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Victoria Gastaldo, Vicente
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Especialidad Pintor
Nacimiento !650 Denia (Alicante, Comunidad Valenciana)
Fallecimiento 1709 Roma (Italia)
Cronología XVII-XVIII
Ciudad de trabajo Xátiva, Játiva, Valenlencia (Comunidad Valenciana) (Italia) Roma, Morella, Forcal (Castellón, Comunidad Valenciana)
Ubicación en el diccionario Tomo 5, Página 214, Letra Letra V, Grupo Grupo VI
Referencia bibliográfica *B. Bassegoda Hugas, "Real Academia de la Historia D.B-e", en Vicente Victoria Gastaldo. Accesible en: https://dbe.rah.es/biografias/29329/vicente-victoria-gastaldo (consultado en 14/07/2021)


Victoria (don Vicente) pintor y segundo Pablo Céspedes por su erudición en las humanidades, historia anticuaria y por su teórica y práctica de la pintura. Nació en Valencia el año de 1658, donde estudió gramática, filosofía y teología con aprovechamiento; pero el amor extraordinario que tuvo desde sus más tiernos años a la pintura le movió a dejar su patria para ir a Roma, donde se hizo discípulo de Carlo Marata, el pintor más acreditado en aquel tiempo. Estudió entonces con solidez la anatomía y proporciones del cuerpo humano y todos los demá preceptos del arte, copiando las obras del divino Rafael y las estatuas del antiguo. De sus progresos y aprovechamiento dejó una buena prueba en la iglesia de las monjas de la Concepción de Campo Marzo en aquella capital.


Su habilidad, su delicado gusto y erudición, la afabilidad de su trato le hicieron conocido y recomendable entre los anticuarios, literatos y aficionados a las bellas artes. Quien más le distinguió y apreció su mérito fue Cosme III, gran duque de Toscana, que le nombró su pintor y le obligó a que hiciese su mismo retrato [ de Cosme III ] para colocarle en la galería, en que están los de los más famosos profesores.


Por este tiempo grabó Victoria al agua fuerte una estampa que se ha hecho muy rara y apreciable, copia de la célebre tabla que pintó Rafael de Urbino para el altar mayor de la iglesia de Araceli en Foligno, a instancias de un camarero del papa julio II, y representa a nuestra Señora [ Virgen ] con el niño y san Juan Bautista, san Jerónimo y san Francisco contemplándola. La dedicó don Vicente al Gran duque, llamándole su mecenas y bienhechor, por cuyo influjo creen algunos que alcanzó del papa un canonicato de la colegiata de San Felipe, entonces Xátiva.


Ordenado de sacerdote vino a tomar posesión, y no sabemos por que motivo fijó su residencia en la ciudad de Valencia fuera de sus muros, en una casa cómoda, disfrutando de los atractivos del campo, entregado a la observación de la naturaleza y al estudio de las ciencias que poseía con una copiosa y escogida colección de libros que habla traído de Italia. Aquí le trató don Antonio Palomino y vio muy buenas cosas pintadas de su mano, como era un trozo de librería fingida para llenar un hueco de la verdadera, que en nada se distinguían: una tabla pintada en un lienzo sobre la que contrahizo dibujos, estampas y papeles que engañaba a cuantos iban a cogerlos; y otras cosas a este tenor [ trampantojos ]. Aquí fue donde recibió con carta de su amigo don Horacio Albano, hermano del papa, el libro que acababa de publicar el caballero Malvasía, intitulado, la Felsina Pitrice, en el que no se trata como merece el buen nombre y el relevante mérito del incomparable Rafael de Urbino, ni el de la escuela romana, elevando más de lo justo el de la boloñesa. A instancias de su amigo tomó la pluma en defensa de los ilustres pintores que maltrataba, y escribió el apreciable libro para los inteligentes con el título Osservazzioisi sopra il libro de la Felsina Pitrice, dedicado a los amantes de la pintura y dividido en siete cartas fechas desde 15 de marzo de 1679 hasta 3 de octubre del mismo año, que después se imprimió en Roma el de 703. Tardaron en responder los partidarios de la escuela boloñesa, y por fin apareció Juan Pedro Zanoti, pintor de Bolonia, cediendo el campo en materia de erudición a Victoria, pero con torpes personalidades, sin poner a cubierto a Malvasía.


La memoria de las academias de Roma, del trato y comunicación con sus amigos los artistas y los anticuarios, y de otros mil atractivos de que carecía en Valencia, fueron la causa de hacérsele fastidiosa esta residencia, y de que volviese a aquella corte. Por haber pintado en Valencia el año de 1691 un guión o estandarte para el convento de San Juan de la Ribera, con motivo de las fiestas que celebró aquel año a la canonización de San Pascual, se viene en conocimiento de que sería a fines del siglo XVII, o principios del XVIII su regreso a Italia, y respecto de que le alcanzó Palomino en aquella ciudad antes de volver a Roma. Aumentose de tal modo su reputación en esta capital, que el papa le nombro su anticuario, consultándole los sabios, los profesores de las bellas artes y sus aficionados. Escribió entonces una Historia Pictórica, que no llegó a ver la luz pública a causa de su muerte acaecida en Roma el año de 1712.


La academia de Florencia y otros cuerpos artistas y literarios escribieron varios elogios de su mérito en la pintura, de su erudición de su pluma; y se publicó uno en el libro de las pinturas del sepulcro de Ovidio, que le hace mucho honor. Fue también muy celebrado por sus versos en toscano y en castellano; y para prueba en este último idioma copiaremos el siguiente soneto que compuso a la pintura.

Émula del criador, arte excelente,

Misteriosa deidad, muda canora,

Sin voz sirena y sabia encantadora,

Verdad fingida, engaño permanente,

Del alma suspension, sombra viviente,

Erudita y no gárrula oradora,

Libro abierto, que mas enseña y ora

Que el volumen mas docto y eloqüente:

Quanto el juicio comprehende, ama el anhelo

Se advierte en ti; y en tu matiz fecundo

Otra naturaleza halla el desvelo.

Admiro en ti casi un criador segundo,

Pues Dios crió de nada tierra y cielo,

De casi nada tú haces cielo y mundo.


Diremos las pinturas públicas que quedaron de su mano.


VALENCIA

Catedral

-Al fresco la cúpula, ángulos y lunetos de la capilla del Sagrario con pasajes de la vida de san Pedro. Dicen unos, que se retrató a si mismo en una de las figuras; y otros, que habiéndole ayudado un beneficiado de esta iglesia en esta obra, retrató a Victoria, y Victoria al beneficiado.

San Francisco

-Catorce cuadros al óleo en la sacristía, que pintó a ruegos de un hermano suyo, provincial en aquel convento. Son relativos a la historia de la orden y de la provincia, y tienen figuras del tamaño del natural.

San Agustín

-Los lienzos de la capilla de santa Rita.


Casa Profesa que fue de los Jesuitas

-Al fresco la cúpula de la capilla de la [ Inmaculada ] Concepción, donde representó la asuncion de la Vírgen, san Estanislao de Kostka, y varios grupos de ángeles.


MORELLA

Convento de Agustinos

- Debajo del coro un lienzo de catorce palmos y medio, que representa la confesión de san Pedro; y frente a la capilla de la comunión otro igual del nacimiento de san Ambrosio.


FORCAL

Ermita de la Virgen de la Consolación

-El cuadro que. representa a nuestra Señora [ la virgen de la Consolación ] de esta advocación en su altar.

Ermita de san José

-El que representa al santo patriarca [ san José ].

Palomino, Victoria, Ponz, Orellana.

(Tomo V, pp. 214-219)

Consulta <Victoria, Vicente> en el libro

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Obra Técnica Cronología Localización actual Imagen
Trampantojos - Victoria, Vicente Óleo sobre lienzo Colección del duque de Osuna
 
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