|fecha_fallecimiento=1600
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|cronologia_siglo=[[:Category:S.XVI-XVII|S.XVI-XVII]]
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|ciudad_trabajo=[[:Category:Roma [(Italia] ) Madrid, Jerez de la Frontera[Cádiz(Cádiz, Andalucía] AndalucÃa) La Granja [(Segovia, Castilla y León] León) Plasencia [Cáceres(Cáceres, Extremadura]), Gandía [GandÃa (Valencia Comunidad Valenciana)|roma (italia) madrid, jerez de la frontera(cádiz, andalucía) la granja (segovia, castilla y león) plasencia (cáceres, extremadura), gandía (valencia comunidad valenciana)]] |especialidad=[[:Category:pintor|pintor]]
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|tomo=[[:Category:Tomo 5 |Tomo 5 ]] |pagina=[[:Category:Página 155|Página 155]] |letra=[[:Category:Letra V|Letra V]] |grupo=[[:Category:Grupo VE|Grupo VE]] }}'''Velázquez de Silva''' (don Diego) pintor, que mejor diríamos don Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, pues que su padre se llamó Juan Rodríguez de Silva, y su madre doña Jerónima Velázquez. Nació en Sevilla el año de 1599, y no el de 94 como dice Palomino; y fue bautizado en la parroquia de San pedro el día 6 de junio, como consta en su partida de bautismo. Vinieron de Portugal sus abuelos paternos a establecerse en aquella ciudad, y sus padres le dedicaron al estudio de la latinidad y de la filosofía, pero notando una inclinación decidida a la cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diegopintura, porque siempre estaba dibujando en los libros y cartapacios, tuvieron por más acertado ponerle en la escuela de Francisco Herrera el viejo, tan conocido por su facilidad en pintar, como por su aspereza de genio. Aunque aquella era adaptable a la viveza del discípulo, esta era insoportable a su amabilidad y dulzura, por lo que tuvo que sacrificar el estilo del maestro, que llenaba sus ideas a la tranquilidad de su espíritu, prefiriendo la blandura de Francisco Pacheco, a cuya dirección pasó después.
Aunque este procuró instruirle con esmero en todas las reglas y preceptos del arte, el joven Velázquez, que estaba dotado de un talento extraordinario, conoció desde el principio que su principal maestro debía ser la naturaleza, y desde entonces le hizo voto, digámoslo así, de no dibujar ni pintar cosa alguna que no fuese a su presencia, esto es, por ella misma. A este fin dice Pacheco en su libro del ''Arte de la Pintura'': ''“Tenía (Velázquez) cohechado un aldeanillo aprendiz que le servia de modelo en diversas acciones y posturas, ya llorando, ya riendo, sin perdonar dificultad alguna, y por él hizo muchas'' [[1H484DNC7073606cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''cabezas'']] ''de carbón y realce en papel azul y de otros muchas naturales con que granjeó la certeza en el retratar”''. Así llegó a ser tan excelente en las cabezas, que pocos italianos le igualaron, y hasta sus mismos émulos lo confesaban, diciendo que en esto sólo consistía su mérito, a lo que respondía: ''"mucho me favorecen, pues yo no sé quien sepa pintar bien una cabeza"''.
Para vencer la aspereza de los colores y conseguir el dominio sobre los pinceles, escollo insuperable muchas veces para los más diestros dibujantes, se dedicó a pintar frutas, aves, peces [ [[bodegones_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''bodegones'']] ] y cosas inanimadas [ [[naturalezas_muertas_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''naturalezas muertas'']] ] por el natural, cuya simetría no tiene la difícil correspondencia que hay en el cuerpo humano de las partes con el todo, ni hay que superar las filosóficas pasiones del animo en los principios, ni que vencer otras obscuras dificultades que encierra en sí tan prodigiosa maquina. Siguiendo este sistema dio pruebas de su gran talento, pues prescindiendo del riguroso de su maestro, buscó el camino más corto para llegar a la perfecta imitación de la naturaleza, sin que por esto dejase de aprender en adelante cuanto contiene el desnudo del hombre, como se nota en la [[RWW8Z18QY8212JLfragua_de_Vulcano_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''fragua de Vulcano'']], en el cuadro de la [[V81KS7BJK993PB7túnica_de_José_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''túnica de José'']], en el [[Y1067J21MVP5BZ7crucifijo__Cristo_crucificado__-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''crucifijo [ Cristo crucificado ]'']] de las monjas de san Placido [ convento de San Plácido ó convento de la Encarnación de monjas benedictinas en la calle de San Roque ] y en otras obras que no aciertan a imitar los partidarios del sistema opuesto; y en fin dejó a los jóvenes principiantes un camino abierto, que tal vez convendría mucho trillar.
Pasó después a pintar figuras vestidas en asuntos domésticos y vulgares a manera de David Teniers y de otros pintores flamencos holandeses, que llaman [[C699ZRT33VND0C6bambochadas_escenas_de_género__-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''bambochadas[ escenas de género ]'']] y las hacia con suma propiedad, aunque por sujetarse demasiado a la naturaleza, que todavía no sabia observar bien, cayó en alguna dureza. A este su primer estilo pertenecen el [[T2S9CX7S38W340VAguador_de_Sevilla_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Aguador de Sevilla'']], que esta en el palacio [ Real ] de Madrid, un [[6KYD6O3PNHU8S75nacimiento_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''nacimiento'']] que posee el conde del Águila y algunos otros [[XACF6D70211VXP6|''cuadros'']] que ya no existen en aquella ciudad [ Sevilla ].
''“Al cabo de cinco años que estuvo en esta (que se podía llamar academia del buen gusto) dice Pacheco, le casé con mi hija (doña Juana) movido de su virtud, limpieza y buenas partes, y de las esperanzas de su natural y grande ingenio”''. Llegaban entonces a Sevilla cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diegos pinturas de Italia, Flandes y Madrid que excitaban a Velázquez a quererlas imitar; pero las que más le llevaron su atención fueron unas de Luis Tristán por la analogía que tenían las tintas con su gusto, por la viveza de los conceptos; y habiéndolas copiado [ [[copias_de_Luis_de_Góngora_-_Velázquez_de_Silva,_Diegos_de_Luis_Tristán_copias_de_pinturas_de_Luis_Tristán_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''copias de cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diegos pinturas de Luis Tristán'']] ], se declaró su sectario, y procuró dejar la manera seca, que le había pegado su maestro. No fue este el solo bien que causaron, porque deseoso de ver otras, emprendió un viaje a Madrid.
Salió de Sevilla en la primavera de 1622, y fue muy obsequiado en la corte de sus paisanos don Luis y don Melchor de Alcázar, y mucho más del sumiller de cortina don Juan de Fonseca y Figueroa, maestrescuela y canónigo de la santa iglesia [ catedral ] de Sevilla, a quien hemos considerado acreedor a tener artículo en este diccionario por su afición, conocimiento y ejercicio en la cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diegopintura. Le proporcionó ver y estudiar cuanto quiso en las reales colecciones de Madrid, el Pardo y el Escorial; y aunque hizo todas las diligencias que pudo para que retratase a los reyes no lo consiguió. Después de haber retratado al poeta don [[K57IKLFYZVYXAKWLuis_de_Góngora_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Luis de Góngora'']] por encargo que le había hecho su suegro, se volvió a Sevilla en el mismo año, quedando en Madrid de protector y agente suyo el maestrescuela, que no dejaba piedra por mover para que volviese. Volvió al año siguiente de 23 en virtud de una carta del conde duque de Olivares, ministro de estado y privado de Felipe IV, que le mandaba se pusiese en camino, señalándole una ayuda de costa de 50 ducados. Su suegro quiso acompañarle en este viaje para ser testigo de la gloria que presentía en su corazón.
''Honre la posesión, no la esperanza''
''Del lugar que alcanzaste en la cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diegopintura:''
''Anímete l augusta alta figura''
Hallábase entonces en la corte el príncipe de Gales, de cuya afición e inteligencia en la cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diego pintura hemos hablado en el apéndice al artículo de don Jerónimo Fures y Muñiz, quien celebró mucho el retrato del rey: pidió a Velázquez que le hiciese el suyo, y aunque le principió no pudo concluirle por la precipitación con que salió el príncipe de Madrid el día 9 de septiembre de aquel año. No fueron estos los únicos favores que don Diego recibió entonces de la benéfica mano del monarca, le señaló también una pensión de 300 ducados, que no pudo disfrutar hasta el año de 626 en que para ello hubo de dispensar el Papa Urbano V III.
Aportó a Venecia y fue hospedado en la casa del embajador de España, quien lo honró y distinguió como correspondía a las recomendaciones que llevaba. Agradaron mucho a Velázquez las cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diegos pinturas de Tiziano, Tintoreto, Veronés y de otros profesores de aquella escuela, por lo que no dejó de [[dibujar_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''dibujar'']] y [[copiar_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''copiar'']] todo el tiempo que permaneció en aquella corte, particularmente la famosa, [[crucifixión_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''crucifixión'']] del Tintoreto, e hizo una copia de otro cuadro de [ Tintoreto ] este profesor, que representa a [[Cristo_comulgando_a_los_discípulos_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Cristo comulgando a los discípulos'']], que presentó al rey a la vuelta. Hubiera estado más tiempo en esta ciudad si no fuese, por la guerra. Partió a Roma, pasando por Ferrara, donde fue muy obsequiado del cardenal Sachetti, que habla sido nuncio en España, y mandó que sus criados le acompañasen hasta Cento. Visitó al paso la casa santa de Loreto, y sin detenerse en Bolonia llegó felizmente a Roma.
Un año entero estuvo don Diego en Roma ocupado en útiles estudios, sin haber pintado más que su retrato [ [[autorretrato_de_Velázquez_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''autorretrato de Velázquez'']] ], que envió a su suegro, el cuadro de la [[autorretrato_de_Velázquez_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''túnica de José'']] y el de la [[autorretrato_de_Velázquez_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''fragua de Vulcano'']], y a pesar del deseo que tenía de seguir, tuvo que sacrificarle para venir al servicio del rey. Pasó antes a Nápoles, donde abrazó a José de Ribera, y después de haber retratado a la [[G4T495N71J867R1reina_de_Hungría_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''reina de Hungría'']] se restituyó a Madrid a principios de 631. Celebró mucho el conde duque su pronto regreso, y le mandó que besase la mano al rey y le diese las gracias por no haberse dejado retratar de otro pintor en su ausencia. También se holgó S. M. con su venida, y ordenó que se le pusiese el obrador en la galería del cierzo, y que se hiciese otra llave para cuando gustase de ir a verle pintar, como lo hacía en adelante los más de los días.
Pinto Velázquez otros muchos [[retratos_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''retratos'']], entre los que se distinguió el del [[duque_de_Módena_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''duque de Módena'']], que se hallaba en Madrid el año de 638, quien le gratificó con una rica cadena; que don Diego se ponía los días de gala. En el de 39 pintó el [[duque_de_Módena_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''crucifijo [ Cristo crucificado ]'']] de san Plácido [ convento de San Plácido ó de la Encarnación de monjas benedictinas en la calle de San Roque ] y el retrato de [[Adrián_Pulido_Pareja_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Adrián Pulido Pareja'']], general de armada, con tal propiedad, que viéndole el rey, le preguntó por que no se había ido a su destino, respecto de que ya se le había despachado; pero reparando en que no respondía, volviose a Velázquez y le dixó: Me has engañado. Pero se esmeró mucho más en el que hizo a caballo de su protector don Gaspar de Guzmán, [[L0DP2G5T7U8HC9Mconde_duque_de_Olivares__a_caballo__-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''conde duque de Olivares [ a caballo ]'']] y marques de Heliche, que por tan conocido no describimos.
En 642 fue don Diego sirviendo al rey en la jornada que hizo a Aragón para pacificar los catalanes, y en el siguiente de 43 sufrió con prudencia y resignación el golpe fatal de la caída y destierro del conde duque, y las maquinaciones de sus émulos que intentaban la suya; pero S. M. le continuó su gracia sin la menor alteración, y le nombró para la segunda jornada que hizo a Zaragoza en 44. Pintó entonces un airoso retrato del rey, [[71352QY06Q7G3Z2Felip_IV__ataviado_con_toda_la_gala_con_que_entró_en_Lérida_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''[ Felip IV ] ataviado con toda la gala con que entró en Lérida'']] en medio de las aclamaciones del pueblo el día 8 de agosto de aquel año.
Restituido el rey con su comitiva a Madrid siguió Velázquez, pintando muchas obras a pesar de los estorbos de sus empleos, pues servía la plaza de ayuda de cámara desde el año de 43. Volvió a retratar a S. M. [[Felipe_IV__en_traje_de_caza_con_escopeta_y_perros_de_trabilla_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''[ Felipe IV ] en traje de caza con escopeta y perros de trabilla'']], y del mismo modo a su hermano el [[infante_cardenal_don_Fernando__en_traje_de_caza__-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''infante cardenal don Fernando [ en traje de caza ]'']], que son la admiración de cuantos los miran, pues parecen vivos. Retrató también a la reina doña [[3F0USJJL9K5VD6ZIsabel_de_Borbón_sobre_un_hermoso_caballo_blanco_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Isabel de Borbón sobre un hermoso caballo blanco'']] que sirve de compaíiero al que pintó del rey [[3F0USJJL9K5VD6ZIsabel_de_Borbón_sobre_un_hermoso_caballo_blanco_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''[ Felipe IV ] a caballo'']], recien venido de Sevilla. Hizo el del [[S7Y334T5FVVT4DGpríncipe_don_Baltasar_Carlos__a_caballo__-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''príncipe don Baltasar Carlos [ a caballo ]'']], corriendo a galope en una jaca y otros que existen en el palacio nuevo [ palacio Real ] de Madrid y señalaremos despues. Pero no omitiremos aquí los que también pintó con extremada semejanza del poeta don [[Francisco_de_Quevedo_y_Villegas_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Francisco de Quevedo y Villegas'']], su amigo, del [[cardenal_Borja_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''cardenal Borja'']], arzobispo de Sevilla [[don_Nicolás_de_Córdoba_Lusigniano_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''don Nicolás de Córdoba Lusigniano'']], de [[Pereira_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Pereira'']] el maestro de cámara, del [[marques_de_la_Lapilla_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''marques de la Lapilla'']], de una [[dama_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''dama'']] de singular hermosura, ni el del [[beato_Simón_de_Rojas_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''beato Simón de Rojas'']]. Volvió a retratar al rey [[Felipe_IV__armado_y_a_caballo_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''[ Felipe IV ] armado y a caballo'']], y habiéndose presentado el retrato en público, fue censurado el caballo de estar contra las reglas del arte de la jineta, pero celebrado de otros. Se enfadó mucho con esta diversidad de pareceres, y borrando la mayor parte del cuadro, puso en él ''Didacus Velazquius, pintor regís expinxit''. Pintó también en aquel tiepo la toma de una plaza por don Ambrosio de Spínola [ [[rendición_de_Breda_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''rendición de Breda'']] ] para el salón de las comedías en el Buen Retiro y una [[Z70AX35H5Z68IL7coronación_de__la_Virgen__nuestra_Señora_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''coronación de [ la Virgen ] nuestra Señora'']] para el oratorio de la reina.
Se había tratado en cortes con interés sobre el establecimiento de una academia pública de bellas artes en Madrid, como se ha dicho en el apéndice al artículo de don Juan Domingo Olivieri, cuya resolución estaba todavía pendiente; y hora fuese con el objeto de proporcionar principios y modelos para su estudio, hora para buscar estatuas y cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diegos pinturas para el adorno de una pieza ochavada que se había mandado fabricar en 7 de mayo de 47 sobre la escalera de la torre vieja del Alcázar de Madrid, nombrando a Velázquez para que corriese con su ejecución, cuentas y gastos, dispuso el rey que don Diego volviese a Italia a comprar todo lo que hallase relativo a las artes, siendo de su gusto y aprobación.
Retrató al Papa [ [[9137Y17O55MRRO0Inocencio_X_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Inocencio X'']] ] con valentía de pincel, con exactitud de dibujo y con extremada semejanza. S. B. le regaló una [[medalla_de_oro_con_su_busto__Inocencio_X__-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''medalla de oro con su busto [ Inocencio X ]'']] y una cadena del mismo metal. Retrató después al [[P261F144KS09BDIcardenal_nepote_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''cardenal nepote'']], a dos [[0QF6MYFL7KL4116camareros_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''camareros'']], al [[mayordomo_de_S.S.__Inocencio_X__-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''mayordomo de S.S. [ Inocencio X ]'']] y a otros sujetos [[personajes__de_palacio__Vaticano__-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''[ personajes ] de palacio [ Vaticano ]'']], amigos suyos, cuyas cabezas son todavía celebradas con entusiasmo de los inteligentes en aquella capital.
El premio de este viaje fue la plaza de aposentador mayor, que sin embargo de sus ocupaciones no le estorbó para pintaren 1656 aquel célebre cuatro llamado de [[la_Familia__las_Meninas__-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''la Familia [ las Meninas ]'']] y conocido más bien con el título, que le puso Jordán [ Giordano ], de la Teología de la cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diegopintura, Representa al mismo Velázquez en pie retratando a la infanta doña Margarita, de corta edad, a quien suministra un búcaro de agua doña María Agustina, menina de la reina e hija de don Diego Sarmiento: esta al otro lado doña Isabel de Velasco, hija del conde de Fuensalida en acción de hablar a S.A. Aparece en primer término Nicolasito Pertusano y Mari Barbola, enanos, con un perro grande: algo más lejos se ve a doña Marcela de Ulloa, señora de honor y un guardadamas, y en último término hay una puerta abierta que sale a una escalera, en la que esta José Nieto, aposentador de la reina. Todo esta pintado por el natural hasta la sala que representa la escena con los cuadros que contenía. La composición, el contraste de las figuras, la degradación de las tintas y luces y el modo mágico con que esta pintado elevan este cuadro a ser uno de los mejores de este profesor (I).
En 658 había dirigido las obras que pintaron al [[fresco_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''fresco'']] en palacio Miguel Colona, Agustin Metelli, Francisco Rizi y don Juan Carreño, como se ha dicho en sus artículos; y en 59 pintó los retratos del [[27PB17758G5X81Jpríncipe_de_Asturias_don_Felipe_Próspero_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''príncipe de Asturias don Felipe Próspero'']] de ocho años de edad, de la [[J22VUW2ZVKZ349Ninfanta_doña_Margarita_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''infanta doña Margarita'']] para remitir al emperador de Alemania, y de la reina [ [[María_Ana_de_Austria_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''María Ana de Austria'']] ] en un óvalo pequeño, muy parecido y muy concluido.
Convencido de que la cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diego pintura no es más que una exacta imitación de la naturaleza, se propuso apurar todos los caminos para observarla, y halló el muy seguro de la cámara obscura, que transforma a la naturaleza en cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diegopintura, quiero decir, que presenta a la naturaleza pintada con todas las reglas del arte; y cualquiera que haya cotejado el estilo y máximas de Velázquez con el efecto que produce esta sencilla maquina se convencerá de ello; El pintor que no le imite, jamás llegara a poseer el arte mágico de engañar y sorprender al espectador. Así en la cámara obscura como en las obras de Velázquez se nota la precisa degradación de la luz y de la sombra en las distancias, y su aumento en las figuras del primer término: los colores locales descuellan sobre los otros: el colorido de las carnes, el de los cabellos, ropas, celajes, y de los demás accesorios que varía según el gusto, el genio y el capricho de cada pintor, es aquí el genuino y el de la misma naturaleza. Las manchas de los grupos y de cada figura en particular, que ponen algunas veces otros pintores por la necesidad de separar unas figuras de otras, sin que las motive la falta de luz, están aquí colocadas en su lugar, y producen el efecto que corresponde: En fin la armonía, el tono dominante, el aire interpuesto, todo se representa con aquella verdad infalible, hija de la misma naturaleza.
¿Y quien le excedió en representar los animales, particularmente los caballos? Sólo Tiziano y Van Dick le igualaron en los retratos; pero no tuvo compañero en el tino y economía de sus toques magistrales, dados con tal gracia y delicadeza,que como dice don Antonio Mengs hablando del cuadro de las [[XUH1ZY07YU889SAhilanderas__fábula_de_Aracné__-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''hilanderas [ fábula de Aracné ]'']]: ''“Esta hecho de modo que parece no tuvo parte la mano en la ejecución, sino que se pintó con sola la voluntad”''. Sus [[dibujos_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''dibujos'']] van por el mismo camino, siempre abreviados, siempre llenos de gracia y de sabiduría, tocados con pincel a la aguada, o con pluma mal cortada. Son muy raros y muy apreciables: no lo es menos el retrato [[estampa__del_conde_duque_de_Olivares_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''[ estampa ] del conde duque de Olivares'']], que grabó al agua fuerte, el cual esta tocado con buril en el pelo, en los bigotes y perilla, con puntos muy delicados en la carne, y tiene tres pulgadas de largo. Entre sus discípulos el que mejor conservó su estilo fue su yerno Juan Martínez del Mazo, porque los demás por no saber dibujar, se contentaron con imitar sus medias tintas, sus celajes y otras partes menores, por lo que decayó la cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diegopintura.
Las cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diegos pinturas públicas de mano de Velázquez son las siguientes:
PALACIO NUEVO [ PALACIO REAL ]
-El cuadro ya descrito de [[Felipe_IV_en_la_galería_de_la_infanta_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''la Familia [ las Meninas ]'']], conocido con el título de la Teología de la cabezas_-_Velázquez_de_Silva,_Diego pintura (1): cinco retratos grandes a caballo que representan a [[M175OTZDN5X9UMSFelipe_III__a_caballo__-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Felipe III [ a caballo ]'']], [[Felipe_IV__a_caballo__-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Felipe IV [ a caballo ]'']], sus mujeres [ [[Z620891D61UT954Margarita_de_Austria_a_caballo_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Margarita de Austria a caballo'']] ] e [ [[personaje_africano,_que_llaman_barabaroja_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Isabel de Borbón sobre un hermoso caballo blanco'']] ] (2), y el [[346LL3837X142D5|''conde duque de Olivares [ a caballo ]'']]: un [[muchacho_de_cuerpo_entero_con_un_perro_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''muchacho de cuerpo entero con un perro'']]: un [[bodegón_con_otros_dos_muchachos,_que_están_comiendo_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''bodegón con otros dos muchachos, que están comiendo'']]: dos retratos de unos [[bufones_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''bufones'']] (3): tres de cuerpo entero de [[Felipe_IV_de_cazador_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Felipe IV de cazador'']], de su mujer [ [[Isabel_de_Borbón_de_caza_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Isabel de Borbón de caza'']] ] y de un [[infante_niño_con_perro_y_escopeta_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''infante niño con perro y escopeta'']]: el de un [[personaje_africano,_que_llaman_barabaroja_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''personaje africano, que llaman barabaroja'']] (4): el del [[personaje_africano,_que_llaman_barabaroja_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''príncipe don Baltasar Carlos [ a caballo ]'']], corriendo en una jaca(5): el [[infante_don_Fernando__de_caza__-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''infante don Fernando [ de caza ]'']] a pie, con escopeta y perros (6): [[1X3FMVM49032I70Esopo_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Esopo'']] y [[895NVM08495RX6XMenipo_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Menipo'']] (7): [[I6ZK65LA7WC3F93Baco_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Baco'']] coronando a unos borrachos (8): un viejo de golilla, llamado el [[alcalde_Ronquillo_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''alcalde Ronquillo'']](9): dos [[enanos_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''enanos'']] (10): otros dos [ [[enanos_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''enanos'']] ]: el [[enanos_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Aguador de Sevilla'']] (11): [[san_Pablo_y_san_Antonio,_ermitaños_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''san Pablo y san Antonio, ermitaños'']], conversando cerca de un arroyo en un hermoso país [ paisaje ]: la [[san_Pablo_y_san_Antonio,_ermitaños_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''coronación de [ la Virgen ] nuestra Señora'']]: un cuadro grande que representa la [[entrega__de_una_plaza_al_marques_de_Pescara_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''entrega de una plaza al marques de Pescara'']] con figuras del tamaño del natural, que parecen retratos: una caza de jabalíes en el bosque del Pardo con figuras pequeñas: el [[retrato_de_un_Papa_de_medio_cuerpo_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''retrato de un Papa de medio cuerpo'']]: el de un [[personaje_de_golilla_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''personaje de golilla'']]: el de una [[infanta_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''infanta'']]: [[JSU7O9LO1HNGG18Marte_desnudo_y_con_un_gorrión_en_la_cabeza_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Marte desnudo y con un gorrión en la cabeza'']]: [[350467I608O1S4HMercurio_y_Argos_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Mercurio y Argos'']]: [[La_fragua_de_Vulcano_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''La fragua de Vulcano'']]; y el famoso cuadro de [[FT21WH4834QFYVWlas_hilanderas__fábula_de_Aracné__-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''las hilanderas [ fábula de Aracné ]'']].
CARMEN CALZADO
-Una [[RYBMW4A30114O45Concepción_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''Concepción'']] y un [[36LYFS24FJ9S082san_Juan_Evangelista_escribiendo_el_Apocalipsis_-_Velázquez_de_Silva,_Diego|''san Juan Evangelista escribiendo el Apocalipsis'']], colocados en la sala del capítulo: pertenecen al primer tiempo de Velázquez.
[[Category:Autores]][[Category:Tomo 5 ]][[Category:Página 155]][[Category:Grupo VE]][[Category:Letra V]][[Category:pintor]][[Category:Roma (Italia) Madrid, Jerez de la Frontera(C�diz, Andaluc�a) La Granja (Segovia, Castilla y Le�n) Plasencia (C�ceres, Extremadura), Gand�a (Valencia Comunidad Valenciana)]][[Category:S.XVI-XVII]]