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{{Autor:header}}'''Caxés ó Caxesi ó Caxete''' [ cajés ] (Patricio) pintor, natural de Arezo. Ejercía con gran éxito su profesión en Roma cuando don Luis de Requesens, embajador de Felipe II en aquella corte, le envió á España con Rómulo Cincinato, por encargo que S. M. le había hecho de algunos buenos pintores. Luego que llegó a Madrid le señaló el rey [ Felipe II ] 20 ducados al mes por tiempo de tres años, en los que pintó al fresco con Rómulo Cincinato dos [[piezas_del_Alcázar_-_Caxés,_Caxesi_o_Caxete_(Cajés),_Patricio|''piezas del Alcázar'']] con singular acierto y mucha diligencia. Cumplido el plazo mandó S. M. en 20 de septiembre de 570 que se le continuase su salario, y entonces hizo la [[traza_para_el_retablo_mayor_antiguo_de_la_iglesia_de_san_Felipe_el_Real_-_Caxés,_Caxesi_o_Caxete_(Cajés),_Patricio|''traza para el retablo mayor antiguo de la iglesia de san Felipe el Real'']] [ convento de San Felipe el Real de padres agustinos calzados en la calle mayor ].
En 608 pintó varios [[pasajes_de_la_historia_del_casto_José_-_Caxés,_Caxesi_o_Caxete_(Cajés),_Patricio|''pasajes de la historia del casto José'']]en la galería de la reina del palacio del Pardo, y trabajó los [[estucos_-_Caxés,_Caxesi_o_Caxete_(Cajés),_Patricio|''estucos'']] de su adorno. Trajéronle tullido de esta obra a Madrid donde falleció por agosto el año de 612 de avanzada edad, y después de haber servido a Felipe II y a Felipe III cuarenta y cuatro años sin que le hubiesen hecho merced alguna. Mas el rey atendiendo a estas circunstancias y a la pobreza en que quedaba Casilda de Fuentes su viuda con ocho hijos, le concedió dos reales diarios por tiempo de un año en el de 613; y habiendo fallecido ésta tuvo a bien que se diesen a Lucrecia Cajés su hija 50 ducados por una vez en 12 de septiembre de 620.
Luego que llegó Patricio a España Principió a traducir del toscano el libro de Vignola sobre los cinco órdenes de arquitectura, a cuyo tiempo “''estaba ya'' (dice la dedicatoria al príncipe don Felipe) ''comenzada la insigne y devota fábrica del Escorial, y después para provecho de los que en este reino no entienden la lengua, y loaban y deseaban esta impresión, he venido en consentir a que se impriman, habiéndome mucho animado a ello la aprobación de Juan de Herrera, arquitecto mayor de S. M. , entendido y plático en esta profesión cuanto es notorio''”.
