'''Cano''' (Alonso) pintor, escultor y arquitecto. Nació en la ciudad de Granada el día 19 de marzo del año de 1601, y fue bautizado en la parroquia de San Ildefonso: fueron sus padres Miguel Cano, ensamblador y arquitecto de retablos, natural de la villa de Almodóvar del Campo, y doña María de Almansa, de la de Villarobledo, pueblos de la Mancha. Su padre le enseñó la arquitectura y habiendo trasladado este su casa y familia a Sevilla, por consejo del pintor Juan del Castillo, cuando estuvo en Granada, aprendió Alonso la escultura con su paisano Juan Martínez Montañés, que también se había establecido en aquella capital, y la pintura con Francisco Pacheco y después con el citado Castillo. Mas el estilo de sencillez en las actitudes, de grandiosidad en las formas, de verdad y buen gusto en el plegar de los paños, que adoptó en la escultura, hacen sospechar, que su verdadero maestro haya sido el estudio que pudo haber hecho en las [[asfunction:link_clave,974517|''<span class="underline">estatuas</span>'']] y [[asfunction:link_clave,182989|''<span class="underline">bustos griegos</span>'']] que había entonces en Sevilla en el palacio del duque de Alcalá, llamado casa de Pilatos, pues que ni el Montañés podía enseñarle tan buenas máximas, ni él podía haber inventado unas formas tan parecidas a las del antiguo.
De este su primer tiempo [San Luis: [[asfunction:link_clave,SOSNO1N92MONYI5San_Francisco_de_Borja|''<span class="underline">San Francisco de Borja</span>'']],] hay cinco retablos en Sevilla, tres [[asfunction:link_clave,KUV6SXXRT897HB6|''<span class="underline">[retablos] en el colegio de San Alberto</span>'']], y dos [[asfunction:link_clave,A6U8M112C00641F|''<span class="underline">[retablos] en el monasterio de Santa Paula</span>'']], cuya [[asfunction:link_clave,undefined|''<span class="underline">arquitectura</span>'']], [[asfunction:link_clave,095649|''<span class="underline">estatuas</span>'']] y [[asfunction:link_clave,118403|''<span class="underline">pinturas</span>'']] son de su mano, y exceden a las obras de los maestros de Cano. El año de 1628 se encargó al padre el [[asfunction:link_clave,823967|''<span class="underline">retablo mayor</span>'']] de la parroquia de la villa de Lebrija; y en el siguiente se otorgó escritura, presente la [[asfunction:link_clave,872503|''<span class="underline">traza</span>'']] que había ejecutado, con las correspondientes condiciones, ante Diego Martínez, siendo la primera, pagarle 3000 ducados en concluyéndole. En el de 630 se traspasó la obra a su lijo Alonso, acaso por la muerte del padre, y la dio concluida en el de 36, pagándole además de la cantidad contratada 250 ducados de demasías, según tasación del Montañés y de Jerónimo Velázquez, nombrados, el primero por Cano, y el segando por la fábrica, a cuyo efecto fueron de Sevilla a Lebrija. Palomino hace grandes justos elogios de la [[asfunction:link_clave,B75LK72446JU11P|''<span class="underline">escultura de este retablo</span>'']], particularmente de la [[asfunction:link_clave,941629|''<span class="underline">estatua de la Virgen con el niño</span>'']], colocada en el nicho principal; y Ponz añade que los [[asfunction:link_clave,DTXD1Q27B0U4MB7|''<span class="underline">lienzos [cuadros]</span>'']] que hay en él, están pintados por Cano, en lo que padeció equivocación, pues son de mano de Pablo Legot, como se demostrará en su artículo.
Por esta época pocos profesores le disputaban en Sevilla la primacía en las tres facultades, y su genio poco sufrido no le permitía concederla a ninguno. No sé si sobre este punto o sobre otro tuvo entonces un desafío con el pintor don Sebastián de Llano y Valdés, sujeto acreditado por su mérito y moderación; y siendo Cano más diestro en la espada, quedó su rival herido, por lo que hubo de salir huyendo de aquella ciudad y se vino a Madrid el año de 37.