir su plaza de sumiller de cortina y el empleo de capellán mayor del real monasterio de la Encarnación [ de monjas de san Agustín en la plazuela de la Encarnación ], tuvo que separarse de la junta, dejándola encargada a su hermano don Ramón, canónigo de la santa iglesia [ catedral ] de aquella ciudad. Su antigua afición las bellas artes le llevó muy luego a la academia de San Fernando, la que le dio asiento y voto en sus juntas en calidad de individuo de la preparatoria de Zaragoza, en atención al lustre de su casa, al mérito e inteligencia que tenía en las artes, y al tino y prudencia que había manifestado en materias de gobierno. Correspondió a esta distinción con el buen desempeño de muchos y graves negocios que se le encargaron, y la academia pensó en nombrarle su consiliario, que no quiso admitir, contentándose con el título de académico de honor, que se le confirió por aclamación en junta de I.° de octubre de 1767, con todas las prerrogativas que pudo darle, cual fue la de contarse su antigüedad desde el día 18 de diciembre de 759, en que asistió por la primera vez a las juntas; y en 8 de mayo de 768 fue nombrado académico de mérito en la pintura por el país [ paisaje ] pintado de su mano, que presento a la academia.

Sirvió seis meses con el mayor acierto la plaza de secretario de este establecimiento el año de 69 , y evacuó muchos e importantes asuntos que estaban pendientes. Le nombró el rey consiliario en 9 de marzo de 70; y por otra real orden del mismo día vice protector, cuyo empleo obtuvo hasta el 5 de septiembre del propio año en que falleció en Zaragoza, adonde había ido a recobrar su salud. En este corto tiempo hizo observar con la mayor exactitud los estatutos de la academia, y cumplir todas las órdenes que se le comunicaron. La imperial de San Petersburgo estrechó entonces los vínculos de amistad y buena correspondencia que tenía con la de San Fernando; y la escuela de dibujo de Sevilla consiguió cuanto deseaba con su influjo para fomentar sus estudios. En fin, como dicen las actas de esta academia: “Las artes perdieron con su muerte un profesor, que contribuía de todos modos a ennoblecerlas, y los profesores un protector, un maestro, y puede decirse que un amigo".

Actas de la Academia de San Fernando.

(Tomo IV, pp.96-98)


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