|ciudad_trabajo=Roma (Italia) Londres (Inglaterra, Reino Unido) Granada, Sevilla (Andalucía)
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{{Autor:header}}'''Torrigiano''' (Pedro) escultor. Aunque Vasari no ha dicho cual haya sido el nombre de este profesor, Benvenuto Cellini en sus cartas 12 y 13 y Francisco de Holanda en su libro De la pintura Antigua aseguran que se llamó Pedro. Nació en Florencia por los años de 1470, y fue discípulo de un viejo Bertoldo, que lo había sido del antiguo Donato. Desde muy temprano manifestó su talento extraordinario en la escultura, trabajando en barro figuras por originales que le prestaba su maestro. Como en aquel tiempo Lorenzo de Médicis, señor de gran afición y delicado gusto en las bellas artes, poseyese una gran c[[olección_de_antigüedades_griegas_y_romanas_colección_de_antigüedades_griegas_y_romanas_-_Torrigiano,_Pedro|''olección colección de antigüedades griegas y romanas'']], de [[cartones_-_Torrigiano,_Pedro|''cartones'']], [[diseños_-_Torrigiano,_Pedro|''diseños'']] y [[modelos_-_Torrigiano,_Pedro|''modelos'']] de Donato, Masaccio, Bruneleschi, Uccello y de otros profesores, dispuso erigir una especie de academia en su mismo palacio, y nombró al viejo Bertoldo para que ordenase y custodiase aquellas preciosidades, y para que dirigiese a los jóvenes que hubiesen de concurrir a estudiarlas, y Torrigiano fue el primero que asistió presentado por su maestro. El Mecenas encargó a Dominico Ghirlandaio que llevase algunos de sus discípulos, y envió a Miguel Ángel Buonarroti y a Francisco Granacci, que eran los más adelantados que tenia y los de mejores esperanzas. Concurrieron despees Francisco Rustici, Nicolas de Domenico Soggi, Lorenzo di Credi, Juliano Bugiardiní, Baccio de Monte Lupo, Andrea Contucci. Ángelo Policiano y otros que restauraron las bellas artes en Italia y las propagaron por toda Europa.
Miguel Ángel, envidioso del talento de Torrigiano, aunque procuraba imitarle, no podía sufrir sus progresos. Jorge [ Giorgio ] Vasari, discípulo y elogiador del primero, dice que la particular estimación con que Lorenzo de Médicis le distinguía fue la causa de la enemistad y encono que le tenia el segundo; y añade que un día llegaron a las manos, con tal furia, que Torrigiano desbarató las narices a Buonarroti [ Miguel Ángel ] de una puñada. Pero el imparcial Cellini afirma que las supercherías de este fueron el motivo de la pelea, pues para Hacerse buen lugar con el Magnífico (así llamaban a Lorenzo de Médicis) incitaba a los demás jóvenes a jugar en el jardín, y cuando los veía así entretenidos se escapaba a dibujar, afectando aplicación. Sintió mucho el Mecenas la ofensa hecha a su predilecto, y a no haber huido Torrigiano precipitadamente á Roma, lo hubiera pasado muy mal en Florencia; pero halló buena acogida en el papa Alejandro VI, que le ocupó en la torre Borgia, [[trabajando_estucos_-_Torrigiano,_Pedro|''trabajando estucos'']] con otros grandes maestros.