Ribera, José de (El Españoleto)
Especialidad | Pintor |
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Alias | Spagnoleto |
Nacimiento | 1591 Xátiva (Comunidad Valenciana) |
Fallecimiento | 1652 Nápoles (Italia) |
Cronología | XVI-XVII |
Ciudad de trabajo | Madrid, El Escorial (Comunidad de Madrid), La Granja (Segovia, Castilla y León), (Castilla la Mancha), Cáceres (Extremadura), Cádiz (Andalucía) (Álava, País Vasco), (Aragón) |
Ubicación en el diccionario | Tomo 4, Página 184, Letra Letra R, Grupo Grupo RI |
Referencia bibliográfica | *A.E. Pérez Sánchez, "Real Academia de la Historia D.B-e", en José de Ribera. Accesible en: https://dbe.rah.es/biografias/4189/jose-de-ribera (consultado en 01/04/2022) |
Ribera (José ó Jusepe de) o el Spagnoleto, pintor. Los italianos han pretendido y publicado que era natural de Gallipoli en la provincia de Lecce del reino de Nápoles, desentendiéndose de un testimonio irrefragable, que no podían ignorar, pues está grabado de su misma mano en la apreciable estampa de Baco, que dice así: Joseph à Ribera Hisp.s Valenti.s setab. f. Partenop. 1628. Nació, pues, en la ciudad de Xátiva, hoy san Felipe, no distante de la de Valencia, el día 12 de enero de 1588, según consta su partida de bautismo.
Sus padres Luis Ribera, y Margarita Gil le enviaron a estudiar la latinidad con el fin de inclinarle a la carrera de las letras; pero su afición a las bellas artes le obligó a preferir la escuela de Francisco Ribalta a la universidad. No tardó mucho tiempo en dar pruebas de su disposición y talento para la pintura, con los rápidos progresos que hizo; y de este tiempo se dice en Valencia que son unos lienzos [ cuadros ] de su mano, colocados sobre los estantes de la librería del convento del Temple en aquella ciudad; pero parece que no es cierto.
Aunque conocía el mérito de su maestro, pasó a Italia siendo todavía muchacho, y principió a copiar [ copias ] las estatuas del antiguo y las pinturas de los grandes maestroscon tanto tino, que habiendo sido notados sus dibujos con admiración por los demás jóvenes y maestros, le llamaban il Spagnoleto. Pobre y desnudo, pues se mantenía con los mendrugos de pan que le daban sus condiscípulos, andaba estudiando y copiando por las calles de Roma. Y como le viese un cardenal copiando con suma atención el fresco de la fachada de un palacio, compadecido le llamó y mandó fuese a su casa, en la que le vistió y agregó a su familia. Esta ventajosa situación, que debía animarle a hacer mayores progresos, le convirtió en perezoso y holgazán; mas habiendo entrado dentro de sí mismo, conoció su ruina, se huyó dé la casa del cardenal, y volvió al estado de pobreza, que consideró más a propósito para sus adelantamientos. El cardenal sintió mucho esta acción, que atribuía a ingratitud y deseo de libertad; pero habiéndole encontrado estudiando, quedó convencido y admirado de su virtud con la respuesta que le dio.
Después de haber copiado las [ copias de ] obras de Rafael de Urbinoy las [ copias de las obras ] de los Carracis, hallaba más placer en el efecto terrible del claro oscuro de las de Miguel Ángel Carabaggio, por lo que hizo cuantas diligencias pudo hasta lograr ser su discípulo, y aunque le duró muy poco tiempo, porque el Carabaggio falleció el año de 609, cuando Ribera no tenia más de 20 de edad, se encastó del tal modo en su estilo, que no se distinguían las obras del maestro y del discípulo. Deseoso de comprobar los elogios que se daban en Roma a las del Coregio, pasó a Parma, y admirado de su mérito y suavidad, copió [ copias de las obras de Corregio ] la mayor parte de ellas, con lo que se formo una manera más tierna y agradable , dulcificando la fiereza que había adquirido en casa de Carabaggio.
Restituido a Roma extrañaron los demás pintores su nuevo estilo, y hora fuese por envidia y temor de la aceptación que conseguiría con él, hora para que decayese el aplauso de las del Dominiquino, con quien Ribera estaba indispuesto, le inspiraron siguiese el estilo del Carabaggio, que por su novedad y franqueza le haría ganar más fama y dinero. La propensión que tenia a pintar asuntos hórridos y melancólicos, que no podía desempeñar con la blandura y suavidad de Coreggio, le movió más que todo a adoptar el consejo de los que no tenía por amigos.
Para desembarazarse de ellos, y poder hacer mejor fortuna, se trasladó a Nápoles sin más recomendación que su habilidad. Tropezó en esta capital con un comerciante de pinturas, hombre rico y harto inteligente en el arte, quien conociendo su mérito le ofreció para matrimonio una hija única que tenía y heredera de todo su caudal. Aceptó el partido, el suegro no se descuidó en publicar por la ciudad la habilidad de su yerno; de manera, que en muy poco tiempo llegó a ser el pintor de más fama que había en Nápoles. Vivía cerca del palacio del virrey, y como un día se hubiese juntado mucha gente a ver un san Bartolomé que acababa de pintar, y el suegro había puesto al balcón de su casa para que le viesen, preguntó el virrey el motivo de haber allí tanta gente; y habiéndolo sabido, mandó que le subiesen el cuadro, que le agradó sobre manera. Quiso conocer al autor, y tuvo mayor satisfacción luego que supo que era español. Le nombró su pintor con sueldo decente y cuarto en palacio; y con este motivo y el de su buen modo contrajo muchas amistades con las personas de la mayor distinción.
No se ofrecía pintar obra alguna de consideración en Nápoles que no se le encargase. Los jesuitas le ocuparon [ obras ] en su colegio de San Xavier [ Javier ] y en el de Iesu-nuovo. Representó en la capilla del Tesoro en la catedral, debajo de la cúpula que había pintado Lanfranco, a san Genaro cuando salió ileso del horno encendido en que había sido arrojado: el famoso descendimiento de la cruz en los cartujos con una suavidad no acostumbrada; y por este estilo otro cuadro en santa María la Blanca, que muchos creen ser de Coregio.
Estas y otras infinitas obras[ san Francisco de Paola, ] que pintó para Felipe IV, para el conde de Monterrey, virrey de Nápoles y su mecenas, y para otros magnates, le llenaron de riquezas y de fausto, pues siempre salía en carroza y su mugen con escudero. No pintaba más que seis horas al día por la mañana, y ocupaba las restantes en el paseo y en la tertulia que tenia en su cuarto, concurrido de los primeros personajes de la corte. La academia de san Lucas de Roma le recibió en el número de sus individuos el año de 630. En este mismo año tuvo el gusto de ver y tratar a don Diego Velázquez cuando pasó a Nápoles, y le acompañó a ver todas las cosas dignas de aquella ciudad. En 644 le distinguió el Papa con el habito de Cristo; y en 49 volvió a abrazar a Velázquez cuando dio otra vuelta a Italia. Falleció Ribera en Nápoles el alío de 656 entre honores, riquezas y satisfacciones, y no como algún otro escritor escribe, que habiendo don Juan de Austria robádole una hija, avergonzado se huyó de Nápoles, y que no se supo más de su paradero.
Fue el Spagnoleto [ españoleto ] uno de los más insignes pintores naturalistas que ha habido en Italia. Aventajase a su maestro en el dibujo, pero no en la suavidad del pincel, bien que le igualó en la fuerza del claro oscuro. Ninguno hubo más adicto al natural, pues expresaba hasta las arrugas y demás accidentes del cuerpo humano, y ninguno que representase con más verdad los ancianos y los asuntos hórridos. Son muy apreciables sus dibujos a la pluma y con lápiz, porque están tocados con tino y gusto. Conservo alguno [ dibujo ] de lápiz rojo, que no deja cosa alguna por indicar.
Se acercan a veinte y seis las estampas que grabó al agua fuerte con la misma delicadeza y corrección. Se cuentan entre ellas un san Genaro, un sátiro atado a un árbol, dos san Jerónimos penitentes, san Pedro llorando, el martirio de san Bartolomé, el retrato de don Juan de Austria; y sobre todas la rara y muy apreciable de Baco, a quien un sátiro corona de pámpanos y otro le echa vino de un odre en la copa, con otras figuras de faunos y de niños. El pintor Francisco Fernández grabó al agua fuerte unos principios de diseño, sacados de las estampas y dibujos de Ribera; y el año de 650 se publicó en París un cuaderno de estos mismos principios con el títulos Livre de portraiture, recuilla des oeuvres de Josef de Ribera, dit l Espagnolet, et gravé al eau fort par Louis Ferdinand, que retallado varias veces anda en manos de todos los aficionados y de los profesores.
Entre los muchos y buenos discípulos que salieron de su escuela se debe contar a Lucas Jordán [ Giordano ] por el más adelantado: de ambos tenemos muchas obras en España, aunque Ribera no haya vuelto a este reino. Pero la dominación que teníamos en Nápoles: los muchos españoles ricos y acomodados que había allí establecidos, que eran otros tantos amigos suyos: los repetidos encargos de Felipe IV a sus virreyes para que le mandasen pintar cuadros: los [ cuadros ] que los mismos virreyes trajeron, y los [ cuadros ] que traían otros sujetos guando volvían de sus empleos, fueron la causa de que haya en España tantos y tan buenos de su mano. Diré los públicos que conozco.
ESCORIAL.
Real Monasterio
-San Pedro y san Pablo de medio cuerpo en un lienzo en la antesacristía: san Pedro en la prisión, Jacob, pastor, orando y san Simón de medio cuerpo en el claustro principal alto: san Juan Bautista abrazado con el cordero y riéndose, en la pieza que medía entre los dos capítulos: en el vicarial san Sebastián atado a un palo y caído en el suelo, a quien santa Irene y otra matrona sacan las saetas y curan las heridas, con unos angelitos que traen la corona del martirio, y san Roque en pie: en el prioral Santiago de romero, también en pie y del mismo tamaño que el san Roque: en iglesia vieja un cuadro grande que representa a la Virgen sentada con el niño y san José trabajando de carpintero [ Sagrada Familia ], el nacimiento del Señor [ Cristo ], el Padre eterno con su hijo santísimo muerto en los brazos: en la sacristía del coro san Francisco de Asís, san Antonio de Padua, del mismo tamaño: en la aulilla san Jerónimo muy extenuado, y sostenido de una cuerda para poder levantarse del suelo: en la celda alta del prior otro san Jerónimo penitente: en una pieza que esta detrás de las reliquias, y es paso para ir a palacio, un cuadro grande con Cristo muerto, san Juan, Nicodemo y las Marías [ María Magdalena y la Virgen ], una santa penitente en trono de ángeles, san Andrés, Euclídes, Arquímedes, un ciego tentando la cabeza de una estatua, Esopo y Crisipo considerando la naturaleza del fuego; y en otra pieza inmediata la cabeza del [ san Juan ] Bautista y un santo ermitaño.
Casino del rey.
-Un apostolado [ apóstoles: san Pedro, san Andrés, Santiago el Mayor, san Juan, santo Tomás, san Mateo, san Simón, Santiago el Menor, san Felipe, san Bartolomé san Judas Tadeo, san Matías ] un santo diciendo misa y otros lienzos [ cuadros ]
MADRID
Palacio Nuevo [ Palacio Real ]
-Santa María Egipciaca, santa María Magdalena, san Juan Bautista, san Bartolomé, san Francisco de Asís, san Jerónimo, otro san Bartolomé de medio cuerpo desollándole un verdugo, otro san Juan Bautista, el entierro de Cristo, otro martirio de san Bartolomé [ san Felipe ], cuadro de mucha fuerza y de terrible expresión en los sayones, santa Magdalena recostada sobre una calavera, san Benito, san Jerónimo, ambos penitentes, un cuadro pequeño que representa unas brujas copiado de un dibujo de Rafael de Urbino, san José con el niño, san Sebastián, otra santa Magdalena, todas figuras de medio cuerpo: dos apóstoles, un san Cristóbal, un santo ermitaño y otro apóstol, también de medio cuerpo.
Buen Retiro
-El suplicio de Isión, el [ suplicio ] de Tantalo, una mujer de medio cuerpo, apoyando la cabeza sobre una mano, san Francisco de Asís, del mismo tamaño, y los tormentos de Sísifo, de [ tormentos de ] Prometeo y [ tormentos ] de otros.
Monjas de san Pascual [ Convento de san Pascual de monjas Franciscas en el Prado ]
-Una [ Inmaculada ] Concepción grande en el altar mayor: El bautismo de Cristo y el martirio de san Sebastián en el crucero del lado del evangelio: en el de la epístola un santo ermitaño y el martirio de otro [ santo ]; y en la sacristía una cabeza.
Santa Isabel [ Colegio de santa Isabel de monjas Agustinas en l plazuela de santa Isabel ]
-La [ Inmaculada ] Concepción del altar mayor, cuya cabezarepintó Coello a instancias de las monjas, porque decían que Ribera la había pintado por la de su hija: un apostolado [ apóstoles: san Pedro, san Andrés, Santiago el Mayor, san Juan, santo Tomás, san Mateo, san Simón, Santiago el Menor, san Felipe, san Bartolomé san Judas Tadeo, san Matías ] de medio cuerpo en la iglesia: san Juan mancebo en el desierto, y un Cristo muerto en los brazos de la Virgen.
Santo Tomás [ Convento de santo Tomás de padres Dominicos en la calle de Atocha ]
-Un excelente crucifijo [ Cristo crucificado ] en el altar de una capilla que sirve de aula.
La Encarnación [ Convento de la Encarnación de monjas Agustinas en la plazuela de la Encarnación ]
-Un Cristo muerto en el salón de la enfermería.
San Felipe el Real [ Convento de san Felipe el Real de padres Agustinos Calzados en la calle Mayor ]
-En la sacristía el san Agustín, que estaba antes en la iglesia.
Carmelitas Descalzos [ Convento de san Hermenegildo de padres Carmelitas Descalzos en la calle de Alcalá ]
-Una santa penitente en la capilla de santa Teresa: en la sacristía una cabeza del Salvador [ Cristo ], un Cristo difunto, un filósofo que parece Euclides, y un retrato.
SAN ILDEFONSO
Palacio
-Laoconte y sus hijos, a quienes rodean las sierpes, una caridad romana, dos san Jerónimo, un san Pedro, un Santiago, una media figura; y el retrato en pequeño de una mujer con barbas largas criando un hijo con el marido detrás.
CUENCA
Niños Expósitos
-Un san Pedro llorando, en el remate del altar mayor.
PLASENCIA
Catedral
-Un excelente san Agustín en la sala capitular.
VALLADOLID
San Lorenzo, Parroquia
-San Pedro en un pilar de la iglesia
SALAMANCA
Monjas de Monterrey
-Una [ Inmaculada ] Concepción grade rodeada de ángeles en el sitio principal del altar mayor: en lo alto un Cristo difunto [ muerto ] en el regazo de [ la Virgen ] su santísima madre: el nacimiento [ de Cristo ] del Señor en un altar del crucero: la virgen del Rosario en otro retablo; y un san Genaro también en la iglesia a mano derecha.
VITORIA
Santo Domingo
-Tres excelentes cuadros con figuras del tamaño del natural en la capilla del noviciado, que representan un crucifijo [ Cristo crucificado ], un san Pedro y un san Pablo: el primero está firmado en 1643, el segundo en 637 y el tercero no tiene firma.
CÓRDOBA
San Agustín
-El martirio de un santo en la sacristía, casi perdido.
Capuchinos
-Un descanso de la Virgen en un altar de la iglesia.
PUERO DE SANTA MARÍA
San Francisco
-San José trabajando y l a Virgen con el niño [ Sagrada Familia ]: es repetición de otro que dijimos que había en el Escorial en la iglesia vieja
GRANADA
Catedral
-San Pablo primer ermitaño, san Antonio de Padua, el martirio de san Lorenzo, la Magdalena en el desierto, colocados en el altar de Jesús nazareno con otros cuadros de Alonso Cano
ZARAGOZA
Catedral del Pilar
-El martirio de san Lorenzoen la sacristía de la capilla del santo, que estaba antes en su altar
Seminario de san Carlos
-El cuadro de san Francisco de Borja en su retablo.
TOMO VI, SUPLEMENTO
Ribera (José o Jusepe de) pintor llamado el Spagnoleto. Sin embargo de las muchas obras que hemos señalado de su mano en su artículo, no queremos omitir un san Pedro llorando y mirando al cielo, que firmó en 1635, colocado en la ermita de nuestra señora de la Soledad de la Puebla de Montalbán, por ser uno de los mejores que ha pintado. Y se debe advertir que el cuadro de la [ Inmaculada ] Concepción [ grande rodeada de ángeles ] colocado en el retablo de mayor las monjas de Monterrey, del que ya hicimos mención en su lugar, está firmado, Jusepe de Ribera, español valenciano, fecit 1635, que es otra de las muchas e irrefragables pruebas de no haber sido italiano.
Carducho, Palomino, Diosdado, Otras Noticias Auténticas.
(Tomo IV, pp. 184-194 Tomo VI, p.84)
Consulta <Ribera, José de (El Españoleto)> en el libroEditar
Obras actualmente documentadas
Obra | Técnica | Cronología | Localización actual | Imagen |
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San Jerónimos penitentes - Ribera, José o Jusepe | Grabado calcográfico | 1621 | Biblioteca Nacional de España | |
San Pedro llorando - Ribera, José o Jusepe | Grabado calcográfico | 1624 | Biblioteca Nacional de España | San Bartolomé Ribera |
Santa María Egipciaca - Ribera, José o Jusepe | Pintura,Óleo sobre lienzo | 1641 | Museo Nacional del Prado | egipciaca Ribera |
Sátiro atado a un árbol - Ribera, José o Jusepe | Grabado calcográfico | 1624 | Biblioteca Nacional de España | Sátiro de José de Ribera |
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