Morlanes, Gil. "El Viejo"

De Diccionario Interactivo Ceán Bermúdez
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Juan Morlanes
normal
Especialidad escultor
Alias el vizcaíno
Cronología XVI
Ciudad de trabajo Zaragoza, Huesca, (Aragón)
Ubicación en el diccionario Tomo 3, Página 200, Letra Letra M, Grupo Grupo MO

Morlanes (Juan) escultor, llamado el vizcaíno, por haber nacido en Vizcaya. Siguió la manera de Alberto Durero en los caracteres de las figuras y en el plegar de los paños: estilo recibido en España entre los mejores maestros a principios del siglo XVI.


Estando, el rey don Fernando el católico en Zaragoza, pasó Morlanes a establecerse en ella, y el rey le mandó hacer la portada del templo de santa Engracia, para cumplir con la fundación de aquel santuario y monasterio de monjes jerónimos, que su padre el rey don Juan le había encomendado. Hubo gran contradicción de parte de los que acompañaban al monarca para que Morlanes ejecutase esta obra, pero venció su reputación. Aun después de haberla hecho le quitaron esta gloria don Francisco de Ainsa en su tratado de la fundación y grandezas de Huesca, el padre Murillo en las excelencias de Zaragoza, y el padre Marton en el libro que escribió de este santuario, atribuyéndola a Forment; pero consta haberla trabajado Morlanes de un memorial que presentaron en cortes de Aragón del siglo XVII los profesores de pintura y escultura con el motivo de pretender los escultores los mismos privilegios que gozaban loa pintores; y también lo afirma el pintor Jusepe Martínez.


La portada tiene forma de retablo, y es de extremada grandeza. Sientan cuatro columnas del orden compuesto sobre sus pedestales, y entre ellas están las estatuas de los cuatro doctores [ san Gregorio, san Ambrosio, san Jerónimo y san Agustín ] del tamaño del natural bien cumplido: en el medio está la puerta principal de la iglesia dividida en dos por una columna, y sobre ella en una repisa la estatua de la santa titular [ santa Engracia ]. Adornan el arco de esta puerta ocho nichos con santos de a cinco palmos cada uno y cabezas de serafines, y está todo ejecutado con suma prolijidad.


No siguió Morlanes esta obra, pues habiendo muerto la reina católica el año de 1504, su marido se fue a Nápoles, donde residió algún tiempo, por lo que estuvo parada quince años, y en este tiempo falleció nuestro profesor; mas la siguió su hijo, y trabajó lo restante, que es el segundo cuerpo. Colocó en el nicho del medio a nuestra Señora [ Virgen ] con el niño en los brazos, y en los lados las estatuas de los reyes católicos [ Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón ] en acto de adoración, y por remate un crucifijo [ cristo crucificado ] con la Virgen y san Juan [ Crucifixión ]. Estas figuras tienen más nobleza que las del primer cuerpo, y manifiestan que Morlanes el menor sabía más que su padre, como era regular, según los progresos que iban haciendo las bellas artes en aquel tiempo.


Para resguardo de esta obra se dispuso cubrirla con un pórtico, y se pusieron unas pirámides en su remate; pero con motivo de la renovación del templo se quitó el pórtico , y se añadieron unas medallas de Numa Pompilio y de Marco Antonio, que no vienen al caso.

Memoria de los Artistas de Zaragoza, Manuscrito de Martínez [ Jusepe Martínez ].

(Tomo III, pp. 200-202)

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