Cambios

Ir a la navegación Ir a la búsqueda
26 bytes añadidos ,  hace 2 años
sin resumen de edición
== Notas Prólogo ==
* <sup>(1)</sup>. Además de los dos tomos del [http://catalogo.bne.es/uhtbin/cgisirsi/x/0/0/57/5/3?searchdata1=3915408%7bCKEY%7d&searchfield1=GENERAL%5eSUBJECT%5eGENERAL%5e%5e&user_id=WEBSERVER ''Museo pictórico''] de D. Antonio Palomino, impresos en Madrid, el primero en 171 5 y el segundo en 1724, y de los veinte del [http://catalogo.bne.es/uhtbin/cgisirsi/x/0/0/57/5/3?searchdata1=4176078%7bCKEY%7d&searchfield1=GENERAL%5eSUBJECT%5eGENERAL%5e%5e&user_id=WEBSERVER ''Viage de España''] ''y'' [http://catalogo.bne.es/uhtbin/cgisirsi/x/0/0/57/5/3?searchdata1=520842%7bCKEY%7d&searchfield1=GENERAL%5eSUBJECT%5eGENERAL%5e%5e&user_id=WEBSERVER ''fuera de ella''] de D. Antonio Ponz, que se imprimieron en esta corte desde el año de 1772 hasta el de 94, he extractado en la parte que me interesaba los libros castellanos siguientes:
** Las [http://catalogo.bne.es/uhtbin/cgisirsi/x/0/0/57/5/3?searchdata1=5176142%7bCKEY%7d&searchfield1=GENERAL%5eSUBJECT%5eGENERAL%5e%5e&user_id=WEBSERVER ''Medidas del Romano''] por Diego de Sagredo, impreso en Toledo el año de 1526: la [http://catalogo.bne.es/uhtbin/cgisirsi/x/0/0/57/5/3?searchdata1=551419%7bCKEY%7d&searchfield1=GENERAL%5eSUBJECT%5eGENERAL%5e%5e&user_id=WEBSERVER ''Anatomía del cuerpo humano''] por el Dr. Juan de Valverde, Roma 1554: el [http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000223469 ''Tercero y quarto libros de Arquitectura''] de Sebastian Serlio, traducidos por Francisco de Villalpando, en un tomo, Toledo 1569: el [http://catalogo.bne.es/uhtbin/cgisirsi/x/0/0/57/5/3?searchdata1=3728910%7bCKEY%7d&searchfield1=GENERAL%5eSUBJECT%5eGENERAL%5e%5e&user_id=WEBSERVER ''Quilatador de oro y plata''], Valladolid 1572, y la [http://catalogo.bne.es/uhtbin/cgisirsi/x/0/0/57/5/3?searchdata1=4176770%7bCKEY%7d&searchfield1=GENERAL%5eSUBJECT%5eGENERAL%5e%5e&user_id=WEBSERVER ''Varia conmesuracion''], Sevilla 1585, ambos por Juan de Arfe y Villafañe: el [http://catalogo.bne.es/uhtbin/cgisirsi/x/0/0/57/5/3?searchdata1=3729328%7bCKEY%7d&searchfield1=GENERAL%5eSUBJECT%5eGENERAL%5e%5e&user_id=WEBSERVER ''Libro de la Montería del rey D. Alonso el XI''], publicado y añadido por Argote de Molina, Sevilla 1582: [http://catalogo.bne.es/uhtbin/cgisirsi/x/0/0/57/5/3?searchdata1=4333102%7bCKEY%7d&searchfield1=GENERAL%5eSUBJECT%5eGENERAL%5e%5e&user_id=WEBSERVER ''Regla de las cinco órdenes de arquitectura''] de Jacome de Vignola, traducido por Patricio Caxesi, Madrid 1593: la [http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000054264 ''Noticia general para la estimación de las artes''], por el Lic. Gaspar Gutiérrez de los Ríos, Madrid 1600: el tercer tomo de la [http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000047519 ''Historia de la orden de S. Gerónimo, que contiene la descripción del monasterio de S. Lorenzo el real''] por el P. Fr. Josef de Sigüenza, Madrid 1605: los ''Discursos apologéticos en que se defiende la ingenuidad del arte de la pintura'' por D. Juan Butrón, Madrid 1626: los ''Diálogos de la pintura'' por Vincencio Carducho, Madrid 1633: el ''Arte de la pintura'' por Francisco Pacheco, Sevilla 1649: ''Principios para estudiar el nobilísimo arte de la pintura'' por D. Josef Garcia Hidalgo, Madrid 1691: la ''Descripción del Escorial'' por el P. Fr. Francisco de los Santos, Madrid 1698: las ''Obras de D. Antonio Rafael Mengs'', Madrid 1780: los ''Comentarlos de la pintura'' que escribió D. Felipe de Guevara y publicó D. Antonio Ponz, Madrid 1788; y en fin las constituciones y actas de las academias de S. Fernando en Madrid, de santa Bárbara y de S. Carlos en Valencia, de S. Carlos en México y de S. Luis en Zaragoza; y de las escuelas de dibujo, establecidas en Sevilla, Barcelona, Cádiz, Granada y en otras ciudades del reino. En italiano: las ''Vidas de los pintores, escultores y arquitectos'' por Jorge Vasari, última edición, en Siena el año de 1794 en once tomos con muchas notas y adiciones por el P. M. Guillermo de la Valle: el ''Tratado del arte de la pintura, arquitectura y escultura'' de Juan Pablo Lomazo, Milán 1585: ''Idea de los pintores, escultores y arquitectos'' del caballero Federico Zucaro, Turin 1607: las ''Vidas de los pintores, escultores y arquitectos'' por el caballero Juan Balloni, Roma 1642: las ''Maravillas del arte, o las vidas de los pintores venecianos'' por el caballero Cárlos Ridolfi, Venecia 1648, dos tomos: las ''Vidas de los pintores, escultores y arquitectos modernos'' por Juan Pedro Bellori, Roma 1672, dos tomos: las ''Vidas de los pintores, escultores y arquitectos genoveses'' por el señor Rafael Soprani, Génova 1674: ''Felsina pitrize, vidas de los pintores boloñeses'' por el conde D. Carlos César Malvasía, Bolonia 1674, dos tomos: ''Noticia de los profesores del dibujo desde Cimabue hasta ahora'', Florencia 1681, cuatro tomos: ''Academia del nobilísimo arte de la pintura, que contiene las vidas de 400 pintores'' por Joaquin de Sandrart, Norimberg 1683: ''Vidas de los pintores, escultores y arquitectos modernos'' por Leon Pascoli, Roma 1730, tres tomos: el ''Abecedario pictórico'' por el P. Orlandi, Nápoles 1733: ''Vidas de los pintores, escultores y arquitectos napolitanos'' por Bernardo de Dominici, Nápoles 1742, dos tomos: ''Noticias históricas de los grabadores'' por Juan Gori Gandellini, Siena 1771, tres tomos: ''Serie de los hombres más ilustres en la pintura, escultura y arquitectura desde la primera restauración hasta el tiempo presente'' por unos anónimos, Florencia desde 1769 a 75, doce tomos. En francés: las ''Conversaciones de Mr.Felibien sobre las vidas de los artistas'', Trebouse 1725, seis tomos; ''Tratado de la pintura y escultura'' por Mres. Richardson padre e hijo, Amsterdam 1728, cuatro tomos: la ''Vida de los pintores flamencos, alemanes y holandeses'' por J. B. Descamps, Paris 1753, cuatro tomos: ''Diccionario portátil de la pintura, escultura y grabado'' por D. Antonio Josef Pernecty, Paris 1757: el ''Arte de pintar, poema'' por Mr. Watelet, Paris 1760: todas las ''Obras de Mr. de Piles'', inclusa la traducción que hizo del arte de la pintura, poema en latín, de Du-Fresnoy, Paris 1767, cinco tomos: ''Compendio de las vidas de los más famosos pintores'' por un anónimo, Paris 1762, cuatro tomos: ''Historia del arte entre los antiguos'' por M. J. Winckelman, traducido del alemán, París 1765, dos tomos: la ''Pintura, poema'' por Mr. Le Mierre, Amsterdam 1770: diferentes ''obras'' que conciernen a las artes por Mr. Falconet, Paris 1787, tres tomos: ''Diccionario de las artes de pintura, escultura y grabadura'' por M. Watelet y M. Levesque, Paris 1792, cinco tomos. * <sup>(2)</sup>.  El mérito y circunstancias de Francisco de Holanda, y el de su manuscrito, constan en el artículo que tiene en este diccionario; y es el tratado de pintura más interesante que tenemos en nuestro idioma. Le posee la biblioteca de la Real Academia de S. Fernando, y sería muy útil su impresión.
* <sup>(23)</sup>.  El mérito y circunstancias  Este escritor fue cronista de Francisco los reinos de HolandaLeón y Castilla, y de muy extendidos conocimientos, según el gusto de su manuscritotiempo: muy buen dibujante, pues se conservan de su mano un correcto dibujo a la pluma del rey D. Pelayo, muchos y buenos escudos de armas y adornos, constan en el artículo que tiene hacía para sus empresas y árboles genealógicos: decente poeta, pues componía sonetos en este diccionarioloor de los artistas; y es el tratado amigo de pintura más interesante los que tenemos vivían entonces en nuestro idiomael reino. Le posee la biblioteca Posee este manuscrito D. Joseph Ruenes, académico de la Real Academia de S. Fernandohistoria, y sería sujeto muy útil recomendable por su impresióninstrucción, buen gusto en ciencias y artes y escogida librería, a cuya generosidad debemos una copia de él.
* <sup>(34)</sup>.  Este escritor fue cronista D. Juan de los reinos de León Alfaro, pintor cordobés, era también literato y Castillapoeta, como se dice en su artículo; y habiendo aprendido a pintar con D. Diego Velázquez, se dedicó a juntar muchas noticias de muy extendidos conocimientossu vida y obras, según que ordenadas por su hermano el gusto doctor en medicina D. Henrique de su tiempo: muy buen dibujanteAlfaro, formaron un libro tan prolijo, pues se conservan como impertinente. Por él trabajó Palomino la vida de su mano un correcto dibujo Velázquez; mas yo para confirmar los hechos y añadir otros más interesantes, recurrí a la pluma del rey instrumentos originales. No se puede negar que D. PelayoJuan era curioso e investigador, muchos y buenos escudos por lo que adquirió un discurso manuscrito ''De la comparación de armas la antigua y adornos, que hacía para sus empresas moderna pintura y árboles genealógicos: decente poetaescultura'', pues componía sonetos en loor que se trata de la excelencia de las obras de los artistas; antiguos, y amigo si se aventajaban a las de los modernos, que vivían entonces escribió Pablo de Céspedes el año de 1604 en Córdoba a instancias de Pedro de Valencia; y otro incompleto sobre el reino. Posee este manuscrito D. Joseph Ruenes''templo de Salomón'', académico que habla del origen de la historia, sujeto muy recomendable pintura por su instrucción, buen gusto en ciencias el mismo autor. Los copió con limpieza y artes adornó con notas históricas de artistas españoles y escogida libreríaextranjeros, y los dedicó a cuya generosidad debemos una la duquesa de Bejar. Tengo copia de éltodo, y había pensado añadirlo al artículo de Céspedes; pero siendo demasiado largo, lo dejé para otra ocasión, porque es muy digno de la luz pública.
* <sup>(45)</sup>. D. Juan de Alfaro, pintor cordobés, era también literato y poeta, como se dice Ya confiesa el mismo Palomino en su artículo; y habiendo aprendido a pintar con D. Diego Velázquezel preludio que escribió, se dedicó a juntar muchas noticias las ''vidas de su vida y obraslos pintores'', que ordenadas por su hermano el doctor en medicina D. Henrique cuanto le sirvieron estos manuscritos de Valle y Alfaro; y aunque dice del primero, formaron un libro “que por ser tan prolijo, desaliñado (como impertinente. Por él trabajó Palomino no era de la vida de Velázquezprofesión) ha sido menester fundirlo para vaciarlo&quot; mas yo para confirmar los hechos y añadir otros más interesantes, recurrí a instrumentos originales. No se puede negar tomó tan exactamente sus noticias, que D. Juan era curioso e investigadorsin embargo del desaliño, por lo que adquirió un discurso manuscrito ''De copió al pie de la comparación letra las vidas de Juan de la antigua y moderna pintura y escultura''Toledo, en que se trata de la excelencia Escalante, de las obras Cárdenas, de los antiguosPereda, y si se aventajaban a las de los modernosFrancisco Camilo, que escribió Pablo de Céspedes el año Eugenio de 1604 en Córdoba a instancias las Cuevas, de Pedro Antonio Arias, de Valencia; Cano y otro incompleto sobre el ''templo de Salomón'', otros de su tiempo. Y más valiera que habla del origen de la pintura por el hubiese hecho lo mismo autor. Los copió con limpieza y adornó con notas históricas las de artistas españoles y extranjerosCristóbal Acevedo, y los dedicó a Miguel de la duquesa Cruz, Mateo Gallardo, Lupicino, Francisco de Bejar. Tengo copia Burgos Mansilla, Francisco Gutiérrez, Juan de todoLicalde y Urzanqui, que refiere Valle y había pensado añadirlo al artículo de Céspedes; pero desprecia Palomino, siendo demasiado largomás acreedores a su memoria, lo dejé para otra ocasión, porque es muy digno de la luz públicaque otros muchos a quienes elogia.
* <sup>(56)</sup>. Ya confiesa Este es otro manuscrito original forrado en pergamino, sin principio ni fin, foliado desde el mismo Palomino en núm. 21 hasta el preludio que escribió96, rubricada cada hoja con estampilla, a y algunos pliegos sueltos. Contiene las ''vidas de ordenanzas provisionales que formaron los pintores'', cuanto le sirvieron estos manuscritos sevillanos para el arreglo de Valle y Alfaro; y aunque dice del primerola academia, “que por ser tan desaliñado (como no era cuando la establecieron el año de 1660 en la profesión) ha sido menester fundirlo para vaciarlo&quot;, tomó tan exactamente sus noticias, que sin embargo del desaliño, copió al pie casa lonja de la letra Sevilla: las vidas elecciones de Juan presidente (que fue el primero Murillo) y las de Toledo, los demás oficios: las subscripciones de Escalanteciento treinta y ocho profesores con sus firmas originales, que se obligaron a sostener a sus expensas los gastos de Cárdenasaquel establecimiento; y otras constituciones, de Peredaautorizadas en papel sellado, firmadas en 5 de Francisco Camilo, noviembre de Eugenio 1673 compuestas de las Cuevassiete capítulos, que prescriben el orden de Antonio Ariaslos estudios. Posee este precioso manuscrito el ilustrísimo señor D. Francisco de Bruna y Ahumada, de Cano del consejo y cámara de otros de su tiempo. Y más valiera que hubiese hecho lo mismo con las de Cristóbal AcevedoCastilla, Miguel y decano de la Cruz, Mateo Gallardo, Lupicino, Francisco real audiencia de Burgos MansillaSevilla, Francisco Gutiérrez, Juan entre otras curiosidades de Licalde y Urzanquilas bellas artes, que refiere Valle diré más adelante, y desprecia Palomino, siendo más acreedores a su memoria, que cuyo favor merecí poder sacar una copia y otros muchos a quienes elogiaauxilios para esta obra.
* <sup>(67)</sup>. Este es otro manuscrito original forrado Ocupa el primer lugar un libro que escribió en pergaminoZaragoza a mediados del siglo XVII Jusepe Martínez, sin principio ni finpintor de Felipe IV y de su hijo D. Juan de Austria, foliado desde el núm. 21 hasta el 96intitulado: ''Discursos practicables del nobilísimo arte de la pintura, rubricada cada hoja con estampillasus rudimentos, medios y algunos pliegos sueltosfines que enseña la experiencia con los exemplares de obras insignes de artífices ilustres. Contiene '' Dejando aparte los elementos del arte, nos aprovechamos de las ordenanzas provisionales noticias históricas que formaron comprehende de los pintores sevillanos para el arreglo profesores aragoneses y de la academialos extranjeros que vinieron a trabajar en aquel reino. Las hizo sacar del original, cuando la establecieron el año que se conserva en una de 1660 en la casa lonja las Cartujas de Sevilla: las elecciones inmediaciones de presidente (que fue Zaragoza el primero Murillo) señor D. Juan Antonio Hernández de Larrea, deán de aquella santa iglesia, celosísimo protector de los adelantamientos de la Real Academia de San Luis y las de los demás oficios: las subscripciones útiles proyectos de ciento treinta y ocho profesores con sus firmas originalesla sociedad aragonesa, que se obligaron a sostener a sus expensas los gastos ruego de su ilustre amigo el señor D. Felipe Ignacio Canga Arguelles, fiscal del consejo de aquel establecimiento; y otras constitucionesCastilla, autorizadas no menos interesado en papel selladolos progresos de aquellos cuerpos, firmadas que en 5 los de noviembre este diccionario. Siguen los documentos que acreditan los hechos que precedieron al establecimiento de 1673 compuestas la citada academia de siete capítulos, San Luis desde que prescriben el orden escultor Juan Ramírez y otros profesores de Zaragoza formaron una escuela pública de dibujo; de cuando mereció la protección de los estudioscaballeros de aquella ciudad: de la formación de la junta preparatoria; y hasta que la sociedad facilitó la última mano, también debidos al señor Larrea. Posee este precioso manuscrito el ilustrísimo señor Los manuscritos del abad Gordillo, de D. Francisco Ambrosio de Bruna la Cuesta y AhumadaSaavedra, del consejo y cámara canónigo de CastillaSevilla Loaisa, y decano de la real audiencia otros curiosos escritores. Los testamentos de Diego de SevillaSiloé, entre otras curiosidades de las bellas artesJuan Fernandez Navarrete el Mudo, que diré más adelantede Bartolomé Esteban Murillo, de Lucas Jordán y de otros varios profesores. Los trabajos inéditos de Francisco Pacheco y de Vincencio Carducho. Expedientes sobre el pleito del soldado en Valladolid: del que tuvieron los pintores con los alguaciles de corte en Madrid sobre no asistir a cuyo favor merecí poder sacar una copia procesión de semana santa, con quienes estaban incorporados en una hermandad en el colegio de santo Tomas; y en fin muchas partidas de bautismo, de casamiento y otros auxilios de entierro de artistas, que se buscaron para esta obracomprobación de los hechos.
* <sup>(78)</sup>. Ocupa Con el primer lugar un libro que escribió en Zaragoza a mediados auxilio del siglo XVII Jusepe Martínez, pintor de Felipe IV y de su hijo señor D. Juan Josef Gil de AustriaAraujo, intitulado: ''Discursos practicables del nobilísimo arte lectoral de la pinturasanta iglesia de Sevilla, sus rudimentosmuy aficionado a las bellas artes, medios y fines que enseña la experiencia con los exemplares del difunto penitenciario D. Rodrigo Bernaldo de obras insignes de artífices ilustres.'' Dejando aparte los elementos del arteQuiros, nos aprovechamos de las noticias históricas que comprehende de los profesores aragoneses y de los extranjeros que vinieron a trabajar en aquel reino. Las hizo sacar del original, que se conserva en una de las Cartujas de las inmediaciones de Zaragoza el señor erudito y laborioso archivero D. Juan Antonio Hernández de LarreaSan Martin, deán examiné el archivo de aquella santa iglesiacatedral, celosísimo protector en el que hallé cuanto podía desear sobre su fábrica y ornato. Vi el del monasterio de los adelantamientos la cartuja de la Real Academia santa María de San Luis las Cuevas, y de los útiles proyectos de la sociedad aragonesaotros conventos, a ruego hospitales y parroquias de su ilustre amigo aquella ciudad: el señor D. Felipe Ignacio Canga Arguelles, fiscal del consejo monasterio de padres jerónimos de Castilla, no menos interesado en los progresos Santiponce: el de aquellos cuerpos, que en los la colegiata de este diccionario. Siguen los documentos que acreditan Olivares: los hechos que precedieron al establecimiento de la citada academia las parroquias de San Luis desde que el escultor Juan Ramírez Lebrija y Marchena y otros profesores de Zaragoza formaron una escuela pública otras iglesias de dibujo; aquel arzobispado: el de cuando mereció la protección catedral de Segovia; los caballeros de aquella ciudad: algunos conventos e iglesias de la formación Madrid; y extracté cincuenta y tantos tomos de reales cédulas comunicadas a la real junta preparatoria; de obras y hasta bosques, que existen en la sociedad facilitó la última manosecretaría de Estado, también debidos relativas al señor Larrea. Los manuscritos del abad Gordillo, nombramiento de D. Ambrosio de la Cuesta y Saavedra, profesores del canónigo de Sevilla Loaisarey, y de otros curiosos escritores. Los testamentos de Diego de Siloé, de Juan Fernandez Navarrete a las obras reales que ejecutaron desde el Mudo, tiempo de Bartolomé Esteban MurilloCarlos V hasta mediados del siglo XVIII, de Lucas Jordán a los sueldos que gozaron y al precio de otros varios profesores. Los trabajos inéditos de Francisco Pacheco y de Vincencio Carducho. Expedientes sobre el pleito del soldado en Valladolid: del que tuvieron los pintores con los alguaciles de corte en Madrid sobre no asistir a una procesión de semana santasus obras, con quienes estaban incorporados en una hermandad en el colegio de santo Tomas; y en fin muchas partidas de bautismootras noticias interesantes, de casamiento y de entierro de artistasque por su autenticidad deshacen mil errores, que se buscaron para comprobación de los hechoshabía adoptado la vulgaridad.
* <sup>(89)</sup>. Con el auxilio del  Soy deudor al señor D. Josef Gil Francisco Pérez Sedano, abad de santa Leocadia, canónigo y dignidad de la catedral de AraujoToledo, lectoral de la generosidad con que me remitió un cuaderno de noticias que había sacado con mucha detención y cuidado por largo espacio de tiempo del archivo de su santa iglesia , del que resultan más de doscientos profesores de Sevillamucho mérito que trabajaron en el adorno de aquel gran templo, muy aficionado cuyas obras estaban atribuidas a las bellas artes, del difunto penitenciario unos pocos de gran nombre: lo soy al señor D. Rodrigo Bernaldo Buenaventura Moyano, ahora canónigo de QuirosToledo, y del erudito y laborioso archivero gobernador de este arzobispado, de la diligencia que puso en extractar los autos capitulares de la catedral de Ávila, cuando era lectoral de ella: al señor D. Antonio San MartinRomualdo Mon y Velarde, examiné el archivo deán de aquella catedralCórdoba, en el que hallé cuanto podía desear sobre por las noticias de su fábrica iglesia, y ornatodel racionero Céspedes: al difunto obispo de Osma el señor D. Vi el del monasterio Francisco Iñigo de la cartuja Angulo por las de santa María Burgos, cuando era deán de aquella metropolitana; al señor D. Joaquín Márquez Villalobos por las Cuevasde Palencia, de donde fue racionero, y los ahora canónigo de Sevilla: al señor D. Jacinto Roque Lorenzana, intendente de otros conventosLeón, hospitales y parroquias por las de aquella ciudadcatedral: el del monasterio al señor D. Alonso Cañedo y Vigil, doctoral de padres jerónimos Badajoz, por las de Santiponcesu iglesia: el al señor D. Carlos González Posada, canónigo de la colegiata Tarragona, por las de Olivaressu metrópoli[ta]na: al señor D. Nicolás Rodriguez Laso, por las de los templos de la ciudad de Valencia, donde es inquisidor, y por las parroquias de Lebrija y Marchena Barcelona y de otras iglesias partes de aquel arzobispadoCataluña: el al señor D. Josef Vargas Ponce, nuestro académico de S. Fernando, por las de la catedral iglesia de Segovia; los Murcia y de algunos conventos e iglesias otros templos de Madrid; y extracté cincuenta aquella ciudad, y tantos tomos de reales cédulas comunicadas a la real junta de obras y bosquesCartagena: al laborioso D. Marcos Antonio de Orellana, abogado del colegio de Valencia, que existen por el extraordinario trabajo en la secretaría extractar los artículos de las vidas de los artistas valencianos de una obra histórica de Estadoaquel reino que está escribiendo, relativas al nombramiento y por haberlos remitido por mano de nuestra real academia de profesores del rey, S. Fernando para insertar en este diccionario; y en fin a las obras reales que ejecutaron desde otros muchos aficionados interesados en el tiempo acierto de Carlos V hasta mediados del siglo XVIIIesta obra, a los sueldos que gozaron y particularmente al precio excelentísimo señor D. Gaspar de sus obrasJove Llanos, con otras noticias interesantesque me comunicó todo lo que pudo encontrar en los monasterios e iglesias de Asturias, que por su autenticidad deshacen mil erroresCastilla, que había adoptado la vulgaridadRioja y Vizcaya.
* <sup>(910)</sup>.  Soy deudor al señor Sin embargo del excesivo número de pinturas y dibujos, que salió de España desde antes de la mitad del siglo XVII, todavía han quedado muchos y buenos cuadros, unos dispersos por las casas de los sujetos ilustres de las provincias, y otros reunidos en colecciones por los aficionados y gentes de buen gusto. Trataré muy por encima de las que examiné. D. Francisco Pérez SedanoAntonio Murcia fue el primero que juntó en Cádiz en estos tiempos algunos originales de Murillo, Cano, abad Luis de santa LeocadiaVargas, canónigo Ribera, Tristán y dignidad Orrente con otros pequeños flamencos. Siguiole el señor O’Cruley [Pedro Alonso O’Crowley], que imprimió un libro de la catedral todas sus pinturas y antigüedades, y algún otro de Toledoaquella ciudad; pero el Señor D. Sebastián Martínez, hoy vecino de Madrid y tesorero general, excedió a todos en el número, en el mérito, y en la generosidad con rareza de sus lienzos. Serán muy pocos los pintores afamados que me remitió un cuaderno hubo en Italia, Flandes, España y aun en Francia, de quienes deje de noticias que había sacado con mucha detención tener alguna obra; y cuidado se distingue esta preciosa colección de las demás del reino por largo espacio el costoso aumento de tiempo diseños, estampas raras, modelos, y libros de las bellas artes. Todavía quedaron en Sevilla algunas reliquias del antiguo en el palacio del archivo duque de su santa iglesiaAlcalá, llamado casa de Pilatos. El difunto conde del que resultan más Águila formó en su casa un museo de doscientos profesores de mucho mérito pinturas, antigüedades y libros, que trabajaron se conserva en el mismo orden, y es una parte esencial del adorno de aquel gran temploaquella ciudad. Al gabinete del señor Bruna, de quien he hablado en la nota sexta, cuyas obras estaban atribuidas concurren todos los viajeros a unos pocos de gran nombre: lo soy al señor D. Buenaventura Moyanocelebrar sus pinturas, sus diseños, bajos relieves, vasos etruscos, y otras antiguallas, armería, ahora canónigo de Toledohistoria natural, libros rarísimos y costosas preciosidades. Al celo y gobernador buen gusto de este arzobispadorespetable magistrado debe Sevilla el tener dos salones públicos en el real alcázar, adornados con buenos cuadros, que fueron de los jesuitas, con torsos de estatuas antiguas, hallados en la diligencia que puso en extractar vieja Itálica, con inscripciones romanas, y con vaciados de los autos capitulares mejores yesos de la catedral academia de S. Fernando. Son también apreciables las pinturas que recogió en poco tiempo el letrado D. Francisco Mendoza y Espinosa, con su trozo de Ávilahistoria natural, cuando era lectoral monetario, estampas modernas y costosas, y máquinas de ella: al física. El señor D. Romualdo Mon Caballero y VelardeGóngora, deán obispo de Córdoba, por las noticias había formado una escogida colección de pinturas, pero su iglesia, muerte impidió el restablecimiento de las bellas artes y del racionero Céspedes: al difunto obispo buen gusto en aquella ciudad; sin embargo quedaron el Sr. D. Cayetano Carrascal, tesorero de Osma la catedral, el señor canónigo D. Francisco Iñigo José Villodres, y el pintor D. Antonio Torrado, que conservan cuadros de Angulo por las los mejores profesores de Burgos, cuando era deán Andalucía y de aquella metropolitana; al señor Dotras escuelas. Joaquín Márquez Villalobos por las Vi asimismo en Granada algunos de PalenciaCano, y de donde fue racionerootros artistas de aquella ciudad, en poder de sujetos inteligentes y ahora canónigo aficionados ; y acaba de Sevilla: al señor establecerse en ella D. Jacinto Roque Lorenzana, intendente Manuel Martínez con una escogida colección de Leónpinturas, por que yo había visto en Cádiz. Observé las que juntaban en Toledo y Murcia algunos canónigos de aquella catedral: al señor D. Alonso Cañedo sus pintores provinciales, el Greco, Prado, Carvajal, Tristán y VigilLoarte, Orrente, doctoral de BadajozAcevedo, por Villacís y Senén Vila; y en Valencia las de su iglesia: al señor que habían adquirido los canónigos D. Juan Antonio Mayans y D. Carlos González PosadaVicente Blasco, canónigo de Tarragona, por las de su metrópoli[ta]na: al señor el inquisidor D. Nicolás Rodriguez Laso, por y algunos caballeros y comerciantes de Joanes, los Ribaltas, los Zariñenas, Espinosa, y de otros artistas de aquel reino. En Madrid las casas de los templos Grandes conservan mucha parte de sus antiguas colecciones. La de Medinaceli las estatuas, bustos, y relieves que vinieron de la ciudad casa de Pilatos de ValenciaSevilla, donde es inquisidorvarios lienzos de Van Dyck, y por las del Spagnoleto; la de Santiesteban los cuadros y dibujos de Barcelona Jordán, y otras partes de Cataluñaotros extranjeros y españoles: al señor D. Josef Vargas Poncela de Alba las tres Venus de Ticiano, Correggio y Velázquez, nuestro académico aunque la primera parece ser de S. FernandoJordán, por las de la iglesia sacra familia de Murcia Rafael, y otros muchos flamencos e italianos: la de otros templos Altamira las cacerías de aquella ciudad, Rubens y de Pedro de Vos: la de CartagenaVillafranca los lienzos de Procaccini y las pequeñas tablas de Van Kessel y Teniers: al laborioso D. Marcos Antonio la de OrellanaMedina Sidonia los del Guercino, abogado del colegio Van Dyck y Solimena: la de Valencia, por el extraordinario trabajo en extractar Oñate los artículos de los Veroneses; y en fin aumentaron las vidas suyas la de los artistas valencianos Fernán Nuñez, Santa Cruz, Osuna y Montijo. Aunque faltaron en nuestros días las copiosas colecciones del príncipe Pio, del marques de una obra histórica la Florida Pimentel, de aquel reino que está escribiendoD. Pedro Franco Dávila, del Abate Pico y por haberlos remitido por mano de nuestra real academia D. Cristóbal de S. Fernando para insertar Luna, que examiné en este diccionario; y distintas ocasiones, quedaron en fin a esta corte otros muchos aficionados interesados en que cada día aumentan las suyas. El marqués de Santiago conserva los graciosos lienzos de Murillo: el excelentísimo señor Juan Pereira y Pacheco los muchos y buenos de varias escuelas: el acierto ilustrísimo señor D. Bernardo Iriarte los de esta obraVan Dyck, Velázquez, Mengs, Murillo, Cerezo, y particularmente al de otros españoles y extranjeros afamados: el excelentísimo señor D. Gaspar de Jove Llanosel boceto en grande del célebre cuadro de la familia de Velázquez con otros lienzos de Murillo, Cano, Zurbarán, Cerezo y Carreño: D. Nicolás de Vargas la numerosa colección que me comunicó todo lo que pudo encontrar cada día aumenta con inteligencia ; y en fin las escogidas de la casa de los monasterios e iglesias cinco Gremios mayores, de AsturiasD. Fernando Serna, Castilladel barón de Casa Davalillo, D. Josef Joaquín Jiménez Bretón, D. Pedro Roca, D. Francisco Vives, D. Andrés del Peral, la Rioja y Vizcayade otros.
<sup>(10)</sup>. Sin embargo del excesivo número de pinturas y dibujos, que salió de España desde antes de la mitad del siglo XVII, todavía han quedado muchos y buenos cuadros, unos dispersos por las casas de los sujetos ilustres de las provincias, y otros reunidos en colecciones por los aficionados y gentes de buen gusto. Trataré muy por encima de las que examiné. D. Antonio Murcia fue el primero que juntó en Cádiz en estos tiempos algunos originales de Murillo, Cano, Luis de Vargas, Ribera, Tristán y Orrente con otros pequeños flamencos. Siguiole el señor O’Cruley [Pedro Alonso O’Crowley], que imprimió un libro de todas sus pinturas y antigüedades, y algún otro de aquella ciudad; pero el Señor D. Sebastián Martínez, hoy vecino de Madrid y tesorero general, excedió a todos en el número, en el mérito, y en la rareza de sus lienzos. Serán muy pocos los pintores afamados que hubo en Italia, Flandes, España y aun en Francia, de quienes deje de tener alguna obra; y se distingue esta preciosa colección de las demás del reino por el costoso aumento de diseños, estampas raras, modelos, y libros de las bellas artes. Todavía quedaron en Sevilla algunas reliquias del antiguo en el palacio del duque de Alcalá, llamado casa de Pilatos. El difunto conde del Águila formó en su casa un museo de pinturas, antigüedades y libros, que se conserva en el mismo orden, y es una parte esencial del adorno de aquella ciudad. Al gabinete del señor Bruna, de quien he hablado en la nota sexta, concurren todos los viajeros a celebrar sus pinturas, sus diseños, bajos relieves, vasos etruscos, y otras antiguallas, armería, historia natural, libros rarísimos y costosas preciosidades. Al celo y buen gusto de este respetable magistrado debe Sevilla el tener dos salones públicos en el real alcázar, adornados con buenos cuadros, que fueron de los jesuitas, con torsos de estatuas antiguas, hallados en la vieja Itálica, con inscripciones romanas, y con vaciados de los mejores yesos de la academia de S. Fernando. Son también apreciables las pinturas que recogió en poco tiempo el letrado D. Francisco Mendoza y Espinosa, con su trozo de historia natural, monetario, estampas modernas y costosas, y máquinas de física. El señor Caballero y Góngora, obispo de Córdoba, había formado una escogida colección de pinturas, pero su muerte impidió el restablecimiento de las bellas artes y del buen gusto en aquella ciudad; sin embargo quedaron el Sr. D. Cayetano Carrascal, tesorero de la catedral, el canónigo D. Francisco José Villodres, y el pintor D. Antonio Torrado, que conservan cuadros de los mejores profesores de Andalucía y de otras escuelas. Vi asimismo en Granada algunos de Cano, y de otros artistas de aquella ciudad, en poder de sujetos inteligentes y aficionados ; y acaba de establecerse en ella D. Manuel Martínez con una escogida colección de pinturas, que yo había visto en Cádiz. Observé las que juntaban en Toledo y Murcia algunos canónigos de sus pintores provinciales, el Greco, Prado, Carvajal, Tristán y Loarte, Orrente, Acevedo, Villacís y Senén Vila; y en Valencia las que habían adquirido los canónigos D. Juan Antonio Mayans y D. Vicente Blasco, el inquisidor D. Nicolás Rodriguez Laso, y algunos caballeros y comerciantes de Joanes, los Ribaltas, los Zariñenas, Espinosa, y de otros artistas de aquel reino. En Madrid las casas de los Grandes conservan mucha parte de sus antiguas colecciones. La de Medinaceli las estatuas, bustos, y relieves que vinieron de la casa de Pilatos de Sevilla, varios lienzos de Van Dyck, y del Spagnoleto; la de Santiesteban los cuadros y dibujos de Jordán, y de otros extranjeros y españoles: la de Alba las tres Venus de Ticiano, Correggio y Velázquez, aunque la primera parece ser de Jordán, la sacra familia de Rafael, y otros muchos flamencos e italianos: la de Altamira las cacerías de Rubens y de Pedro de Vos: la de Villafranca los lienzos de Procaccini y las pequeñas tablas de Van Kessel y Teniers: la de Medina Sidonia los del Guercino, Van Dyck y Solimena: la de Oñate los de los Veroneses; y en fin aumentaron las suyas la de Fernán Nuñez, Santa Cruz, Osuna y Montijo. Aunque faltaron en nuestros días las copiosas colecciones del príncipe Pio, del marques de la Florida Pimentel, de D. Pedro Franco Dávila, del Abate Pico y de D. Cristóbal de Luna, que examiné en distintas ocasiones, quedaron en esta corte otros muchos aficionados que cada día aumentan las suyas. El marqués de Santiago conserva los graciosos lienzos de Murillo: el excelentísimo señor Juan Pereira y Pacheco los muchos y buenos de varias escuelas: el ilustrísimo señor D. Bernardo Iriarte los de Van Dyck, Velázquez, Mengs, Murillo, Cerezo, y de otros españoles y extranjeros afamados: el excelentísimo señor D. Gaspar de Jove Llanos el boceto en grande del célebre cuadro de la familia de Velázquez con otros lienzos de Murillo, Cano, Zurbarán, Cerezo y Carreño: D. Nicolás de Vargas la numerosa colección que cada día aumenta con inteligencia ; y en fin las escogidas de la casa de los cinco Gremios mayores, de D. Fernando Serna, del barón de Casa Davalillo, D. Josef Joaquín Jiménez Bretón, D. Pedro Roca, D. Francisco Vives, D. Andrés del Peral, y de otros. * <sup>(11)</sup>. Dice la nota XII del citado elogio al folio 160: “Entraría yo gustoso a investigar las causas de esta revolución, y a señalar su principio y progresos más detenidamente, sino supiese que me ha precedido en este empeño uno de aquellos literatos, que nada dejan que hacer a otros en las materias que ilustran, y cuyas obras llevan siempre sobre sí el sello de la perfección. El público tendrá algún día acerca de este punto y los demás relativos a nuestra arquitectura en las épocas de su restauración y última decadencia mucho más de lo que puede esperar, cuando el sabio y modesto autor de la obra intitulada: ''Noticia de los arquitectos y arquitectura de España desde su restauración'', le haga participante del riquísimo tesoro que encierra. Los hechos y memorias más exactos: las relaciones más fieles y completas; los juicios más atinados e imparciales se encuentran allí escritos en un estilo correcto, inelegante y purísimo, apoyados en gran copia de documentos raros y auténticos, e ilustrados con mucha doctrina y muy exquisita erudición. Por eso nos abstenemos de propósito de entrar en tales indagaciones; pero mientras nos dolemos de que la nación carezca de esta preciosa obra, que un día le hará tanto honor, queremos tener el consuelo de anunciársela, anticipando al público tan rica esperanza, y al autor este sincero testimonio de aprecio y gratitud, a que su aplicación y talentos le hacen tan acreedor.

Menú de navegación