Muñoz, Sebastián
Especialidad | Pintor |
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Nacimiento | h.1650 Navalcarnero (Madrid) |
Fallecimiento | 1690 Madrid |
Cronología | XVII |
Ciudad de trabajo | Madrid, Roma (Italia), Zaragoza (Aragón) |
Ubicación en el diccionario | Tomo 3, Página 216, Letra Letra M, Grupo Grupo MU |
Referencia bibliográfica | *Á. Rodríguez Rebollo, "Real Academia de la Historia D.B-e", en Sebastián Muñoz. Accesible en: https://dbe.rah.es/biografias/6593/sebastian-munoz (consultado en 21/10/2021) |
Muñoz (Sebastián) pintor. Nació en la villa de Navalcarnero el año de 1654, y fue uno de los discípulos mas adelantados de Claudio Coello, distinguiéndose particularmente en el manejo del temple por haber pintado para los adornos de las calles de Madrid en la entrada pública que hizo doña Luisa de Orleans, cuando vino a casarse con Carlos II. Con el producto que sacó de estas obras emprendió el viaje a Roma, donde logró estar en la escuela de Carlos Marata, y bajo su dirección estudiar el antiguo y copiar a los grandes maestros, sin dejar de concurrir a las academias. Pero como entonces no reinase el mejor gusto en aquella capital, los progresos de Muñoz fueron proporcionados a las máximas de aquella época, prefiriendo la hermosura del colorido y la bulla de la composición a la exactitud del dibujo, a las formas grandiosas y a la nobleza de caracteres.
Volvió a España en 1684 por Zaragoza, donde halló a su maestro Coello, que estaba pintando al fresco la iglesia del colegio de la Mantería, en lo que le ayudó, tomando a su cargo el desempeño de la capilla de santo Tomás de Villanueva, que concluyó a satisfacción del maestro. Volvieron juntos á Madrid y fueron recibidos con júbilo de los profesores y amigos. Con la novedad de su llegada se proporcionaron muchas obras a Muñoz que lo acreditaron.
Pintó en el palacio [ Alcázar ] el techo del gabinete de la reina, y representó la fábula de Angélica y Medoro con ornato de arquitectura, según el gusto de entonces, que tanto contribuyó a su decadencia. Ayudo después a pintar la galería del cierzo, y estando en esta ocupación cayó gravemente enfermo, y mereció de SS. MM. particulares favores y ayudas de costa. Convalecido en 1686 pintó al óleo un pasaje de la fábula de Psiquis y Cupido, el retrato de la reina [ María Luisa de Orleans ] y los de otros personajes de la corte, para lo que dicen tenía particular acierto, y el rey lo nombró su pintor el día 30 de agosto de 688.
Pintó también ocho cuadros de la vida de san Eloy, que se colocaron en la parroquia de San Salvador [ en la plazuela de la villa ] de Madrid con el motivo de la fiesta que los plateros celebraron a su patrono. Pero el que le dio más crédito fue el martirio de san Sebastián, que se colocó en la carrera [ de San Jerónimo ] el día del Corpus y está hoy en la sacristía de Carmen descalzo [ convento de San Hermenegildo de padres carmelitas descalzos en la calle de Alcalá ] de esta corte.
No sucedió así con otro cuadro que había pintado para el convento de los carmelitas calzados [ convento de Nuestra Señora del Carmen de padres carmelitas calzados en la calle de la Salud ], que representa el funeral de la reina [ María Luisa de Orleans ] cuya muerte acaeció el mismo año de 89 en que le pintó, pues los religiosos no quisieron recibirle, porque decían que la reina difunta tendida en el féretro y escorzada, no se parecía al original. Ni el voto, ni la persuasión de los mejores profesores pudieron moverlos a aceptarle, y si no hubiese tenido uno de los pintores el feliz pensamiento de que Muñoz pintase el retrato de la reina [ doña María Luisa de Orleans ] viva en una medalla sostenida por dos genios en lo alto del mismo lienzo, no hubiera cobrado un cuarto. Tal suele ser la suerte de un hábil profesor, cuando el dueño carece de conocimientos necesarios para encargar las obras y estimar el mérito.
Habiéndose casado el rey segunda vez con doña Mariana de Neoburgo, pintó al fresco en la real cámara [ en el Alcázar ] lo que había trazado Coello como pintor de cámara. No tenía Muñoz más de treinta y seis años de edad, en los que había llegado a un alto grado de estimación con los reyes y de reputación con los artistas, cuando perdió la vida desgraciadamente, cayendo el lunes santo del año de 1690 de lo alto de un andamio, en el que retocaba la bóveda de la capilla de nuestra Señora de Atocha [ Convento de Nuestra Señora de Atocha de padres dominicos, al remate de la calle de Atocha ], pintada antes por Herrera el Mozo. La comunidad de aquel convento le sepultó con gran pompa en la sala capitular, y el rey mandó dar a la viuda veinticinco doblones para lutos y le señaló una pensión. Su condiscípulo Francisco Ignacio Ruiz de la Iglesia concluyó el cuadro del martirio de San Andrés para la iglesia de Casarrubios, que había dejado bosquejado; y las obras públicas más conocidas de su mano son las siguientes:
ZARAGOZA
La Mantería
-El fresco de la capilla de santo Tomás de Villanueva
MADRID
Carmen Calzado [ Convento de nuestra señora del Carmen de padres Carmelitas Calzados en la calle de la Salud ]
-En el claustro principal el cuadro del entierro de la reina doña Luisa de Orleans
Carmen Descalzo [ Convento de san Hermenegildo de padres Carmelitas descalzos en la calle de Alcalá ] -Sobre los cajones de la sacristía el citado lienzo de [ el ] martirio de San Sebastián.
Junta de Obras y Bosques, Palomino, Ponz.
(Tomo III, pp216-219)
Consulta <Muñoz, Sebastián> en el libro
Obras actualmente documentadas
Obra | Técnica | Cronología | Localización actual | Imagen |
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(doña María Luisa de Orleans) viva en una medalla sostenida por dos genios en lo alto - Muñoz, Sebastián | Óleo sobre lienzo | 1689 | The Hispanic Society of America | |
Autorretrato Muñoz Sebastián | Óleo sobre lienzo | 1670-1680 | Museo Nacional del Prado | |
Funeral de la reina (María Luisa de Orleans) - Muñoz, Sebastián | Óleo sobre lienzo | 1689 | The Hispanic Society of America |