Vergara Gimeno, José

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Vergara Gimeno, José
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Especialidad Pintor
Nacimiento 1726 Valencia (Comunidad Valenciana)
Fallecimiento 1799 Valencia (Comunidad Valenciana)
Cronología XVIII
Ciudad de trabajo Valencia, Chiva (Comunidad Valenciana) Villareal, Segorbe, (Castellón) Yecla, Cartagena (Murcia), Teruel (Aragón)
Ubicación en el diccionario Tomo 5, Página 190, Letra Letra V, Grupo Grupo VE
Referencia bibliográfica *E. Navarrete Martínez, "Real Academia de la Historia D.B-e", en José Vergara Gimeno. Accesible en: https://dbe.rah.es/biografias/5289/jose-vergara-gimeno (consultado en 03/01/2022)


Vergara (don José) pintor, y el último artista de los Vergaras valencianos. Nació en Valencia el día 2 de junio de 1726, y a los siete años de edad ya concurría a la academia de Evaristo Muñoz, en la que todos dibujaban por el modelo vivo, haciéndole su padre copiar en casa la cartilla de principios del Spagnoleto: este fue el cimiento sobre el que se fundaron los progresos, que hizo después en su profesión, debidos más bien a su genio y estudio que a la enseñanza.

Las carrozas que había traído de París el marqués de la Mina, cuando volvió de su embajada, pintadas por Coypel, que se detuvieron en Valencia algunos días, excitaron el animo de Vergara a querer imitar su estilo, y habiéndolo hecho con mucho estudio y aplicación, fue acometido de tina grave enfermedad que le puso en gran riesgo de perder la vida. Luego que se recuperó, siguió con el mismo tesón, adoptando la manera de Pablo Matheis por unos [ cuadros ] originales de su mano que copió muchas veces. No perdía ocasión alguna de que pudiese sacar partido para sus adelantamientos. Siempre estaba pintando, siempre dibujando, y siempre haciendo ensayos y experiencias en el óleo, fresco, temple demás géneros, a fin de poseerlos todos. Y no habiendo estado jamás ocioso, de ningún pintor moderno se dice que haya dejado tantas obras públicas. Retrató a los duques de Huéscar y al padre Molina, general de san Francisco: a los obispos don Felipe Beltrán, [ obispo ] de Salamanca, don José Climent [ obispo ] de Barcelona, don José Tormo [ obispo ] de Orihuela, don Rafael Lasala [ obispo ] de Solsona, don Juan Bautista [ obispo ] Cervera de Canarias, y de otros muchos [ retratos ] sujetos de otras clases, y ambos sexos.

Desde que murió Evaristo Muñoz anheló por establecer una escuela pública de dibujo en Valencia, y no dejó piedra por mover para conseguirlo; mas no pudo reunir los ánimos de los artista, divididos en partidos y en escuelas privadas, hasta el año de 1752, que con el ejemplo de la de San Fernando, que se acababa de establecer en Madrid, comenzó con su hermano don Ignacio a formar otra con el título de santa Bárbara. Sus paisanos saben muy bien cuales fueron los esfuerzos de Vergara antes de este establecimiento: cuanto trabajó después de verificado: cuanto en su decadencia: lo que hizo para que el rey le tomase bajo su protección: sus desvelos en la junta preparatoria: sus satisfacciones en la erección de academia de San Carlos; y su celo en la conservación y aumento de sus estudios.

Nombrado director de la de Santa Bárbara presentó en ella el día 30 de mayo de 54 un cuadro en el que representó a Mentor avisando a Telémaco los peligros de la isla de los Calipsos, que se conserva en la real de San Fernando, y por el que se recibió su individuo de mérito. Siguió siendo director de la de San Carlos, y lo fue general en dos trienios, dando repetidas pruebas de su amor a los discípulos, y de la dulzura con que los enseñaba y estimulaba a sus adelantamientos; y con este afán acabó sus días en Valencia en 9 de marzo de 1799 con general sentimiento de la ciudad, que le amaba por su modestia y honradez, y de toda la academia por haber perdido a su promotor.

Entre la multitud de obras que pintó al óleo, al fresco y al temple, se distinguen las que pintó al óleo para su casa con toda libertad [ Caín matando a Abel, Autorretrato, cabeza de estudio, ], sin la sujeción que suelen dar los que las encargan, y con el estudio de apurar las máximas más recomendables del arte y de observar sus efectos; la última es una [ Inmaculada ] Concepción que esta en la librería del convento de san Francisco de Valencia. En todas hay buen colorido y acertado dibujo, pero sin la grandiosidad de las formas y sin las otras partes que hay en el antiguo, y que no conoció hasta muy tarde, como su hermano don Ignacio. Dejó escritas algunas apuntaciones sobre las vidas de los artistas sus paisanos, de las que nos hemos valido en este diccionario; y en fin nada dejó por hacer para acreditar su celo patriótico y su amor a las bellas artes. Las obras públicas más principales de su mano son las siguientes.

VALENCIA

Catedral

-El cuadro de santo Tomás de Villanueva en su capilla, el de la Concepción en la suya, el de san Vicente Ferrer junto a la puerta e los apóstoles; y los martirios de san Erasmo, san Martín y san Narciso: san Luis obispo con dos historias de su vida; y el entierro de Cristo sobre la puerta de la sacristía.

Santa Catalina. Parroquia

-Unas medallas al fresco en los lados del altar mayor, y la bovedilla del órgano que pintó en sus primeros años.

San Martín

-Los recuadros de las capillas, y uno de los óvalos en el cuerpo de la iglesia.

Santo Tomás

-El triunfo del Sacramento en la bóveda, del presbiterio.

SAN AGUSTÍN.

-Los óvalos y recuadros de la capilla de nuestra señora de Gracia.

El Socós

-La bóveda y paredes de la de santo Tomás de Villanueva.

El Temple

-La asunción de la Virgen en la bóveda, cuatro santos de la orden de san Benito en las pechinas, y la Trinidad en un recuadro.

La Enseñanza

-La bóveda del presbiterio, y la vida de santa Rosa de Lima en unos recuadros.

La Merced

-Los lienzos [ cuadros ] del claustro, los de la portería relativos a la vida de san Pedro Nolasco, y la bóveda del presbiterio.

Santo Domingo

Los frescos de la capilla de san Vicente Ferrer, Y el cuadro del altar [ de san Vicente Ferrer ] del santo, y el de san Joséen su capilla.

San Francisco

-La citada [ Inmaculada ] Concepción en la librería.

San Felipe Neri

-Tres medallones de la vida [ de san Felipe Neri ] del santo en la bóveda y tres pechinas, pues la cuarta [ pechina ] es de Ricarte: los lienzos [ cuadros ] del retablo mayor, los [ cuadros ] del crucero y otro [ cuadro ] sobre la puerta de la iglesia.

San Juan del Mercado

-La cúpula y demás frescos de la capilla de la comunión.

Escuela Pía

-El cascarón al fresco, el cuadro principal y otros [ cuadros ] en las capillas.

Casa Profesa que fue de los Jesuitas

-El lienzo del altar mayor que representa a santo Tomás de Villanueva.

San Nicolás, Parroquia

-El del retablo principal, que contiene a los dos santos titulares Nicolás de Bari y Pedro mártir.

San Andrés

-Otro [ cuadro ] para el retablo mayor, que regaló por estar bautizado en esta parroquia.

San Miguel de los Reyes

-La [ última ] cena del Señor [ Crristo ] en el refectorio.

Santa María de Jesús -El cuadro del altar del beato Nicolás Factor, que pintó de limosna.

San Juan de la Ribera

-El claustro de claro oscuro.

Carmelitas Descalzos

-Los cuadros del claustro, que representan pasajes de la vida de santa Teresa y [ pasasjes de la vida ] de san Juan de Dios.

Capuchinos

-El claustro de claro obscuro.

San Felipe Colegiata

-Las famosas heroínas de la historia sagrada [ Yudit, Débora, Jael y Ester ] al fresco en las pechinas, que pintó a los diez y nueve años de edad.


VILLAREAL

Parroquia

-Varios pasajes de la vida de Santiago en las pechinas, y otros asuntos relativos a la eucaristía en la capilla de la comunión.

Franciscos Descalzos

-Un medallón en la bóveda del coro, que representa el transito de san Pascual Bailón: la medía naranja de la capilla de san Pedro Alcántara: el cuadro principal y los de los colaterales de la historia [ de san Pedro de Alcántara ] del santo.


ALCUDÍA DE CARLET

Parroquia

-Las pechinas y recuadros pertenecientes a la vida de san Andrés.


CHIVA

Parroquia

-El lienzo [ cuadro ] del altar mayor y los [ cuadros ] de los demás retablos.


BURCHASOT [BURJASSOT]

Parroquia

-El retablo principal, y los [ retablos ] de los otros altares.


SEGORBE

Catedral

-Cuatro medallones grandes en la bóveda, que representan misterios de la Virgen.


VALDECRISTO

Cartuja

-Los cuadros de los ángulos del claustro, cuyos asuntos son de la pasión de Cristo.


YECLA

Franciscos Descalzos

-El claustro de claro oscuro.


TERUEL

Santa Clara

-Dos cuadros en una capilla, que representan la virgen de los Dolores y santa Clara.


CASTELLÓN DE LA PLANA

San Agustín

-Las pinturas del retablo mayorr y las pechinas del crucero.

Ermita de la Sangre

-Lo que pintó en la capilla del Cristo.


CARTAGENA

San Agustín

-En la portería dos cuadros grandes de la vida [ de san Agustín ] del santo doctor; y en la sacristía un [ Cristo ] Salvador, un san Leandro, y otro pasaje de la vida de Cristo

Noticias de Valencia, Ponz, Orellana,

(Tomo V, pp.190-197).


APÉNDICE

HISTORIA DE LA REAL ACADEMIA DE SAN CARLOS DE VALENCIA

En pocas ciudades de España hubo tanto empeño en tener academias públicas de las bellas artes, como en Valencia. Tenía dos por los años de 1680, una que se componía de profesores de aquel, país, y otra de forasteros; y ambas se juntaban los días festivos en una aula del convento de santa Domingo a tratar y disputar sobre las dificultades del arte. Conservose la de los valencianos hasta principios del siglo XVIII sostenida por Conchillos, y después por Evaristo Muñoz hasta 1736 en que falleció. Quisieron entonces los Vergaras, particularmente don José, alma y móvil de esta empresa, reunir los ánimos de los artistas, y aunque lo intentaron varias veces con tesón y ce1o patriótico, no pudieron lograrlo hasta la mitad del siglo.

Acabó de convencerlos la erección de la real de San Fernando en Madrid, y habiéndose subscrito veintiocho de ellos para costear los precisos gastos, y dándoles el ayuntamiento una sala en la universidad literaria, erigieron una academia con el título de Santa Bárbara, cuyos estudios comenzaron el día 7 de enero de 53. Formaronse estatutos provisionales, se nombraron para directores en la pintura a don Cristóbal Valero y a don José Vergara: a don Ignacio Vergara y a don Luis Domingo en la escultura; y a don Pascual Miguel y a don Jaime Molins en la arquitectura. Pero habiéndose aumentado los gastos con la extraordinaria concurrencia de los discípulos, y no pudiendo soportarlos los profesores, el intendente y corregidor don Pedro Rebollar y de la Concha se encargó de costearlos a sus expensas desde 4 de octubre de 54. Por su mediación franqueó otra pieza la ciudad, que se había declarado patrona, nombrando dos diputados para cuidar del orden y del aseo, y se pusieron corrientes tres salas. En la 1.ª estaban los principios colocados en sus mesas y tablillas: en la 2.ª el modelo de yeso y el estudio de la arquitectura; y en la 3.ª el natural y el aparato para la sala de juntas, en que había los retratos de los reyes [ Fernando VI y Bárbara de Braganza ] y las armas de la ciudad [ de Valencia ], concurriendo todas las noches más de doscientos discípulos.

Contribuyó con igual generosidad a sostener el instituto el ilustrísimo don Andrés Mayoral, arzobispo de aquella diócesis, con gruesas cantidades, y repartiendo premios a los más aplicados. Tres años consecutivos estuvo dando pruebas de su paternal amor a la juventud estudiosa, hasta que volvió su atención al urgentísimo socorro de sus diocesanos, acometidos del hambre y de otras miserias que acarreó la esterilidad en aquel reino. Estuvieron entonces muy a pique de cerrarse los estudios, si la ciudad, el prelado y el intendente, deseosos de afianzarlos sobre la real protección, no hubiesen enviado a Madrid a don Manuel Monfort con unas pruebas de los progresos de los discípulos y con algunas obras de los maestros para que presentándolas en la real academia de San Fernando, se sirviese proteger una humilde representación que dirigían al rey, pidiendo 30,000 reales anuales sobre los arbitrios de aquella capital.

La academia de San Fernando abrigó esta solicitud con el mayor celo y amor; y para acreditar la inteligencia y habilidad de los maestros, como manifestaban sus obras, los nombró sus individuos de mérito, y expuso a S. M. en 30 de marzo de 62 las ventajas que se seguirían a aquel reino con el establecimiento que se deseaba; pero no tuvo efecto a causa de la necesidad de aplicar la cantidad propuesta a otro objeto de mayor urgencia. Insistiose por el mismo conducto con segundo arbitrio el año de 64 que el consejo de Castilla no tuvo por conveniente aprobar, y el rey se dignó adoptar el tercero en 25 de enero de 65, mandando formar una junta preparatoria, compuesta del presidente don Andrés Gómez de la Vega, intendente y corregidor de Valencia, de los consiliarios marques de jura real y don Francisco Navarro, regidores, y del secretario don Tomás Bayarri, presbítero, por el celo que tenían acreditado hacia aqueos estudios, a fin de trabajar los estatutos acomodados al país.

Comenzaron las sesiones en 11 de marzo del mismo año, y fueron elegidos para directores en pintura y escultura los que lo habían sido en la academia de santa Bárbara: en arquitectura don Vicente Gascó y don Felipe Rubio; y en el grabado de láminas don Manuel Monfort. El deseo de ver establecida la academia excitó de tal manera el animo de la junta, que no perdonando fatiga alguna, en poco tiempo concluyó los estatutos que inmediatamente dirigió a la academia de San Fernando en 16 de noviembre del propio año. Este real instituto después de haber hecho examinarlos detenidamente por los primeros directores en todas las facultades, y de haberlos consultado con el señor consiliario conde de Aranda, los dirigió con favorable informe a la aprobación de S. M.

Entre tanto la junta preparatoria cuidaba con esmero del arreglo de las salas de los estudios, que se abrieron el día 13 de febrero de 66 con el aparato y regocijo correspondientes al anhelo que todos tenían de su estabilidad y permanencia. Y en 14 de febrero de 63 se dignó el señor don Carlos III aprobar los estatutos y erigir una real academia con el título de San Carlos, subordinada a la de San Fernando y con todas las gracias y privilegios que constan de la real cédula promulgada al efecto. La de San Fernando, después de no haber omitido paso ni diligencia alguna para su formación, le envió en diferentes ocasiones vaciados de figuras, [ vaciados ] de bustos y [ vaciados de ] cabezas del antiguo, los seis tomos de la arquitectura de Paladio, el Vitruvio del marques Galiani diseños de figuras, hechos por el natural. Con estos auxilios, con la obra del Herculano, que mereció la bondad del rey, con el Salustio a la del infante don Gabriel, y con otras muchas preciosidades que adquirió por sí y por la generosidad de sus individuos de honor y de mérito, formó un rico caudal de modelos para el estudio de sus discípulos.

Fueron tantos los que concurrieron, que ha sido indispensable agrandar la sala de principios; y no siendo suficiente la dotación de los 30,000 reales, ni 1,500 pesos que le suministró en sus urgencias el arzobispo de aquella diócesis el señor don Francisco Fabián y Fuero, ni el legado que le dejó el académico marqués de la Romana, se vio en la necesidad de acudir a los pies del rey, implorando doble dotación para poder sostener los gastos que cada día se aumentaban.

El benéfico monarca condescendió a sus instancias en 24 de octubre de 778; y para que se invirtiese todo el fondo en objetos útiles y capaces de producir mayores adelantamientos, se digno mandar por real orden de la misma fecha: 1.º que se uniformase la academia de San Carlos a la de San Fernando en cuanto a la duración de la temporada de estudios: 2.º que celebrase la distribución general de premios de tres en tres años, como esta lo ejecuta, poniéndose de acuerdo con ella sobre el modo de adjudicarlos: 3.° que se dotase una plaza de teniente de director de arquitectura, con el cargo de enseñar aritmética, geometría y otras partes de las matemáticas, necesarias a la arquitectura: 4.º que también se dotase otra de teniente de director del grabado: 5.º que atendiendo a las muchas fabricas de tejidos de seda establecidas en Valencia, convendría que se formase en la academia una sala separada para el estudio de flores y ornatos acomodados a los tejidos , vara cuya dirección y enseñanza se crearla y dotaría una plaza de director inteligente en ello: 6.° que la academia mantuviese siempre en Madrid uno o dos discípulos, nombrando por director de ellos a don Manuel Monfort, que lo es del grabado; y 7.° que de tiempo en tiempo enviase pruebas de los adelantamientos de los discípulos a la de San Fernando, para que S. M. tuviese la satisfacción de ver los buenos efectos de su real protección. Finalmente ordenó S. M. que todos estos puntos se observasen como parte de los estatutos.

Todo se cumplió a la letra con efectivas ventajas al establecimiento, particularmente con las que produce la sala y estudio de flores que distingue a la academia de San Carlos de Valencia de las demás del reino, tanto por el buen orden con que esta organizado este estudio, cuanto por los progresos y buen gusta que introdujo en las fábricas de tejidos de aquel reino. El rey nombró por director de esta clase a don Benito Espinós en 30 de enero de 84, y prescribió las reglas que se habían de observar en su enseñanza.

Esta es la sencilla historia de la academia de San Carlos de Valencia, cuyos adelantamientos ha, visto el público en diez distribuciones de premios generales que ha celebrado desde el año de 1773 hasta el de 98, repartiendo tres premios a cada una de las tres nobles artes, otros tres a la clase de flores, y uno a la del grabado de láminas: observándose los buenos efectos que ha producido y produce la junta de comisión de arquitectura que se ha establecido en la misma academia para examinar los planos y trazas de los edificios públicos que se hayan de construir en aquel reino.

Actas de dicha academia [ de San Carlos ].

(Tomo V, pp. 197-203)

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