Cambios

}}{{Obra:header}}''claustro grande''

'''Observaciones:'''

Se trata de una de las mayores series de cuadros de para un claustro, por tamaño y número, realizados por un solo artista de toda Europa.

El 29-VIII- de 1626 Carducho se comprometió a pintar los cuadros para el claustro de la Cartuja de El Paular, a razón de catorce por año durante cuatro años, pagándole 1.500 ducados cada año “Han de ser pintados sobre anjeo, sin costura y si no fuese posible sobre manteles de una sola costura; han de ser originales suyos, de sus dibujos y firmados de su nombre”, 13 de las obras están fechadas en 1632.

Según Cuartero, los pintó en su casa de la Calle Atocha, y los entregó a la Hostería del convento de la Calle de Alcalá, siendo los tasadores Angelo Nardi, por parte del Convento y Cajés por parte de Carducho.

Parece que para la serie se inspiró en la que había realizado Sánchez Cotán para el convento de Granada. Los temas a pintar se los proporcionó a través de un manuscrito el padre Baeza (prior de convento entre 1634-1638), manuscrito del que Ceán tomó nota en 1780.

La Serie comprende 56 lienzos: veintisiete historias de San Bruno, Veintisiete de venerables cartujanos y dos con las armas reales y de la orden de los cartujos, todos ellos de 345 x 315 cm.

Durante la Desamortización (1835-36) las obras pasaron al Convento de la Trinidad de Madrid, Museo Nacional de Pintura desde 1838 pasando desde 1873 al Museo del Prado, siendo cedidas muchas de ellas en depósito, deshaciéndose la serie.